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Josef Aschbacher, director general de la ESA: "Europa no puede perder el tren del espacio"

  • El responsable de la Agencia Espacial Europea espera conseguir 18.000 millones de euros en tres años

  • “Después de la misión Artemis I, todos vamos a ir a la Luna para quedarnos”, asegura a RNE

ROSA BASTEIRO (RNE)
9 min.

La Agencia Espacial Europea (ESA) quiere ganar posiciones de cara a la nueva era de exploración espacial en la que están previstos hitos como regresar a la Luna e ir a Marte, además de mirar hacia el espacio como un lugar de oportunidades e, incluso, de ocio para el turismo. Hemos hablado con su máximo responsable, el astrónomo austriaco Josef Aschbacher, sobre diferentes programas en marcha y sobre los que están en agenda. Programas que podrían ofrecer mayor información y seguridad a los ciudadanos aquí en La Tierra frente al cambio climático, por ejemplo, o que podrían revolucionar, de una forma sostenible, nuestro sistema energético. Con la vista puesta en el Consejo Ministerial de noviembre, el máximo responsable de la Agencia Espacial confía en recaudar más de 18.000 millones de euros para los próximos tres años.

P: El 14 de noviembre la NASA intentará de nuevo lanzar Artemis I, la primera misión a la Luna en la que Europa tiene su papel protagonista. Cuando lo logre, ¿supondrá el punto de partida para una nueva era de exploración espacial?

R: Sí, el lanzamiento de Artemis tal vez suponga una nueva era de exploración espacial porque Estados Unidos volverá a la Luna, pero esta vez con Europa y la Agencia Espacial Europea. En la época del Apolo, los astronautas de los Estados Unidos iban allí y tardaban un par de días en regresar, pero ahora todos vamos a ir a la Luna para quedarnos. Estamos muy orgullosos de formar parte de esta misión.

La NASA vuelve a la Luna 50 años después con la misión Artemis I

P: La Agencia Espacial Europea aporta en todas las misiones Artemis los módulos de servicio que proporcionan agua, oxigeno y climatización a la nave Orión, unos elementos que cuentan con piezas fabricadas en España y sin los que sería imposible transportar a seres humanos hasta la Luna.

R: Es cierto, España es una gran potencia espacial, muy capaz de participar en infinidad de proyectos, incluida la construcción de los módulos de servicio europeos, y no debemos olvidar que los módulos de servicio son los elementos que permitirán a los humanos ir a la Luna y regresar. Sin Europa, la NASA no podría enviar sus astronautas a la Luna. También es una buena señal de que la NASA confía en Europa, porque es un elemento crítico de la tecnología y eso demuestra que las relaciones con la agencia espacial estadounidense son excelentes gracias a nuestra potente industria y nuestra comunidad científica en la misión Artemis.

Sin Europa, la NASA no podría enviar a sus astronautas a la Luna

P: Otro de los objetivos de la Agencia Espacial es poder colocar al primer europeo en La Luna. ¿Cómo van las negociaciones con la NASA y cuáles son las condiciones o requisitos para lograrlo?

R: Las negociaciones van bien. Ya hemos acordado con NASA que tres de nuestros astronautas de la ESA van a volar dentro del programa Artemis en dos de los vuelos programados, en Artemis 4 y Artemis 5, que tendrán lugar en la segunda parte de esta década, y hay un tercer vuelo, pero aún no lo hemos concretado. Lo estoy negociando intensamente con la NASA. No sabemos cuándo será, pero yo espero que sea cuando los astronautas lleguen a la superficie de la Luna y tengo la esperanza de que será también antes de que acabe esta década.

El futuro del espacio: ¿Cuáles son los próximos objetivos?

P: Háblenos de otras misiones en el horizonte, otros desafíos que podrían situar a Europa en un lugar destacado dentro de la economía espacial, como HERA, esa nave que la Agencia Espacial Europea va a enviar al asteroide Dymorphos contra el que hace unos días la NASA estrelló otra nave en la primera misión de defensa planetaria. A Europa le toca evaluar in situ los efectos del impacto

R: Esto es algo muy emocionante que suena a Hollywood. Una nave que impacta contra el asteroide Dymorphos y otra que va después a ver qué ha pasado. De hecho, NASA necesita la misión europea de satélites HERA para conocer qué ha ocurrido con el asteroide. Las imágenes a distancia serán muy impresionantes pero, en realidad, para saber las repercusiones del impacto, los cambios en la masa, solo se puede hacer con satélites a poca distancia, así que Hera es parte de esta misión. Es parte del paquete de negociaciones ministeriales ahora en noviembre. Esperamos lanzar la nave a finales de 2024. Es realmente emocionante afrontar este reto.

Una nave de la NASA choca por primera vez contra un asteroide para desviar su trayectoria - Ver ahora

P: Hay otro proyecto relacionado con la Luna, muy ambicioso, para el que ESA ha lanzado una convocatoria para todas aquellas empresas que quieran participar en el desarrollo de tecnologías o simplemente como inversores porque desde la Agencia se plantea como un proyecto lleno de oportunidades. Me refiero a Moonlight, esa constelación de satélites alrededor de la Luna ¿Para cuándo y para qué servirá?

R: Moonlight es un proyecto novedoso sobre el que nadie ha trabajado hasta ahora, ni siquiera en Estados Unidos, y será una constelación que prestará servicios de comunicación y navegación alrededor de La Luna. Al igual que en la Tierra usamos teléfonos móviles para hacer llamadas, para comunicaciones y para navegación, el objetivo es ofrecer lo mismo alrededor del satélite para los astronautas en la Luna, para robots que vayamos a llevar hasta allí. También tendrían grandes intereses comerciales, como pueden imaginar, las compañías del sector en la Tierra, que podrían hacer un buen negocio para mejorar sus comunicaciones y servicios de navegación.

