Cientos de palés arrojados al mar por los barcos. 900 botellas de plástico concentradas en menos de cien metros de costa. En total, 320 kilos de residuos.
"Restos de nevera, restos de parachoques, neveras, frigoríficos, cualquier cosa que flote... Bombillas, fluorescentes", son productos que han encontrado nos cuenta Alexis Rivero, WWF Canarias.
El 97% de los objetos que recogieron los voluntarios eran de plástico. Fue lo que se encontraron durante la última limpieza de parte de los diez kilómetros cuadrados de Alegranza.
“La corriente del Golfo arrastra todos los residuos de la costa este de Estados Unidos“
"Su ubicación hace que sea el primer obstáculo con el que se encuentra la corriente de Canarias. Es un brazo descendente de la corriente del Golfo que arrastra todos los residuos, por ejemplo, de la costa este de Estados Unidos", explica Alicia Herrera del Insituto Ecoaqua de la ULPGC.
“Una de nuestras ideas es la instalación de fuentes de agua potable públicas“
Otra parte procede del tráfico marítimo, según los expertos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Mitigar la presencia del plástico es posible con medidas muy sencillas. "Una de nuestras ideas es la instalación de fuentes de agua potable públicas porque ahorraríamos una cantidad de botellas de agua por ejemplo que entrarían al mar", dice Herrera.
En el mundo, se producen 400 millones de toneladas de plástico cada año. Según varios estudios, el 79% queda en el entorno natural debido a una mala gestión de esos residuos.
Defender el medio ambiente
Comenzó hace más de 30 años. Veneguera, en Gran Canaria. En Tenerife, 25 mil personas contra el radar de Malpaso. Seis años después, fueron más de cien mil los que se opusieron al tendido eléctrico por los montes de Vilaflor. Más reciente, la manifestación contra las prospecciones petrolíferas. O el rechazo, al proyecto del puerto de Agaete.
A veces son plataformas, otras un simple radar lo que une a miles personas para defender lo que consideran su mayor patrimonio, el medio ambiente. Un movimiento mucho más intenso en territorios limitados, como son las islas, que en los continentes.
“Te duele que esos lugares desaparezcan“
"Esa sensación de que la Naturaleza te pertenece, ¿no? Desarrollas parte de tu vida en algunos lugares muy concretos y te duele que esos lugares desaparezcan", comenta el geógrafo canario que da clase en la Universidad de Leizpig, Alejandro Armas.
El ejemplo más reciente de la lucha, con éxito, contra la ocupación de los espacios naturales es el proyecto para construir un hotel en la Playa de la Tejita, en Granadilla.
“La ocupación de parte de la costa entra en conflicto con la población local“
"La tendencia a construir un hotel a pie de playa con la privatización que supone y la ocupación de parte de la costa. Entra en conflicto con la población local que usa ese espacio", explica Armas.
Derecho a disfrutar y conservar la isla que debería ser compatible con la industria del turismo. Si bien cambiando el modelo actual.