Los delitos de odio por razón de orientación sexual e identidad de género aumentaron en 2021 un 67,63% respecto a 2019, según los últimos datos del Ministerio del Interior, si bien la mayoría de los delitos de odio conocidos el año pasado están relacionados con el racismo o la xenofobia (un 35,46% del total). Ambas cuestiones, junto con la motivación por cuestión de ideología, sirven de radiografía de los delitos de odio en España, puesto que suponen casi el 80% del total.
La Policía Nacional, la Guardia Civil y los cuerpos policiales autonómicos registraron el pasado año 1.802 delitos e incidentes de odio (1.724 delitos y 78 infracciones administrativas), un 5,6% más respecto a 2019. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha presentado estos datos y ha hecho hincapié en compararlos con 2019 y no con 2020 por motivos “evidentes” respecto a la situación de la pandemia de coronavirus.
El racismo, con 639 hechos conocidos, es la principal causa de los delitos de odio cometidos en 2021 (un 35,46% del total). En concreto, estos hechos han aumentado un 24,08% respecto a los 515 de 2019.
Respecto a la orientación sexual e identidad de género, los hechos conocidos que se contabilizaron en 2021 fueron 466, un 25,86% del total, lo que los hace los segundos más frecuentes. Estos delitos aumentaron un 67,63% respecto a los 278 de 2019.
Por otra parte, en 2019 se registraron 326 hechos relacionados con la ideología de las víctimas, un 18,09% del total. Este tipo de delitos han experimentado, sin embargo, un importante descenso del 45,30% respecto a los 596 de 2019.
"La serie histórica nos demuestra una tendencia alcista desde 2014", ha destacado Marlaska durante la presentación de estos datos. Sin embargo, ha recalcado que el 80% de delitos de odio no se denuncian y quedan “impunes”. Aún así, cada vez se va haciendo menor el margen de la infradenuncia, ha indicado.
El 62,87% de los hechos se esclarecieron y hubo 743 detenidos
Del total de los hechos conocidos, los agentes han esclarecido 1.133, un 62,87%. De éstos, el 465 fueron xenófobos (un 72,7 % de esta tipología), 314 homófobos (67,3 %) y 169 ideológicos (51,8 %).
Por otra parte, en 2021 el 42% de las agresiones se produjeron a modo de lesiones (un 21%) y amenazas (otro 21%), seguidos de los daños (6,88%) y las injurias (6,49%).
La gran mayoría de delitos o incidentes de odio (un 40,6% del total) se produjeron en las vías públicas, seguido de las viviendas (un 20,6%).
Por comunidades autónomas, el País Vasco encabeza la tasa de delitos por cien mil habitantes con un 11,92%, seguido de Navarra (6,80), Madrid (4,93) e Islas Baleares (4,77). Por el contrario, Extremadura es la región que menos delitos ha registrado (1,60) seguida de Murcia (2,04), Cantabria (2,229 y Castilla-La Mancha (2,24%).
Perfil de la víctima y del investigado
Interior contabiliza en 1.874 las victimizaciones por delitos e incidentes de odio. La mayoría de las víctimas son hombres (el 63,8%) y, por edad, los jóvenes de entre 26 y 40 años suponen un 32,98%. Los menores de edad constituyen el 11,31 % del total de victimizaciones en 2021.
Por nacionalidad, la mayoría de víctimas son españolas (un 65,5%). Entre las víctimas extranjeras, la mayoría procede de Marruecos Marruecos (9,66 %), seguido de Colombia (2,72 %) y Venezuela (1,76 %).
En cuanto a los detenidos, el perfil es mayoritariamente masculino (un 81,2%). En relación a los grupos de edad, un porcentaje importante de los autores de estos hechos se encuadra dentro del rango de 26 a 40 años, en concreto, el 29,21 %.
Marlaska también ha informado del estado de ejecución del II Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio, aprobado el pasado mes de abril y con vigencia hasta final de 2024. Según ha dicho, en los seis meses que lleva activo, se han cumplido ya o están en fase de ejecución 34 de las 86 medidas comprometidas. Ha destacado en concreto la la creación de grupos especializados en la investigación de los delitos de odio en la Comisaría General de Información de la Policía Nacional y en la Jefatura de Información de la Guardia Civil, tanto en sus servicios centrales como en su despliegue periférico.