P: Ahora que estamos con la crisis energética y climática, desde la Agencia Espacial Europea se trabaja en un proyecto que podría ser el complemento perfecto para las energías renovables que ya conocemos: la colocación de satélites solares en órbita para captar la energía del Sol y transmitirla a La Tierra. Este proyecto se llama SOLARIS. Cuéntenos, ¿en qué fase de desarrollo está y cuáles serían sus ventajas?

R: Solaris es una idea de proyecto de lo más interesante, porque aún no es un proyecto, pero imaginen, en la actual crisis energética, cuanto dependemos de otros países, en particular de Asia. Europa necesita mucha más independencia para su propio consumo y aplicaciones energética. Esto es algo extremadamente importante, además de las ventajas que tiene el uso de energías renovables como la solar para la reducción de nuestra huella de carbono.

Estos son los motivos principales por los que nos comprometemos y queremos liderar esta idea. Por eso lo que estamos estudiando ahora es la viabilidad tecnológica, para ver si funciona. Pero las dimensiones del proyecto son enormes. La idea es colocar una gran estación solar en órbita, además de toda la infraestructura y su mantenimiento, también en La Tierra porque la energía sería transmitida desde el espacio hasta aquí.

Cuando veamos la viabilidad podremos trabajar a gran escala, pero económicamente es viable. Es más barato obtener la energía solar en el espacio que en la Tierra. Así que todo esto necesita ser investigado. Aún no tenemos todas las respuestas, pero es parte del proyecto responder a cuestiones fundamentales. Lo que yo propongo es una inversión de 60 millones de euros para hacer los estudios, ver la viabilidad tecnológica, hacer los análisis pertinentes y después, si son positivos y exitosos, entonces nos podremos meter en un proyecto mayor, junto con las empresas comerciales de la industria energética interesadas en construir un sistema más sostenible. Pero no estamos en esa etapa. El primer paso es descubrir, probar tecnologías y ver qué tipo de proyecto se podría hacer a gran escala.

P: Todo esto requiere una fuerte inversión. Estamos hablando de trabajar en el espacio para mejorar la seguridad y la vida en La Tierra, de no perder el tren en esta nueva era del sector en un momento en el que países como China y Estados Unidos están invirtiendo mucho dinero ¿De cuánto estamos hablando? ¿Cuánto dinero deberían aportar los países miembros de la ESA? ¿Se va a tratar este asunto de financiación en el próximo Consejo Ministerial de la Agencia que se celebrará en París a finales de noviembre?

R: Esto es justo lo que vamos a discutir ahora, en el Consejo Ministerial de noviembre, y España es un miembro importante en este debate. La ponencia sobre inversión es clave. Estamos negociando alrededor de 18.000 millones de euros para los próximos 3 años. Puede parecer una enorme cantidad de dinero, y lo es, pero hay que verlo en el contexto de las previsiones económicas. Cada euro invertido en el espacio, impulsará el crecimiento económico en Europa y en el mundo.

En el otro lado, lo que vemos es que las inversiones en el sector espacial en Estados Unidos y en China están creciendo muy rápido, también en Japón, en India, en Arabia Saudí, en Emiratos Árabes, en un montón de países están aumentando enormemente porque el espacio es un nuevo sector económico, un sector en crecimiento. Esto está pasando y Europa tiene que decidir qué va a hacer: seguir la corriente e invertir en la misma magnitud o no. Mi postura es que no podemos perder el tren porque es sumamente importante para Europa, no solo para el sector estatal, sino para la sociedad en su conjunto. Estamos hablando de tecnología, de posiciones geopolíticas, de oportunidades económicas, de diplomacia espacial. No olvidemos las vocaciones científicas STEAM de la gente joven en un nuevo dominio inspirador. Por eso es absolutamente fundamental que las inversiones que acordemos en el Consejo interministerial vayan en línea con lograr una posición fuerte para Europa en el mundo, así que todos estos programas de la ESA serán parte de la Conferencia ministerial.

Cada euro invertido en el espacio, impulsará el crecimiento económico en Europa y en el mundo

P: ¿Qué papel tiene España en todo esto?

R: España es una gran potencia espacial, es una creciente potencia espacial. Sus capacidades han crecido mucho en los últimos 10-15 años. España es contratista principal de grandes proyectos satelitales, por ejemplo, en Copernicus. Pero la industria española también está creciendo en otros dominios. Espero que sea una tendencia en aumento, que España sea un compañero fuerte en el espacio y en la Agencia porque traerá muchos beneficios para el país y para todos los ciudadanos: para la agricultura, la ganadería, la pesca, para la seguridad de la gente frente al cambio climático, pero también para la navegación y las telecomunicaciones. Estoy seguro de que los políticos españoles reconocen las ventajas de convertirse en un fuerte inversor en el Consejo Ministerial de noviembre.

P: Estamos a punto de conocer a la nueva generación de astronautas de la Agencia Espacial Europea. Pregunta obligada ¿hay algún español en la fase final de selección?

R: Justo me acabo de entrevistar en la última ronda con algunos de los astronautas, pero en este grupo no había ningún candidato español. Aún no me he reunido con ellos, pero los he visto. En las próximas semanas, espero entrevistarme con los candidatos españoles.

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