La movilización feminista ha vuelto a un escenario que se parece al de la antigua normalidad. Después de las polémicas manifestaciones del 2020 en días previos a que se declarara el estado de alarma por la COVID y de las grandes limitaciones que vivió el 8M en 2021, el Día de la Mujer ha podido celebrarse este año en un ambiente más similar al que se vivía antes de la pandemia, con unas marchas masivas que han teñido de morado las calles de todo el país para exigir la igualdad, y que han acogido también otras consignas universales, de plena actualidad, como el 'No a la guerra'.
Pese a que la atmósfera ha sido más relajada desde el punto de vista sanitario, el feminismo ha llegado a su gran cita más tenso que nunca por la división que existe en el seno del movimiento respecto a temas como la 'ley trans' o la prostitución. Esto, que ha terminado con la movilización fragmentada en la capital, no ha impedido, sin embargo, que hubiera una atmósfera festiva ni que por encima del disenso hayan relucido los numerosos objetivos que sí son comunes, como el fin de la violencia machista o de la brecha salarial.
Ante las cámaras de TVE, dos mujeres que se han manifestado este martes en Madrid han subrayado que "en la lucha" feminista hay que estar unidas. “Se puede discrepar en algo, pero tenemos que estar todas juntas", han reiterado las dos mientras sostenían una pancarta con la ilustración de un balanza que equilibra a hombres y mujeres.
División dentro del movimiento: dos manifestaciones en Madrid
Esas discrepancias a las que aluden, que vienen de lejos, han provocado una fractura muy evidente esta vez. En la capital, que cada año marca el pulso de la movilización nacional, no ha habido una sino dos manifestaciones reivindicativas. Algunas organizaciones y plataformas que forman parte de lo que se conoce como el "bloque abolicionista" han decidido desligarse de la marcha “oficial” al considerar que la "agenda feminista" se ha desvirtuado.
La primera manifestación (la más multitudinaria) ha sido convocada por la Comisión 8M, que desde hace años se encarga de organizar la concentración, y ha tenido como lema el de 'Derechos para todas, todos los días'. Según la Delegación del Gobierno en Madrid, se han sumado a ella alrededor de 50.000 personas, aunque las organizadoras han calculado cerca de 100.000.
Durante su recorrido se han podido escuchar las consignas clásicas de la protesta feminista, como el 'Ni una menos', y también otras a favor de la futura 'ley trans', como "mujeres con pene, mujeres con vagina, hay muchas más mujeres de las que te imaginas".
"Esta es la mani de todos los años, la mani de siempre, de la Comisión del 8M, que es la que convoca históricamente", ha asegurado Julia Tabernero, una de las 'voceras' de esa organización, al ser preguntada por la duplicidad. "Hoy somos un montón de mujeres, de un montón de barrios, de pueblos y de colectivos, de todo Madrid que trabajamos juntas por lo que los une para estar aquí reivindicando derechos para todas, todos los días", ha añadido.
Desde esa marcha dos mellizas de 13 años han asegurado que son feministas "desde los 7 u 8 años" y que, si han acudido a la marcha junto a su madre, es porque quieren "la igualdad de derechos entre hombres y mujeres", que, pese a los avances, "no ha terminado de existir" nunca.
Otras manifestantes han señalado la importancia de salir este 2022 a reivindicar la igualdad porque la pandemia ha aumentado la brecha social y la carga de los cuidados, que recae en mayor medida sobre ellas.
Además, numerosos asistentes han querido mostrar su solidaridad con el pueblo ucraniano y han portado pancartas de "no a la guerra". De hecho, desde el Ministerio de Igualdad ya se había instado el pasado viernes a reivindicar en esta fecha el fin del conflicto en Ucrania.
Las mujeres vuelven a salir a la calle este 8M para exigir igualdad, aunque divididas
La segunda manifestación la ha convocado el Movimiento Feminista de Madrid, bajo el lema 'El feminismo es abolicionista, por la abolición de la prostitución, contra las leyes de género y contra la explotación sexual de los vientres de alquiler', y ha salido a la misma hora desde Gran Vía hacia Plaza de España. A ella se han sumado unas 6.000 personas, según la Policía.
