Unas 150.000 personas, según la Guardia Urbana, han participado este domingo en Barcelona en la manifestación independentista convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) con motivo de la Diada del 11 de septiembre, una marcha que no ha contado con la presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ni de otros líderes de ERC. Se trata de la cifra más baja de asistentes de la última década, con la excepción de los dos años de pandemia.
La ANC, por su parte, ha cifrado en 700.000 el número de asistentes a la marcha, para la que este año ha fletado 240 autobuses que han traído a manifestantes de otros puntos de Cataluña, algo más de los 200 del año pasado pero lejos de los 1.300 de 2019, cuando asistieron a la protesta 600.000 personas.
La manifestación, que ha partido a las 17.14 de la avenida Paral·lel y ha acabado en la Estación de Francia, ha tenido lugar en el momento de mayor división del independentismo tras el choque entre la ANC y una ERC que, en una decisión inédita, se desmarcó de la movilización por su enfoque crítico con la estrategia de diálogo del Govern de Aragonès.
Además de las anunciadas ausencias del presidente catalán y los consellers de ERC, a la manifestación tampoco han asistido ni Oriol Junqueras, ni Marta Vilalta, ni otros dirigentes de peso, de manera que la expresidenta del Parlament Carme Forcadell ha sido una de las pocas caras visibles del partido en la marcha.
Sí han acudido los miembros de la plana mayor de JxCat, incluidos la secretario general, Jordi Turull, la presidenta, Laura Borràs, y consellers como Jordi Puigneró o Jaume Giró, además de Xavier Trias, exalcalde de Barcelona, recibido por sus compañeros con gritos de "alcalde".
ANC: "Independencia o elecciones"
Durante el discurso que ha puesto fin a la marcha, la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, ha retado al Govern de Pere Aragonès y a los partidos independentistas a implementar ya la independencia o convocar elecciones de forma inmediata, ante lo que ha advertido de que su entidad promoverá una "lista cívica" independentista.
Entre gritos de "Govern dimisión" entre los manifestantes, Feliu ha cargado contra los partidos independentistas. "El 52% del Parlament se define como independentista, por lo tanto las opciones son claras. O independencia o convocad elecciones. ¡Independencia o elecciones! ", ha exclamado la líder de la ANC, que ha criticado los "falsos diálogos que no engañan a nadie" y ha avisado: "Si los partidos no quieren hacer la independencia, depende de nosotros".
Feliu ha censurado la apuesta por el diálogo de ERC y del Govern, reprochando los "falsos diálogos que no engañan a nadie", más aún con un Gobierno de Pedro Sánchez que "saca pecho de su intervención en el 155" o "espía" al independentismo; y ha hecho un llamamiento en inglés a las instituciones europeas a "tomar medidas" ante el "intolerable" espionaje político con el sistema Pegasus.
Manifestantes independentistas participan en la marcha de la Diada este domingo en Barcelona. Josep LAGO / AFP
Por su parte, el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha asegurado que “confundirse de enemigo” no es “ninguna opción”, ya que la independencia no va de “buscar culpables”, tras lo que ha recibido abucheos por parte de algunos asistentes.
“Todo el mundo es necesario”, ha reiterado el presidente de Òmnium, que horas antes ha hecho un llamamiento a ampliar el número de voces dentro de la dirección estratégica del independentismo; en cualquier caso, se ha congratulado de la asistencia a la manifestación de la Diada: “Ni la represión ni la frustración han impedido que este país se movilice como lo está haciendo”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Municipios Por la Independencia (AMI), Jordi Gaseni, ha destacado que los independentistas deben trabajar unidos para “crear una nueva oportunidad”, sin "buscar culpables" ni "lamentarse", que permita culminar la ruptura con España después de haber tenido la secesión “a tocar” durante los meses de septiembre y octubre de 2017.
Al final de los discursos, ya finalizada la manifestación, un grupo de manifestantes han subido al escenario con una gran pancarta en la que podía leerse "Botiflers (traidores), la historia os juzgará", en línea con diversas pancartas que han podido verse en la concentración, críticas con el Govern y con el presidente catalán.
En la mañana de este domingo, las fuerzas políticas independentistas han realizado la ofrenda floral a Rafael Casanovas, donde también se han producido algunos incidentes cuando los miembros de ERC han sido abucheados y silbados al grito de "botiflers" (traidores).
A esta ofrenda floral sí ha acudido Pere Aragonès, quien de ha mostrado "convencido" de que Cataluña volverá a votar en un referéndum sobre la independencia.
Encapuchados queman una foto de Sánchez y Aragonès en la protesta de la CUP
Varios jóvenes queman una fotografía del presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la manifestación convocada por la CUP. EFE/ Quique García
Unas 1.500 personas, según la Guardia Urbana, se han manifestado en Barcelona en la tradicional marcha que convocan la CUP y la izquierda independentista con motivo de la Diada, una protesta en la que un grupo de encapuchados ha prendido fuego a una fotografía de Pedro Sánchez con Pere Aragonès.
La manifestación, en la que según la CUP han participado 8.000 personas, se ha iniciado en la plaza Urquinaona de Barcelona -epicentro de los disturbios en las protestas de octubre de 2019 contra la sentencia del procés- y ha finalizado, como es habitual, en el barrio barcelonés del Born.
Aunque la tradición suele ser quemar imágenes del rey como colofón a la marcha, en esta ocasión los encapuchados han prendido fuego a una gran fotografía de un encuentro entre los presidentes español y catalán, en uno de los laterales del paseo Lluís Companys de Barcelona.
Los manifestantes han aclamado la quema de fotografías, entre proclamas como "Ni Francia, ni España, Països Catalans" o "Esquerra y JxCat, la paciencia se ha acabado".
Durante el recorrido de la manifestación, a la que han asistido diputados de la CUP en el Parlament y el Congreso, varios grupos de manifestantes han hecho pintadas en las paredes de algunos edificios, con lemas como "Fuego al capital", "España = Fascismo" "Independencia o sumisión".