Los combates entre las fuerzas rusas y ucranianas se están produciendo a poco más de media hora de Zaporiyia. Al sur de la ciudad, a unos 15 km, los soldados ucranianos han reforzado sus trincheras y están recibiendo el apoyo de nuevo material militar. Los rusos, por su parte, están concentrando fuerzas y todo apunta a que próximamente el entorno sur de la localidad puede convertirse en un campo de batalla.
Ante el recrudecimiento de la guerra, las autoridades de Ucrania han anunciado este jueves la apertura de nueve corredores humanitarios para proceder a la evacuación de civiles, que podrán desplazarse desde Mariúpol, Berdiansk, Tokmak y Energodar hasta Zaporiyia en transporte propio.
Desde allí están llegando a la ciudad nuevos refugiados, muchos de ellos en una serie de vehículos con el cartel de "niños" pegado en sus ventanas. Proceden de Mariúpol en su mayoría y vienen escoltados por la policía. Sin embargo, no es el convoy habitual de los corredores humanitarios, ya que estos han sido constantemente boicoteados durante toda esta guerra. De hecho, el miércoles, las autoridades ucranianas no pudieron habilitarlos por el "nivel de peligro" para la ciudadanía.
Ya han pasado 25.000 personas por el centro de refugiados
Esas personas que llegan a Zaporiyia buscando refugio reciben ayuda humanitaria y asistencia jurídica en un centro logístico, donde les registran y toman nota de sus necesidades. En el lugar se mezclan los recién llegados con refugiados como Anastasia, que huyó de Mariúpol hace tres semanas y que lamenta haber tenido que dejar atrás a parte de su familia porque no todos cabían en el coche: de Mariúpol solo se puede salir en vehículo propio o en autobús.
Irina es la coordinadora de la fundación que gestiona este centro, por donde ya han pasado 25.000 personas. Cuenta a TVE que, para ella, esto es una segunda fase de la guerra del Dombás, de donde ella misma huyó como refugiada en 2014. Ahora, se emociona cuando dice que su hija le pregunta por qué vuelven a estar en guerra y ella no sabe qué responder.
Por su parte, Inna, una de las voluntarias, asegura que le gustaría llevar ayuda a las personas de la parte ocupada por Rusia, pero que en ellas no les permiten distribuirla. Ahí, dice, los rusos autorizan únicamente la que envía Moscú.
Este jueves, una delegación de la Comisión Europea ha visitado las instalaciones para verificar el uso que se da a los 140 millones de euros en ayuda humanitaria directa que ha entregado a Ucrania. Tras la inspección han asegurado que están "impresionados con el nivel organizativo" de las autoridades ucranianas.