El sexto encierro ha comenzado con un aviso: toros que pueden dar juego en el corrido, peligrosos como la jornada anterior y muy rápidos. Cinco negros y un castaño, bravura, peligro y nobleza. Son los protagonistas de este martes, pertenecientes a la ganadería extremeña Jandilla. De mucha presencia y grandes pitones. Los momentos de mayor tensión se han vivido en la Plaza del Ayuntamiento y en el Callejón.
Tras su paso dejan siete heridos, uno de ellos por cornada en el brazo. Un encierro de ritmo frenético como el anterior, recordamos que este lunes fueron siete los heridos, tres por asta que evolucionan favorablemente. Los dos más graves eran intervenidos de urgencia para luego ser trasladados al Hospital de Pamplona.
Los toros, la fiesta y los heridos comparten protagonismo con las infracciones que cada día se producen en San Fermín. La Policía Foral se encarga de contrastar las imágenes que les llegan para poder tomar medidas y mantener el orden y la seguridad entre los asistentes. En el recorrido del encierro se han captado algunas de estas infracciones: el uso del teléfono móvil o montar en patinete eléctrico en el encierro ya han sido sancionadas.
Cada carrera tiene una historia detrás
En total, a lo largo de los ocho días de encierros, corren unos 13.800 mozos. Íñigo es de Barcelona y ha corrido todos los días, siempre el mismo tramo: "Ha sido una carrera complicada, hay menos gente, pero se han producido bastantes tropezones. Hemos intentado sacar la misma foto que en su día se hizo mi abuelo corriendo, a través de las imágenes que se captan, pero no es fácil".
Sexto encierro de San Fermín a cámara lenta
Desde Estados Unidos llega Walter, lleva varios meses entrenando: "Seis meses en total para poder correrlos bien", relata. En el caso de este otro corredor, Carlos, es su primer encierro y lo recordará siempre: "Ha sido muy emocionante estar en el encierro y debutar".
Este miércoles de nuevo correrá una ganadería de mucho volumen y rapidez, los de Victoriano del Río. Cada 50 metros, de los 848 que tiene el encierro, hay una ambulancia medicalizada, y en total son un centenar de voluntarios.
Cinco heridos, uno por asta en el toro en brazo
Con los Jandillas, la velocidad estaba asegurada, hasta el momento ha sido el encierro más rápido de todos. El sexto encierro ha durado dos minutos con veinte segundos, demostrando la rapidez que les caracteriza en estas fiestas.
Pablo Sánchez es corredor y este año uno de los protagonistas del recorrido. El pasado día siete de julio, jornada en la que se inauguró el primer encierro, entró con el dedo apuntando al cielo y su carrera consiguió emocionar a los asistentes y seguidores del encierro: "Me eché a llorar, fue algo increíble. Salté a una persona y seguí en carrera, antes de Sanfermines iba con esa intención con la de entrar con el dedo en alto. Mi padre y mi abuelo eran corredores y me metieron la pasión por vena. En ese momento solo pensaba en mi padre. Cada vez que veo las imágenes se me ponen el pelo de punta. La gente me dice que fue increíble y que les emocioné mucho", relata visiblemente emocionado Sánchez.
Teo Lázaro analiza el primer encierro de San Fermín
Este corredor experimentado recuerda el peligro que conlleva salir a correr delante de los toros: "Tenemos la locura de los cuernos. Al final, cuando ves algo de peligro tienes una reacción, es como un acto reflejo, puedes seguir o te puedes retirar. Ayer se me tiró un toro negro y me tuve que echar", explica.
La especial relevancia de los dobladores
"Dejen actuar a los dobladores", se escucha por el megáfono de la plaza de toros cada mañana cuando los astados desembocan su carrera en el albero.
Los dobladores que participan en los encierros de San Fermín son los últimos cuatro hombres que intervienen en el encierro. Su labor es la de conducir a los toros hacia los corrales: "Tenemos que coger a los toros y llevarlos a chiqueros a punta de capote. Hay días imprevisibles e intentamos hacer nuestro trabajo. La gente es un handicap, pero los toros son toros y tratamos de introducirlos a los corrales", asegura uno de los dobladores en 'La Hora de la 1'.
El encierrillo de San Fermín, una tradición centenaria
Su experiencia se hace latente en el ruedo, dos exmatadores y dos banderillos componen esta imprescindible cuadrilla: "Cuanto menos se moleste a los toros mejor. Somos profesionales del toro, lo conocemos de toda la vida. Los compañeros se tienen que poner a torear por la tarde y les tenemos que dejar lo mejor posible", concluyen.
Desde los balcones
La tarifa diaria de un balcón oscila entre los 100 y 200 euros por persona, y a veces incluye desayuno. Pero no todos tienen que alquilar el balcón: "Hemos tenido suerte, fue estupendo porque conocimos a una persona que nos invitó al balcón. Es la primera vez que venimos a Pamplona y es lo mejor, es alucinante, estoy impresionada. De verdad, hay un ambiente increíble. Todo el mundo está con San Fermín", relata una de las asistentes a estas fiestas.
Las calles de Santo Domingo y Estafeta son las más solicitadas, las favoritas entre los asistentes para disfrutar de los encierros en tiempo real: "Impresiona ver desde aquí la hornacina", relata.
Sanfermines también se vigila desde el aire
La Policía Nacional vigila en helicóptero antes del encierro. Mil pies, unos 300 metros desde donde se ve hasta el máximo detalle. Estas cámaras van conectadas con el control central de la Policía, quien se encarga de reportar estos incidentes.
Está pilotado por Benjamín y el Oficial de vuelo Nacho. En las imágenes captadas desde el aire se pueden leer rostros y matrículas. Se está haciendo desde el chupinazo y con tecnología punta.