El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este sábado el compromiso de su país y el de su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol, para seguir fortaleciendo la "postura disuasoria" en la península ante las "amenazas" que plantea Corea del Norte. Biden, que está realizando una visita oficial a Corea del Sur, ha asegurado que una eventual reunión con el líder norcoreano, Kim Jong-un, dependería de si este es "sincero" y "serio" de cara a la reapertura del diálogo sobre desnuclearización.
En la rueda de prensa posterior al encuentro entre ambos líderes, Biden afirmó que trataron diversos asuntos de seguridad regional "incluyendo el hacer frente a la amenazas que plantea la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) mediante un fortalecimiento aún mayor de nuestra postura disuasoria y trabajando para la completa desnuclearización de la península de Corea".
El presidente estadounidense también afirmó que Washington "ha ofrecido vacunas" a Corea del Norte ante la ola de contagios de COVID de la que el régimen comenzó a informar la semana pasada, aunque por el momento "no ha habido ninguna respuesta" por parte de Pionyang. "No sólo a Corea del Norte, también ofrecimos vacunas a China, y estábamos dispuestos a actuar inmediatamente", dijo Biden.
En la declaración conjunta acordada por Biden y Yoon durante la cumbre de este sábado, ambos reafirmaron que "el camino al diálogo permanece abierto" con Pionyang "para alcanzar una resolución pacífica y diplomática", y se le llama a "la vuelta a las negociaciones".
Corea del Norte no ha mostrado en los últimos dos años ningún interés en retomar el diálogo de desarme pese a las repetidas ofertas de EE.UU. y, tras aprobar el año pasado un plan de modernización armamentística, ha realizado un número récord de lanzamientos de misiles este año y está preparada para realizar su primer test nuclear desde 2017.
Preocupación por las capacidades nucleares de Pyonyang
Por su parte, Yoon dijo que las "capacidades nucleares y de misiles de Corea del Norte avanzan cada día", que ambos líderes comparten "una profunda preocupación al respecto" y que por ello han acordado desplegar "activos estratégicos estadounidenses" en la península sin añadir detalles concretos.
El presidente surcoreano dijo que ambos se mostraron también de acuerdo en que los ejercicios militares de los dos países, los cuales Corea del Norte considera un ensayo para invadir su territorio, "deberían ser expandidos" para hacer frente a los avances armamentísticos de Pionyang.
Biden habló también de la misión compartida de ambos aliados a la hora de "defender los valores democráticos y el estado de derecho" y agradeció el apoyo surcoreano "para la gente de Ucrania", haciendo hincapié en que la "invasión rusa es un ataque a la democracia, la soberanía y la integridad territorial".
Firma el nuevo paquete de 40.000 millones para Ucrania
Precisamente, durante su estancia en Corea del Sur, Joe Biden ha ratificado el nuevo paquete legislativo de ayuda militar y humanitaria a Ucrania por valor de 40.000 millones de dólares para respaldar a Kiev en el conflicto.
Según ha informado la Casa Blanca en un comunicado, con la ratificación de Biden la legislación ha entrado en vigor de manera inmediata. El nuevo paquete se basa en el envío de más armas y munición a Ucrania, aunque también incluye asistencia económica directa y ayuda humanitaria, como el envío de alimentos.
La firma de Biden se produce después de que el Senado estadounidense aprobase esta semana con un respaldo amplio, al igual que previamente la Cámara de Representantes, la nueva ayuda a Kiev. La aprobación de estos 40.000 millones de dólares llega al agotarse el paquete de 13.600 millones de asistencia que aprobó el Congreso estadounidense en marzo, poco después de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania el 24 de febrero.