Tras su cabecera principal se han concentrado cientos de mujeres con pancartas en las que se han podido leer lemas contra la 'ley trans' como 'Sexo no es género' o 'Contra el borrado de mujeres'. También han portado carteles que rezan 'Abolición de la prostitución' o 'Dimisión Irene Montero'.
La portavoz del Movimiento Feminista de Madrid, Ana de Blas, ha dicho que si hacen una marcha diferenciada es porque quieren acabar "con el silencio y el bloqueo a la agenda feminista". "La prostitución y la pornografía son seminstituciones de nuestra sociedad que son incompatibles con una sociedad que se propugne igualitaria", ha subrayado.
La mayoría de partidos políticos han optado por unirse a la marcha convocada por la Comisión 8M, salvo políticas del Partido Popular, que han preferido secundar la convocada por el Movimiento Feminista, informa Europa Press. Concretamente, han sido diputadas y senadoras como Marta González, Rosa Romero, Ana Alós, María José García-Pelayo, Patricia Rodríguez o Verónica Casal. También ha acudido a esta marcha la escritora Lucía Etxebarría.
"Juntas contra las violencias": los puntos de consenso relucen en todo el país
Bajo el paraguas de la Comisión 8M, las asambleas feministas de otras comunidades autónomas han convocado también movilizaciones por todo el país. En algunas ciudades también ha habido organizaciones que se han querido desvincular de esa convocatoria oficial, siguiendo la línea de lo que ha ocurrido en Madrid, pero, por encima del disenso, han brillado los puntos que sí defiende el feminismo en su conjunto.
Una de las concentraciones más multitudinarias ha sido la de Barcelona, donde han participado más de 15.000 personas, según la Guardia Urbana, y 60.000 según los organizadores. Allí se han coreado lemas como "juntas contra las violencias" o "ni quemadas, ni violadas, ni asesinadas" y ha concluido con la lectura de un manifiesto en el Arc de Triomf.
Antes de que diera comienzo el recorrido, las manifestantes de Barcelona, muchas vestidas de lila, han coreado lemas como "visca, visca, visca la lluita feminista" y han cantado la canción 'Ay mama' de Rigoberta Bandini, que se ha convertido en todo un himno feminista. Lo mismo ha ocurrido en Santiago de Compostela con la canción 'Terra', de las Tanxugueiras.
Una manifestante, durante la marcha de Barcelona. EFE / Quique García
En todo el país la cita se ha convertido en un clamor por los derechos de las mujeres, como es habitual cada año: "Aquí está el feminismo", "Queremos derechos, no flores" o "Mi cuerpo no quiere tu opinión" han sido algunos de los lemas que han podido leerse.
En algunas ciudades como Logroño, donde una multitudinaria manifestación ha recorrido el centro de Logroño bajo el lema 'La lucha feminista vive en las calles', además de reclamar la igualdad, han mostrado solidaridad con las mujeres que están sufriendo guerras, como pasa en Ucrania.
En Madrid, además, un grupo de mujeres afganas también se han sumado a la marcha para denunciar las violencias de los derechos de las mujeres por parte de los talibanes y pedir a la comunidad internacional que no las olvide.
Una manifestante, en el centro de Madrid. EFE/ Luca Piergiovanni
Han acudido miembros del Gobierno y representantes de otros partidos
En la manifestación convocada por la Comisión 8M en la capital se ha visto este martes a miembros del Gobierno, como la ministra de Igualdad, Irene Montero, la la vicepresidenta primera, Nadia Calviño y las ministras Carolina Darias, Isabel Rodríguez, Pilar Alegría, entre otras.
