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Así cerraron las encuestas en Italia: la derecha se dirige a una clara victoria liderada por la ultraderechista FdI

  • La extrema derecha de Hermanos de Italia ganaría con el 24,7% de los votos, según el promedio de sondeos de DatosRTVE

  • Consulta la evolución de las encuestas para la cita electoral del 25 de septiembre en Italia

DatosRTVE
6 min.

A apenas dos semanas de que Italia celebre elecciones legislativas, las encuestas auguran una clara victoria de la derecha, que aumenta su ventaja, y en concreto, de la formación de ultraderecha Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), liderada por Giorgia Meloni, que desde que empezó la campaña electoral ha aumentado su distancia respecto al Partido Democrático (PD) de Enricco Letta.

Si se celebrasen elecciones hoy, el partido de extrema derecha obtendría casi uno de cada cuatro votos (24,7%), según el promedio de encuestas elaborado por DatosRTVE a partir de los principales sondeos italianos, que el 9 de septiembre han publicado sus últimas proyecciones, según lo permitido por la ley electoral, antes de los comicios del 25 de septiembre, si bien los partidos seguirán haciendo encuestas internas hasta el final de la campaña.

La abultada victoria de Hermanos de Italia sería todo un giro de guion en la política italiana para una formación que no llegó al 5% de los votos en las últimas elecciones generales. El partido de extrema derecha ha estado en cabeza desde mayo, siempre por delante del PD, la principal formación de izquierdas, y la distancia entre ambos ha crecido hasta los tres puntos (21,8%).

Ante el próximo 25 de septiembre, los sondeos dibujan sin género de dudas un escenario favorable a una coalición de derechas para gobernar Italia en medio de la actual crisis energética y económica a consecuencia de la guerra en Ucrania. Expertos del think tank Instituto Cattaneo consideran que la ventaja del bloque conservador es lo bastante amplia para alcanzar la mayoría absoluta tanto en la Cámara como en el Senado. "Las diferencias son tan grandes que el resultado de las elecciones ya no está en duda", concluía el instituto Ipsos en su última encuesta publicada el pasado viernes en el Corriere della Sera, informa Efe.

Fratelli d’Italia -socia de Vox en el Parlamento europeo- cuenta con el apoyo de la Liga y Forza Italia, las marcas de Matteo Salvini y Silvio Berlusconi, que han cedido protagonismo a Meloni. La candidata ultraderechista ha sabido aprovechar la situación, y su partido ha sido el principal ausente del pacto de gobierno de Draghi, mientras que tanto Salvini como Berlusconi formaron parte de la coalición gobernante hasta julio. Los sondeos dan a su partido más representación que a la Liga y FI juntos, de modo que Giorgia Meloni se coloca en una posición de fuerza para ser la primera mujer que llega a primera ministra en Italia.

Su escalada se ve favorecida por la ley electoral italiana, que premia alianzas previas a los comicios, como la establecida entre las derechas. Desde que se inició la campaña, las encuestas mantienen al bloque de las derechas en torno al 45% de los votos, con 17 puntos de ventaja sobre la coalición del Partido Democrático y otras pequeñas formaciones de izquierda.

La caída en los sondeos en los últimos días para el PD ha hecho saltar las alarmas en el partido pogresista. Su secretario general, Enrico Letta, ha advertido a sus candidatos de que si siguen cayendo, la derecha podría crecer hasta hacerse con el 70 % de la representación parlamentaria. Y con tres cuartos del Parlamento se puede cambiar la Constitución sin necesidad de convocar un referéndum, aunque este escenario tampoco estaría garantizado dadas las divisiones dentro de las coaliciones que podrían dificultar los acuerdos.

Al margen de las grandes coaliciones, se encuentra el Movimiento 5 Estrellas (M5S) liderado por Giuseppe Conte, a quien Letta ha dado la espalda por ser uno de los partidos que derribaron el gobierno de Draghi. El M5S no parece que se sumará a la coalición de izquierda tras la ruptura antes de las elecciones con el PD.

Según el promedio de encuestas, el 25 de septiembre se confirmaría la caída de la formación, que tras ganar las elecciones de 2018 ahora atraería apenas el 12% de los votos, muy por debajo del 32% que cosechó en 2018, siendo entonces la fuerza más votada. No obstante, el partido de Giuseppe Conte remonta día a día en intención de voto y, frente a la pérdida de apoyos en las últimas encuestas de Forza Italia, está en condiciones de ser la tercera fuerza, aunque a expensas del PD.

Al margen de las principales alianzas, el partido centrista Acción e Italia Viva, liderado por el exempresario Carlo Calenda, avanza poco a poco en las encuestas, pero las encuestas apenas le atribuyen más del 7% de los votos, con los que podría obtener una representación de 15 diputados y cuatro senadores, según estima el Instituto Cattaneo, informa Reuters. Por su parte, los aliados de Verdes e Izquierda italiana (AVS), podrían entrar en el Parlamento, ya que superan el 3% de umbral electoral, algo que no conseguiría el partido +Europa de Emma Bonino, según el promedio de sondeos de DatosRTVE.

En busca de un gobierno estable

Las elecciones legislativas en Italia de este 25 de septiembre tendrán novedades: la Cámara de Diputados pasa de 630 escaños a 400, y el Senado de la República también reduce su número de electos de 315 a 200, es decir, un total de 600 representantes. Se vota con el sistema electoral que ya se puso en práctica en 2018, denominado "Rosatellum bis", en el que el 36 % de los escaños de la Cámara de los Diputados y del Senado serán asignados con un sistema mayoritario basado en circunscripciones uninominales y el 64% de forma proporcional. Tecnicismos aparte, en la práctica es un sistema que favorece los pactos previos y perjudica a los partidos que se presentan en solitario o con poca implantación territorial.

Las elecciones llegan después de que el primer ministro Mario Draghi perdiera los apoyos de sus aliados a derecha e izquierda el pasado mes de julio. Tras varios días de tensiones, el presidente de la república, Sergio Matarella, aceptó la renuncia de Draghi y convocó a los italianos a las urnas una vez más.

La cita electoral será un nuevo intento de garantizar la gobernabilidad en un país de eterna crisis política. La inestabilidad reinante ha supuesto que Italia haya tenido 23 gobiernos en 35 años. Un primer ministro cada año y medio.


Asimismo, quien suceda a Draghi como primer ministro se enfrentará a retos importantes. Desde la aprobación de una ley presupuestaria antes de finales de año hasta la posible escasez de energía de este invierno, pasando las reformas necesarias para asegurar el siguiente tramo de los fondos de ayuda de la Unión Europea.

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