El grupo ecologista Greenpeace ha denunciado esta semana el polémico "eco-tongo" del etiquetado de la Dirección General de Tráfico (DGT). Según opina el responsable de movilidad de la organización, Adrián Fernández, a TVE, actualmente la DGT diseña dichas etiquetas de acuerdo a los "dictados de la industria del motor" y no con base en principios ambientales y científicos.
Para comprobarlo, TVE ha acompañado al responsable de la consultora de movilidad Responsabilidad Social Empresarial (RSE), Javier Buhiga, a medir las emisiones de los vehículos.
En tiempo real, su equipo toma 100 mediciones de la pluma de escape que deja el coche al pesar con un radar parecido a los de velocidad. De acuerdo a los datos de esta máquina, los coches híbridos con etiqueta cero emisiones circulan al menos el 50% del tiempo con el motor de combustión y, por lo tanto, contaminando.
"Los híbridos enchufables son vehículos muy grandes, tienen un peso enorme, y cuando circulan en modo combustión tienden a emitir más que el vehículo tradicional", ha detallado Buhiga.
La DGT se niega a reformar el etiquetado
Por eso y por los coches de gas, la clasificación ambiental de la DGT lleva años en discusión. Los grupos ecologistas, por su parte, reclaman una reforma.
Sin embargo, la DGT ya ha dicho que no revisará las etiquetas ambientales esta legislatura por el contexto económico actual.
Aunque reconoce que el sistema debe ser actualizado, afirma que "ahora no toca", no es el momento para afectar a un sector económico importante, ha asegurado a TVE.