El Laborismo británico ha clausurado este miércoles su congreso anual como el partido de la "responsabilidad fiscal" frente a la inquietante inestabilidad económica que sufre el país tras el plan de recortes fiscales anunciado por el Gobierno.
Tras cuatro intensas jornadas, en las que ha predominado el optimismo y la esperanza entre los congregados, el líder laborista, Keir Starmer, ha declarado este miércoles a varios medios que su formación "está muy, muy alejada del Gobierno", con "reglas fiscales claras" frente a un Gobierno conservador "que ha perdido el control" de las finanzas.
En alusión a las críticas del Fondo Monetario Internacional al plan de crecimiento del Ejecutivo de Liz Truss, que ha generado temores en los mercados y que el FMI tilda de "inadecuado" en un contexto de alta inflación, Starmer ha subrayado que el Laborismo es "el partido de la responsabilidad fiscal" frente a un Gobierno que "ha perdido el control de la economía".
El político ha dicho que, con frecuencia, son factores internacionales, como el conflicto en Ucrania, la crisis energética o el coste de la vida, los que provocan turbulencias en los mercados, aunque, en este caso, es el propio Gobierno el que ha "autoinfligido el daño en la economía", la "peor de las situaciones" en las que pueden encontrarse este país.
Starmer: "Somos enormemente diferentes de los conservadores"
Frente al paquete fiscal anunciado por el Ejecutivo el líder laborista ha asegurado que su formación "no recortaría el tope máximo del impuesto sobre la renta del 45 % al 40 %" y que "no cancelaría el incremento fiscal al impuesto de sociedades".
"Somos enormemente diferentes de los conservadores. Tenemos dos reglas que ya asumimos el pasado año: que pagaríamos por el gasto diario y que solo nos endeudaríamos para invertir", ha dicho Starmer.
Entre otras medidas económicas que adoptaría su formación, Starmer ha explicado que incluirían una tasa a las firmas petroleras y gasísticas y ha dicho que modificarían el actual estatus fiscal para los no domiciliados.
La 'número dos' del partido, Angela Rayner, ha sido la encargada de dar el discurso de clausura, en el que ha subrayado que su formación abordará la crisis climática y pondrá en marcha, entre otras iniciativas, una revolución verde industrial con la que se llegará al 100 por cien de energía limpia para 2030.