El presidente de Francia y aspirante al Elíseo, Emmanuel Macron, ha asegurado este sábado que el proyecto que lidera busca el "progreso social" para "frenar al extremismo". El candidato centrista se ha rodeado de unos 30.000 seguidores y de la plana mayor de su Gobierno en su principal mitin de campaña a las elecciones del 10 de abril, que ha llevado a cabo en el París La Defense Arena, considerada la mayor sala multiusos de Europa.
A lo largo de un discurso de dos horas, en el que ha reivindicado su europeísmo, Macron ha realizado un balance de sus cinco años de mandato como presidente y ha hecho guiños al progresismo, en un momento en el que los sondeos le dan una exigua ventaja respecto a su principal adversaria, la ultraderechista Marine Le Pen.
A solo 8 días de la primera vuelta de las presidenciales, Macron se ha dado un baño de masas, con el objetivo de impulsar una campaña atípica, en la que ha estado más ausente que sus rivales debido a la guerra en Ucrania, en la que se ha esforzado por colocarse como un mediador con la Rusia de Vladímir Putin.
"Frente al veneno de la división, de la fractura, no hay nada mejor que la fuerza tranquila de la fraternidad", ha afirmado Macron, en uno de los varios mensajes dirigidos contra la ultraderecha de Le Pen, que aboga por una reducción drástica de la inmigración.
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Propone alargar la edad de jubilación
"En Francia no hemos terminado con las luces y el humanismo, nuestro proyecto es de progreso, de independencia, de futuro, por nuestra Francia, por nuestra Europa", ha proclamado el candidato y fundador de La República en Marcha (LREM), quien ha prometido doblar las ayudas a las madres solteras e invertir en la protección de la infancia, especialmente en el combate contra el acoso y el incesto.
También ha asegurado que luchará contra el "estigma" que sufren ciertas barriadas por el simple hecho de "no haber tenido las mismas oportunidades" que otras zonas. "La igualdad entre el hombre y la mujer será la gran causa de los próximos cinco años" de mandato, ha añadido.
Para ello, ha abogado por "trabajar más y durante más años", manteniendo el proyecto de alargar tres años la edad de jubilación, hasta los 65, "como lo han hecho nuestros vecinos como España, Italia y Alemania".
"No hay dinero por magia, ni lo hay ahora, ni lo había en 2017. No hay un Estado social sin un Estado productivo fuerte", ha afirmado Macron, que ha prometido reducir la elevada deuda pública francesa a partir de 2026.
En menor medida, también se ha dirigido a los electores de la derecha moderada, al prometer también doblar las fuerzas del orden en los barrios más problemáticos y aumentar el número de magistrados.
El presidente de Francia y candidato al Elíseo, Emmanuel Macron, a su llegada al Paris La Defense Arena en un mitin de campaña. Ludovic MARIN / AFP
"Nuevas amenazas"
Macron ha destacado su experiencia acumulada en las crisis de la COVID o la guerra de Ucrania como activos para afrontar "las nuevas amenazas". "Estos últimos cinco años han sido duros para todos nosotros. Para algunos especialmente duros e injustos. Han sido de los más agitados que hemos vivido en los últimos 50 años", ha señalado.
Entre las banderas francesa y europea que blandían sus seguidores, el presidente saliente ha revalidado su discurso europeísta y ha dicho querer situar a la UE como una potencia en un mundo polarizado por China y Estados Unidos.
"No será fácil, porque hay antiguas potencias que quieren regresar al primer plano y grandes grupos económicos que quieren gobernar en el lugar de las naciones", ha incidido. "No somos vasallos de nadie, somos una nación europea con una diplomacia independiente que habla con todo el mundo todo el tiempo", ha añadido.