El carnaval de Río de Janeiro ha vuelto a las calles después de dos años de silencio debido a las restricciones por la pandemia de la COVID-19. Los desfiles, considerados una de las mayores atracciones de Brasil, han comenzado justo después de que el ministro de Sanidad del país, Marcelo Queiroga, derogara el decreto de febrero de 2020 por el que el Gobierno declaró el estado de emergencia sanitaria.
Con un desfile, en el que se ha homenajeado a uno de sus históricos "carnavalescos", la premiada Imperatriz Leopoldinense dio inicio a las 22.00 hora local del viernes (1.00 GMT de este sábado sábado) a las dos noches de presentaciones de este año de las escuelas de samba de la primera división de Río de Janeiro.
Las 12 escuelas del Grupo Especial, cada una con unos 4.000 músicos y bailarines disfrazados y exhibiendo gigantescas carrozas, tendrán un mínimo de 65 minutos para atravesar los 700 metros del sambódromo. Las presentaciones han coincido, además, con la caída del promedio de muertes por COVID en Brasil a 93 por día, su menor nivel en más de dos años. Brasil ha sido, sin embargo, uno de los países más castigados en el mundo por el virus, ya que acumula hasta 30,3 millones de contagios y y más de 600.000 muertes.
La escuela de samba Unidos do Viradouro actúa durante el carnaval. REUTERS/Amanda Perobelli
El sambódromo se mantenía cerrado desde febrero de 2020
El sambódromo se mantenía cerrado para las escuelas del Grupo Especial desde el 25 de febrero de 2020, cuando concluyó el último desfile. La crisis obligó a la alcaldía de Río a cancelar el carnaval de 2021, algo que no había ocurrido nunca antes desde que esta ciudad brasileña organizó su primer baile oficial de carnaval en 1840. En dos ocasiones la fiesta llegó a ser aplazada (1892 y 1912) pero nunca las autoridades llegaron a cancelarla, ni cuando el país enfrentó la pandemia de la gripe española (1919).
El carnaval de 2022 también llegó a ser cancelado en enero, cuando la variante ómicron provocó una tercera ola de la pandemia en Brasil con números récords de contagios. Más tarde la alcaldía dio un paso atrás y, con la previsión de que la emergencia sanitaria estaría superada, anunció que las escuelas de samba desfilarían en abril, con dos meses de atraso respecto a la fecha habitual.
Pese a que la municipalidad tan solo autorizó los desfiles en el sambódromo, en donde se puede limitar el acceso tan solo a las personas que presenten su certificado de vacunación, desde el pasado jueves una veintena de blocos (comparsas) han salido a las calles para realizar presentaciones "clandestinas". La alcaldía se abstuvo de reprimir los desfiles de esta semana debido a que los principales y mayores, que convocan grandes multitudes, se comprometieron a no presentarse este año.
La escuela de samba Mangueira desfila durante el carnaval de Río REUTERS/Pilar Olivaresâ