Los incendios en España han arrasado más de 290.000 hectáreas desde el mes de enero, según las estimaciones del Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés).
Los fuegos han sido devastadores en verano. Ningún año se había quemado tanto terreno durante el periodo estival, lo que supone también un desastre para el mundo animal.
Algunos animales consiguen escapar del fuego, pero muchos otros mueren abrasados dejando un cadáver irreconocible. De la mayor parte, no queda ni eso, tan solo ceniza.
Juan Carlos del Moral, biólogo de la Sociedad Española de Ornitología (SEO BirdLife), ha explicado que "estas altísimas temperaturas en incendios tan poderosos, calcinan hasta varios centímetros por debajo de la tierra, por lo que muchos reptiles y anfibios que se refugian en esas oquedades también han sido calcinados". Además, los animales que sobreviven se quedan sin hábitat, sin comida, sin agua.
¿Cuántos han sufrido el impacto de los incendios de este año en España? Se puede hacer una estimación partiendo del estudio que hizo la Universidad de Sídney junto al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) sobre los incendios que asolaron Australia en 2020.
Nueve millones de animales afectados por el incendio de Losacio
Lily Van Eaden, quien participó en dicha investigación como bióloga del WWF, ha explicado que el informe se centra en mamíferos, aves y algunas especies de reptiles y ranas, porque confían en los datos de densidad de población antes de los incendios. Para otros grupos no había suficientes para hacer estimaciones.
Aplicando ese cálculo al incendio de Losacio, en la provincia de Zamora, el mayor de este año en España, habrían resultado muertos y afectados 256 animales por hectárea. Como el fuego calcinó unas 36.000 hectáreas el impacto asciende a más nueve millones de animales.
Si extrapolamos ese cálculo a las 288.000 hectáreas quemadas en lo que va de año, según el programa satelital Copérnico, más de 73,5 millones de animales habrían muerto o resultado afectados por el fuego. Una estimación que deja fuera insectos, otros invertebrados, otros anfibios y ganadería.