La temporada de incendios de 2022 no ha terminado aún, pero este año ya se ha convertido en el peor del siglo en España. El fuego ya ha devorado casi 200.000 hectáreas de bosque, según las estimaciones del sistema de información de incendios forestales europeos (EFFIS), teniendo en cuenta los incendios de más de 30 hectáreas.
En menos de siete meses, la superficie quemada ya supera a la que abrasó en todo 2012, hasta ahora el peor año desde que hay registros. Con los datos preliminares de EFFIS, el incendio en el municipio zamorano de Losacio, que ha quemado alrededor de 30.000 hectáreas, se ha convertido en el mayor incendio en dos décadas.
Si el balance de junio ya dejaba datos desoladores con más de 80.000 hectáreas quemadas, una superficie cercana a la de la isla de Lanzarote, la situación no ha ido a mejor. El mes de julio ha sido aún más devastador y las alrededor de 200.000 hectáreas que han ardido desde enero hasta ahora suponen un área similar a la isla de Tenerife.
La situación comenzó a complicarse con la primera ola de calor del año, entre el 11 y el 18 de junio, que dejó incendios en 23 provincias. El primer gran incendio forestal del verano se declaró el 8 de junio en la localidad de Pujerra (Málaga), cercana a Sierra Bermeja. Según las estimaciones de EFFIS, el fuego destruyó unas 5.000 hectáreas.
En julio, la segunda ola de calor ha supuesto otra oleada de incendios que continúa. Más de la mitad de la superficie que ha ardido en España en lo que va de año ha sido en este mes que aún no ha terminado.
La sierra de la Culebra ha sido, lamentablemente, un denominador común en ambos meses de verano. Tanto el incendio de junio como el de julio han dejado cifras extremas en la provincia. El fuego que comenzó en Losacio, que acaba de declararse estabilizado, superaría las cerca de 30.000 hectáreas que arrasó el incendio de las Minas de Riotinto en 2004, hasta ahora el peor registrado en este siglo.
Mientras tanto, el fuego sigue sin control en Galicia, donde preocupa una ola de incendios en varios municipios. En A Pobra do Brollón, en Lugo, los datos de EFFIS estiman que han ardido más de 13.000 hectáreas.