La Comisión Europea ha propuesto un paquete de medidas para responder a los "astronómicos" precios de la electricidad, que están dañando desde hace meses la capacidad económica de los hogares y las empresas. Entre ellas, ha planteado fijar un tope al precio del gas ruso, limitar los beneficios de las compañías energéticas o establecer una reducción obligatoria del consumo electricidad en los picos de mayor demanda de al menos un 5 %.
Así lo ha señalado este miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una rueda de prensa previa al encuentro de este viernes entre los ministros de Energía de la Unión Europea (UE): "Propondremos un límite al precio del gas ruso. Debemos recortar los ingresos de Rusia que Putin utiliza para financiar esta atroz guerra en Ucrania", ha recalcado.
Se trata de la principal iniciativa de las cinco que Von der Leyen ha puesto sobre la mesa y que tienen como objetivo seguir limitando las compras de gas a Rusia a la vez que se reduce el consumo energético de cara al invierno. "Nos enfrentamos a una situación extraordinaria porque Rusia es un proveedor poco fiable y está manipulando nuestros mercados energéticos... Pero nuestra unidad y nuestra solidaridad asegurarán que prevaleceremos", ha recalcado.
En un borrador al que tuvo acceso RTVE, la Comisión Europea ya barajaba la semana pasada limitar el precio de las energías renovables para contener la factura eléctrica y desaconsejaba extender la excepción ibérica, en vigor actualmente en España y Portugal. Asimismo, abrió la puerta a intervenir de emergencia el mercado eléctrico y abordar su reforma para hacer frente al "chantaje" energético ruso.
La presidenta ha añadido que este tope al precio de gas ruso "puede llegar muy rápido" "Hemos trabajado mucho durante el último mes para asegurarnos de que tenemos la red solidaria necesaria para que el gas fluya a donde es más necesario", ha dicho.
Para la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se trata de "una respuesta coherente y esperable anticipadamente". "Estamos en un escenario en el que la energía se usa como arma de guerra y, por tanto, es congruente que, por su parte, se duplique la apuesta en términos de amenaza", ha puntualizado.
Reducción del consumo de electricidad de al menos un 5 %
Otra de las medidas propuesta por Bruselas ha sido la reducción del consumo de la electricidad en las horas de mayor demanda. "El suministro mundial de energía es escaso y esto exige una reducción inteligente de la demanda. Necesitamos una estrategia para aplanar los picos que impulsan el precio de la electricidad", ha insistido la presidenta.
Esta reducción del consumo de la electricidad sería de al menos el 5 %, según el borrador de la propuesta al que ha tenido acceso RTVE. "Los Estados miembros deben ser libres de elegir las medidas adecuadas para alcanzar los objetivos de reducción de la demanda y, en particular, deben considerar medidas económicamente eficientes y basadas en el mercado, como subastas o sistemas de licitación", apunta el texto, si bien deben hacerlo de una forma “clara, transparente, proporcionada, no-discriminatoria y verificable”.
Von der Leyen ha celebrado que la reducción de importaciones de gas ruso sigue a buen ritmo. "Al comienzo de la guerra, el gas de tubería de Rusia representaba el 40 % de todo el gas importado. Hoy se ha reducido a solo el 9 % de nuestras importaciones de gas. ¡Ahora nuestro trabajo está dando sus frutos!", ha señalado.
Límite a los beneficios de las compañías energéticas
El paquete de medidas de la Comisión Europea también ha puesto el foco en algunas empresas energéticas, principalmente en aquellas que han obtenido "ganancias masivas" a costa de la subida de precios. "Las fuentes de energía bajas en carbono están generando ingresos inesperados, que no reflejan sus costos de producción. Propondremos un tope a los ingresos de las empresas que producen electricidad a bajo costo", ha anunciado.
A su juicio, "ha llegado el momento de que los consumidores se beneficien de los bajos costes de las fuentes de energía bajas en carbono, como las energías renovables". "Por lo tanto, propondremos reencauzar estos beneficios inesperados para ayudar a las personas y empresas vulnerables a adaptarse", ha añadido.
“Todas las fuentes de energía deben ayudar a hacer frente a esta crisis“
En la misma línea, el paquete de medidas incluye la imposición de "una contribución solidaria" para las empresas de combustibles fósiles. Y es que, según Von der Leyen, las compañías de petróleo y gas "también han obtenido ganancias masivas" durante este tiempo. "Todas las fuentes de energía deben ayudar a hacer frente a esta crisis", ha dicho.
Precisamente serán los Estados miembros quienes deberán invertir estos ingresos para apoyar a los hogares vulnerables e invertir en fuentes de energía limpias de cosecha propia. Además, se facilitará liquidez al conjunto de países que lo necesiten para "apoyar" a las empresas de servicios públicos de energía "frente a la volatilidad de los mercados". "Actualizaremos nuestro marco temporal para permitir que las garantías estatales se entreguen rápidamente", ha añadido.
Límite de 200 euros/MWh a las renovables
Por último, en el citado borrador también se contempla establecer un límite de 200 euros por megavatio hora (MWH) al precio que las eléctricas pueden cobrar por la energía generada por fuentes que no sean gas, por ejemplo, las renovables.
"Esta medida reduce el impacto que la tecnología que fija el margen en el mercado eléctrico (a menudo las centrales de gas) tiene sobre los ingresos de otros generadores con costes marginales más bajos, como la mayoría de las renovables, la nuclear y el lignito", subraya la Comisión, y al mismo tiempo "imita los resultados del mercado que cabría esperar si las cadenas de suministro mundiales funcionaran con normalidad y no estuvieran sujetas a la militarización de la energía mediante interrupciones del suministro de gas".