Benjamin Netanyahu, ganador de las elecciones israelíes y con el mandato para formar ejecutivo, ha llegado a un acuerdo de coalición con el partido de extrema derecha Sionismo Religioso, lo que acerca al primer ministro designado a asegurar un nuevo Gobierno tras los comicios celebrados el mes pasado.
Tras días de largas negociaciones que se trabaron por la demanda del líder de Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich, de obtener los Ministerios de Defensa o Finanzas, el partido Likud de Netanyahu ha anunciado en un comunicado que finalmente han llegado a un acuerdo.
El acuerdo con Smotrich es otro paso adelante para Netanyahu en su ardua tarea para crear el que se prevé que sea el Gobierno israelí más derechista de la historia, tras haber cerrado ya pactos con las formaciones de extrema derecha Poder Judío y Noam. Aun así, todavía le queda llegar a compromisos con dos partidos de su bloque derechista y religioso, los judíos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá. Tiene tiempo para materializar acuerdos hasta el 11 de diciembre, cuando se acabe el límite de 28 días que le entregó el presidente israelí para formar el ejecutivo. En caso de no conseguirlo le podría dar una extensión de 14 días más.
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Sionismo Religioso se presentó en las elecciones israelíes celebradas el 1 de noviembre en coalición junto a Poder Judío y Noam. Estas tres fuerzas de corte ultraderechista obtuvieron 14 escaños en un Parlamento de 120 y se convirtieron en la tercera fuerza del país, aunque posteriormente se separaron y han negociado su inclusión en el futuro ejecutivo de Netanyahu por su propia cuenta.
Netanyahu le entrega la cartera de Finanzas
Tras el acuerdo alcanzado, Netanyahu entregará a Sionismo Religioso la cartera de Finanzas, pero este será rotatorio y se asume que se entregará a otro partido a mediados de legislatura.
A su vez le concederá amplios poderes en el Ministerio de Defensa para gestionar las colonias israelíes en Cisjordania ocupada.
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Obtener mayor control sobre territorio palestino, clave para la ultraderecha israelí que aboga por una contundente colonización, era una de las metas del partido, que también pasará a gestionar el Ministerio de Inmigración y Absorción y una cartera denominada de Misiones Nacionales.
Asimismo, liderará comités parlamentarios de peso como el de Constitución, Ley y Justicia, algo que podría ser importante por sus objetivos de reformar en profundidad el sistema judicial del país y promover propuestas de ley polémicas como la cláusula de anulación, una medida que daría poderes al Gobierno para tumbar fallos de tipo constitucional dictaminados por el Tribunal Supremo.