Hace poco más de un mes que estalló la guerra interna en el Partido Popular (PP) y sus dos protagonistas, Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, no habían vuelto a coincidir públicamente. Pero el XX Congreso Nacional del partido, que erigirá a Alberto Núñez Feijóo como nuevo presidente, los ha vuelto a unir -al menos físicamente- y ha dejado una de las imágenes de la jornada: el saludo entre ambos líderes, después de acusaciones mutuas de espionaje y corrupción que sumieron al partido en la mayor crisis de su historia.
Precisamente dicha crisis acabó con la salida de Pablo Casado, quien se despidió oficialmente este viernes del partido en el cónclave, que se celebra en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (Fibes), y anunció que dejará su escaño en el Congreso y no ocupará ningún cargo en el PP. Ayuso, por su parte, seguirá en el partido y con un mayor peso, pues además de estar presente en el Comité Ejecutivo Nacional -todos los presidentes regionales del PP son miembros natos-, Feijóo ha decidido blindarla, incluyendo en la cúpula directiva a su mano derecha, Alfonso Serrano.
La última vez que coincidieron fue en el Comité de Dirección que se celebró el pasado 21 de febrero, donde tras nueve horas de reunión, todos los dirigentes -salvo Pablo Montesinos, Ana Beltrán y Antonio González Terol- pidieron un congreso extraordinario y amenazaron con dimitir si no se atendía su demanda. Una de las más duras fue Isabel Díaz Ayuso, quien reclamó un "giro absoluto" en el partido porque la situación a su juicio era "insostenible y cada día peor".
Un saludo fugaz tras un mes de desencuentros
El reclamado Congreso se convocó una semana después para los días 1 y 2 de abril en Sevilla, que había sido la sede hace 32 años del cónclave de refundación del partido de la mano de José María Aznar. Y este escenario ha sido también el que ha propiciado el reencuentro entre ambos líderes, con el fin de plasmar esa imagen de "unidad" que reclamaba este viernes Alberto Núñez Feijóo en esta nueva etapa. "No creo en caudillos ni salvadores (...) creo en la unidad del partido. Divididos y endiosados ya están otros, así no sé consigue nada", subrayó.
Cuando todos los líderes autonómicos y altos cargos del PP estaban ya en sus asientos, Pablo Casado ha llegado al cónclave, donde tenía un asiento reservado en primera fila. Allí le esperaba el todavía presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a quien ha saludado afectuosamente.
A renglón seguido, ha hecho lo propio con los demás presidentes autonómicos, que estaban también ahí sentados, como el andaluz Juanma Moreno. Posteriormente, Casado ha dado dos besos a Ayuso, pero ha sido un saludo fugaz, de apenas unos segundos. Y a continuación ha proseguido con la ronda de saludos: al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; al murciano Fernando López Miras; y al líder de Ceuta, Juan Vivas.
Palabras de agradecimiento para Casado
Coincidiendo con su despedida, en el marco del Congreso, varios líderes territoriales y expresidentes del Gobierno han dedicado a Casado unas palabras de agradecimiento. El primero en hacerlo fue el presidente de Ceuta, quien le agradeció su "entrega en este tiempo al servicio del PP y de España", mientras que su homólogo en Castilla y León hizo mención a su dedicación durante la campaña de las elecciones del pasado 13 de febrero. "Andalucía es tu casa, ahora y siempre", le ha expresado este sábado Juanma Moreno.
Los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy reconocieron la labor de Casado al frente del PP, así como su "entrega y coraje". "Hay que dejar atrás los errores, pero no a las personas", subrayó Aznar. Mientras que Feijóo reconoció "el esfuerzo" que ha hecho Casado "por sujetar la bandera del PP en los tramos del camino (...) de enorme dificultad". Según Feijóo, en esos momentos de "incertidumbre", Casado mantuvo la bandera del PP hasta la entrega en el día de hoy con "un enorme esfuerzo de generosidad".
Ayuso, por su parte, no hizo alusión a Casado en su discurso, sino a la crisis que abrió en canal al partido. En su opinión, este Congreso "es la respuesta a una crisis que nunca debió existir", si bien cree que ahora el partido "debe salir de Sevilla fortalecido y consciente de su responsabilidad ante los españoles", con el fin de recuperar, entre otras cosas, "la España constitucional y la plena vigencia del Estado de derecho".