La Comisión de Justicia del Senado ha dado este martes 'luz verde' al dictamen de la reforma del Código Penal que deroga la sedición y rebaja las penas por malversación, una iniciativa de la que se ha eliminado por decisión de la mayoría conservadora del Tribunal Constitucional (TC) dos enmiendas con las que el Gobierno buscaba renovar este órgano y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Por mayoría, la Comisión de Justicia ha rechazado los cinco vetos presentados -por PP, Vox, Junts, Ciudadanos y UPN- y todas las enmiendas registradas a la proposición de ley, que llegará al pleno el jueves para su votación.
Tras la segunda reunión de la Mesa del Senado celebrada en la mañana de este martes, la vicepresidenta de la Cámara Alta, Cristina Narbona, ha explicado en rueda de prensa que no podía confirmar ni desmentir que la proposición de ley que presumiblemente será aprobada por el pleno el próximo jueves 22, sin las disposiciones ya retiradas, tendrá que volver al Congreso de los Diputados.
La clave del asunto estriba en que cualquier cambio introducido por el Senado en una norma tramitada debe ser después avalado o rechazado por el Congreso antes de su preceptiva publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE); pero las modificaciones de este dictamen vienen en este caso obligadas por el TC y, por tanto, no tendrían consideración de enmiendas incorporadas al texto.
Así las cosas, tanto el grupo popular en el Congreso como en el Senado sostienen que la proposición no tiene que volver a la Cámara Baja, de modo que tras su aprobación el jueves quedaría lista para su publicación en el BOE, al margen del destino que en el futuro espere a los preceptos que motivaron las medidas cautelarísimas pedidas por el PP en su recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. La Mesa del Senado, eso sí, ha estudiado las tres peticiones cursadas por el PP, Vox y Ciudadanos para suspender la tramitación de toda la proposición de ley y ha decidido solicitar un informe a los servicios jurídicos de la institución.
El Senado se personará en el recurso ante el TC
Previamente, el órgano de la Cámara Alta se ha reunido a primera hora de este martes para estudiar cómo aplicaba en la práctica la orden del TC de suspender la tramitación parlamentaria de los cambios en el Poder Judicial y el propio Constitucional, que fueron aprobados por el Congreso la pasada semana. Así, ha decidido continuar con la tramitación de la reforma del Código Penal, pese a no incluir dichas enmiendas.
Es la primera vez, en sus más de 40 años de historia, que el Constitucional ordena suspender de forma urgente un debate parlamentario en las Cortes Generales, por lo que se trata de una decisión inédita. Así lo ha señalado también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien en una declaración institucional ha recalcado que el Ejecutivo tomará "cuantas medidas sean precisas" para poner fin al bloqueo en la renovación de dichos órganos.
La Mesa del Senado, presidida por el socialista Ander Gil y compuesta por tres senadores del PSOE, tres del PP y uno del PNV, ha acordado asimismo personarse en el procedimiento abierto en el Tribunal Constitucional a raíz el recurso de amparo interpuesto por el PP contra las reformas judiciales. La decisión no ha sido unánime, ya que, según fuentes parlamentarias, el PP ha discrepado de la fórmula elegida por la Mesa para acatar la resolución del Supremo.
Gil acata la decisión de parar la votación
Minutos después de conocerse la decisión del tribunal de garantías, el presidente del Senado, Ander Gil, anunció este lunes que la acatarán, si bien expresó su preocupación. "En 44 años de democracia jamás se había despojado a las Cortes Generales de su facultad de legislar. Su inviolabilidad queda, de este modo, seriamente comprometida", dijo en el Senado, desde donde ha denunciado que se ha realizado "una instrumentalización" y una "utilización tasticista desnaturalizada" del TC, algo que en su opinión "perjudica su posición".
"Lo que está ocurriendo hoy tendrá un alto coste en términos democráticos mañana", advirtió el senador, quien también aseguró que "se está dando un paso de difícil retorno en la degradación de nuestro sistema democrático" y, por ende, "el funcionamiento del Estado de Derecho en su conjunto".
No obstante, el presidente de la Cámara Alta defendió que "la democracia es fuerte" y cuenta con "mecanismos para superar las peores crisis", y ha hecho un llamamiento a la calma: "La democracia siempre se abre paso".