El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha agradecido al vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, "sus ganas de ayudar" con el dictamen en el que se recomienda analizar las consecuencias negativas del impuesto a la banca y ha afirmado que, aunque toma nota del mismo, el Ejecutivo seguirá adelante con su hoja de ruta.
El presidente se ha referido así a las palabras que el vicepresidente del BCE ha pronunciado este viernes, subrayando que el dictamen de la institución "trata de ayudar" al Gobierno.
En rueda de prensa tras la Cumbre Hispano-Portuguesa y preguntado por cómo va a garantizar el Gobierno que los riesgos que apunta el BCE no se van a producir, el jefe del Ejecutivo ha señalado que Guindos es "bien conocido por la política española". Así, Sánchez ha recordado que Luis de Guindos fue ministro de Economía del Gobierno del PP y "artífice del rescate al sector financiero que no iba a costar un céntimo de euro a los españoles".
"Tomaremos en cuenta el informe, pero el Gobierno sigue adelante", especialmente tras los últimos "anuncios de beneficios y reparto de dividendos de las entidades financieras", ha insistido Sánchez. "Creo que está justificado que arrimen el hombro un poquito durante estos tiempos tan difíciles que están atravesando los españoles y las españolas", ha continuado.
Por otro lado, preguntado sobre la manera en la que el Gobierno va a garantizar que la banca no traslade el impuesto a los clientes, Sánchez se ha remitido a la redacción de la proposición de ley, que plantea que el gravamen no se traslade a los clientes de las entidades financieras afectadas por el impuesto, algo que vigilará la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El BCE cree que el gravamen puede ser "perjudicial"
Este jueves, el Banco Central Europeo emitió un dictamen en el que consideraba que el impuesto español a la banca podría ser "perjudicial" para el sector y pedía libertad para trasladarlo directamente en los clientes.
De acuerdo con el máximo organismo europeo, la nueva medida podría poner en peligro una transmisión fluida de las medidas de política monetaria a la economía en general si las entidades afectadas registran unos beneficios bajos o pérdidas en el momento en que se recaude de forma efectiva el gravamen, cuyo importe podría no ser proporcional a la rentabilidad de una entidad de crédito.
Este mismo viernes por la mañana, el ministro de Presidencia, Félix bolaños, se ha abierto a "mejorar" el impuesto, pero ha subrayado que el dictamen no es "vinculante" y ha incidido: "Nuestra posición es muy clara. Queremos que las grandes energéticas y financieras colaboren para sufragar el escudo social".
Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que el BCE "en ningún caso, pone en cuestión ni pide la paralización" del impuesto a la banca. Montero ha manifestado que el Gobierno central siempre pondrá en un primer plano el bienestar de las personas, mientras que el BCE "vela por la salud" de las entidades financieras y su rendimiento.