El Frente Polisario ha lamentado este viernes que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "sucumba ante la presión y el chantaje" de Marruecos al avalar su plan de autonomía para el Sáhara Occidental como "peaje" para retomar las dañadas relaciones políticas y diplomáticas entre ambos países.
"Las declaraciones se contradicen con la responsabilidad política-jurídica que tiene España en el conflicto del Sáhara Occidental. Es un peaje que ha tenido que pagar para intentar restablecer sus relaciones con Marruecos", ha dicho el delegado del Polisario en España, Abdulah Arabi, en declaraciones a RTVE. "La única solución justa, realista y duradera es aquella que elija el pueblo saharaui y que le permita ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación e independencia".
Sus palabras llegan poco después de que Marruecos haya hecho pública una misiva en la que Sánchez habría trasladado al rey Mohamed VI que España considera la propuesta de Marruecos sobre el Sáhara Occidental como "la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa".
Critica la "hipocresía" del Gobierno español
Arabi ha afirmado en una entrevista a Europa Press que el Gobierno español lleva años "intentando agradar constantemente a Marruecos", jugando con una "ambigüedad" que, en su opinión, no le corresponde como "potencia administradora" de un territorio pendiente de descolonización.
Para Arabi, el hecho de que España reconozca ahora el plan de autonomía marroquí como la opción más realista para resolver el futuro de la antigua colonia pone en evidencia la "hipocresía" del Gobierno cuando habla de "defender la legalidad internacional". Y, en este sentido, ha señalado que el plan de Rabat "es una opción, pero no es la solución", y ha reivindicado la necesidad de convocar un referéndum que contemple la autodeterminación y no que el Sáhara Occidental quede bajo los designios de Marruecos.
El plan de Marruecos
Marruecos presentó en 2007 ante Naciones Unidas un plan de autonomía para el Sáhara Occidental que sigue defendiendo a día de hoy y que supone enterrar de facto cualquier perspectiva de independencia para la antigua colonia española, que quedaría bajo los designios de Rabat en cuestiones clave como seguridad.
Para el Polisario, sin embargo, siempre ha sido una propuesta inasumible, en la medida en que este movimiento defiende un referéndum que incluya entre sus opciones la autodeterminación total, mientras que Marruecos siempre ha descartado la independencia y tan solo contempla que el territorio siga dentro de su órbita, con cesiones de ciertas competencias.
En los últimos años, la tensión entre ambas partes ha aumentado. El Frente Polisario anunció durante 2020 la ruptura del alto el fuego firmado con Rabat en 1991 y, en consecuencia, decretó el estado de guerra en todo el territorio.
Respondían de esta manera al ataque perpetrado un día antes por las fuerzas marroquíes en el paso fronterizo de Guerguerat, zona de no intervención según el Acuerdo Militar Número 1, firmado por la ONU y la que no puede haber presencia de hombres armados de Marruecos o del Polisario.
El pasado octubre, el líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Gali, pidió renegociar las condiciones del alto el fuego y se mostró dispuesto a seguir negociando pese a la "guerra" que están librando.