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Pekín deja de exigir pruebas negativas de COVID para entrar en oficinas y supermercados tras las protestas

  • Tampoco se necesita test para viajar en metro o para entrar en los aeropuertos

  • La capital china se suma a otras ciudades como Shanghái al relajar la política de "cero COVID"

RTVE.es / AGENCIAS
3 min.

Pekín se suma a las ciudades que están relajando su dura política de "cero COVID" al dejar de exigir una prueba negativa para entrar en supermercados y oficinas o para disfrutar del aire libre en los parques después de las protestas del pasado mes. "Pekín se prepara para la vida de nuevo", rezaba un titular del periódico gubernamental China Daily, según informa Reuters.

Desde este martes, tampoco se exige una prueba negativa para entrar en cualquiera de los dos aeropuertos de la capital, aunque no hay ninguna indicación de que haya cambiado la política de tener que hacerse un test antes de volar en avión. Tampoco se exigen ya pruebas para coger el metro.

Mientras esperaban noticias, algunas personas, temerosas de que el virus pudiera propagarse ahora más rápido, se han apresurado a comprar tests de antígenos y fármacos contra la fiebre, lo que ha hecho que se hayan emitido advertencias contra el acaparamiento y el alza de los precios.

Un grupo de personas hacen cola en una farmacia de Pekín para comprar medicamentos para la COVID REUTERS/Alessandro Diviggiano

Casi tres años después de que China detectara las primeras muertes por un nuevo coronavirus en la ciudad de Wuhan, las protestas por los estrictos confinamientos han llevado a varias ciudades a levantar algunas de las restricciones en los últimos días después de que el Gobierno declarara la semana pasada que se daban "las condiciones para ajustar medidas".

Las ciudades chinas comienzan a levantar restricciones

Antes de Pekín, lo han hecho otras ciudades como Shanghái, que tampoco exige resultado negativo de ácido nucleico para usar el transporte público y acceder a atracciones turísticas, aunque sigue siendo necesario para acudir a restaurantes y otros lugares públicos a cubierto, informa Efe.

Otra ciudad de la región de Zhejiang, Ningbo, ha ido un paso más allá y tampoco exige escanear con el teléfono móvil un código de seguimiento a la entrada de los establecimientos que permite el rastreo de los contactos de positivos para su posterior confinamiento.

La flexibilización de las normas se produce tras una serie de protestas que supusieron la mayor expresión de descontento público en la China continental desde que el presidente Xi Jinping llegó al poder en 2012. Este mismo miércoles China podría anunciar diez nuevas medidas de relajación, según dos fuentes citadas por Reuters.

La viceprimera ministra Sun Chunlan, a cargo de supervisar la política de 'cero covid', aseguró la pasada semana que la baja patogenicidad del virus y la alta tasa de vacunación de más del 90 % de la población, entre otros factores, han "creado las condiciones" para que el país "ajuste las medidas contra la pandemia" al estar en "una nueva situación".

La estricta política de "cero COVID"

La política de "cero COVID" consisten en el aislamiento de todos los contagiados y sus contactos cercanos -de ahí el rastreo mediante el escaneo de los teléfonos móviles- estrictos controles fronterizos, confinamientos parciales o totales en los lugares donde se detectan casos y pruebas PCR constantes a la población urbana.

China ha sufrido en los últimos meses oleadas de rebrotes atribuidas a la variante ómicron que han provocado cifras récord de contagios no vistas desde el inicio de la pandemia en la primera mitad de 2020.

Según las cifras oficiales, desde el inicio de la pandemia el país ha registrado un total de 345.529 contagios -cifra que excluye a los asintomáticos- y 5.235 fallecimientos.

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