Medios aéreos y terrestres trabajan para extinguir el incendio que se declaró el jueves en la localidad cacereña de Casas de Miravete y que ha afectado al Parque Nacional de Monfragüe y ha obligado al desalojo de varias localidades. El viento cambiante y las altas temperaturas dificultan las tareas de extinción de un fuego que sigue si control y ha quemado hasta el momento unas 3.000 hectáreas.
El incendio, declarado de nivel 2, motivó el corte de la circulación en la autovía A-5 y la antigua N-V, aunque el tráfico se ha restablecido en ambos sentidos al mediodía de este sábado ya que está "más estabilizado", según ha señalado la directora general de Emergencias, Protección Civil e Interior de la Junta de Extremadura, Nieves Villar.
La cercanía del humo y las llamas obligaron durante la noche a desalojar a unas 550 personas de las localidades de Casas de Miravete, Romangordo e Higuera de Albalat, debido a una "exacerbación brusca del incendio", ha afirmado Villar, quien ha informado de que más de un centenar permanecen alojadas en el espacio que la Cruz Roja ha habilitado en Navalmoral de la Mata.
La evacuación fue "difícil" porque había una residencia de ancianos cuyos usuarios fueron trasladados a Don Benito y Villanueva de la Serena.
En este incendio se encuentran desplegados un total de 123 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se han centrado en reforzar las líneas de contención y en la protección del Parque Nacional de Monfragüe, ubicado al oeste del incendio. Además, trabajan más de 200 efectivos, 16 unidades de tierra y 10 medios aéreos, además de personal del Plan Infoca, el Ministerio de Transición Ecológica y la Diputación de Cáceres.
Según ha informado la Junta de Extremadura, el incendio mantiene tres puntos críticos que, aunque apenas tienen llama, hay riesgo "más que probable" de reproducción por las "condiciones meteorológicas extremas".
Mejora la situación en Las Hurdes
En cuanto al incendio declarado el lunes en la comarca cacereña de Las Hurdes, que también mantiene el nivel de peligrosidad 2, la situación es mejor y la Junta de Extremadura confía en que en las próximas horas haya "un mejor pronostico".
Unos 90 efectivos, seis unidades de tierra y tres helicópteros, además de personal de la UME, trabajan en la extinción, con mayor intensidad en el valle del Ladrillar y en la zona de Aceitunilla.
Aunque los vecinos de localidades como Ladrillar o Cabezo siguen sin poder regresar a sus domicilios, algunos de ellos han podido acceder este sábado acompañados de agentes de la Guardia Civil para dar de comer a sus animales o recoger enseres.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha desplazado ha visitado este sábado la zona de Las Hurdes y de Casas de Miravete para comprobar la magnitud del fuego en la zona y ha afirmado que "podemos estar un poco más tranquilos que hace unas horas" debido al trabajo que está realizando el personal desplazado en estas zonas del norte de Extremadura.
Marlaska ha señalado que aún se investigan las causas de estos siniestros pero ha puntualizado que la situación es consecuencia de olas de calor que no habíamos visto, y nos lleva a dar una respuesta inmediata y siempre trabajando en la prevención, con medios e inversión en protección civil, que es la mejor forma de prevenir".
El ministro ha asegurado que "vendrán los medios que sean necesarios" y ha afirmado que el riesgo en el Parque Nacional de Monfragüe está "excluido".