Además, a lo largo del día las principales fuerzas políticas han hecho un llamamiento a la unidad para avanzar en la igualdad y han apostado por mirar hacia los consensos del feminismo. "Queremos ir de la mano en la lucha conjunta por tener una sociedad mas igualitaria en todos los ámbitos", ha asegurado el portavoz de los socialistas en el Congreso, Héctor Gómez, tras abogar por unas marchas "sanas y reivindicativas".
En un Día de la Mujer en el que el Gobierno ha aprobado el III Plan Estratégico de Igualdad Efectiva, Montero ha recalcado que "desde su diversidad" el feminismo "está siendo capaz" de proponer un proyecto de país que da respuestas a la sociedad y ha asegurado que, pese a los debates internos. "Por encima de todo hay una agenda compartida" de defensa de los derechos de las mujeres, ha asegurado desde la manifestación.
Montero: "El feminismo propone desde su diversidad una agenda política y de país"
El PP, por su parte, ha apelado a la unidad de todos los partidos para lograr consensos y construir entre todos una sociedad verdaderamente igualitaria entre hombres y mujeres. Lo ha asegurado en un manifiesto hecho público este 8M, en el que advierte de que "el desencuentro, la radicalidad y las divergencias ideológicas amenazan (en la actualidad) los logros obtenidos en el pasado" y se compromete a trabajar por las justas reivindicaciones de las mujeres.
Ciudadanos sí ha lamentado la duplicidad de manifestaciones, que según su diputado Guillermo Díaz, es el resultado de parcelar la igualdad en "mil pedazos" y "pequeñas causas" que provocan "fricciones artificiales", mientras que Vox ha dicho que no hay motivo para celebrar el Día de la Mujer. Relaciona esa cita con un "hembrismo radical ideologizado".
Reivindicaciones todo el día: de mejorar el empleo a "reeducar" las mentes
Aunque los actos y manifestaciones principales del 8M se han celebrado por la tarde, por la mañana también ha habido concentraciones en numerosas ciudades del país para incidir en diferentes reivindicaciones. Las feministas de Santiago de Compostela, por ejemplo, han hecho un recorrido con tambores que ha puesto el foco esta mañana en la responsabilidad de los gobiernos que mantienen las desigualdades y en la precariedad que padecen las mujeres.
En Zaragoza han tomado como base el lema “Reeducando las mentes” para incidir en la importancia de la educación para lograr un futuro más igualitario y libre de estereotipos, discriminación y violencia machista, mientras que en Jaén, en cambio, lo que el movimiento Feministas 8M ha exigido en diferentes zonas de la ciudad son "servicios públicos de calidad". Concretamente, las manifestantes jienenses han puesto el acento en las listas de espera y han gritado: “las listas de esperan matan y a las mujeres nos rematan”.
En Valencia el objetivo de uno de los actos de la mañana ha sido recordar a las mujeres, niños y niñas que han sido asesinados por la violencia machista. Se ha celebrado delante de un “contador de feminicidios”, un muro reivindicativo que recuerda que, entre 2021 y lo que va de este año, esta lacra ha arrebatado la vida a 92 mujeres, niños y niñas.
Centenares de actos y concentraciones reivindicativas por el 8M en toda España
Huelga de estudiantes y marchas que reclaman educación sexual en las aulas
En este 8M también han tenido enorme protagonismo los estudiantes, que han participado en una huelga feminista en numerosas ciudades españolas. El Sindicato de Estudiantes, que hizo la convocatoria, cifra en dos millones el número de jóvenes que han secundado la huelga y en más de 100.000 los asistentes a las manifestaciones que han recorrido las calles del país.
Según sus datos, 50.000 jóvenes se han manifestado en Barcelona; más de 15.000 en Madrid y varios miles en el País Vasco, Andalucía, en la Comunidad Valenciana y Galicia, entre otras. Las manifestaciones han sido encabezadas por pancartas con el lema “Contra el machismo, la LGTBIfobia y el fascismo, ¡Feminismo revolucionario!” o “Abolición de la prostitución”.
Estudiantes de Zaragoza, durante la manifestación convocada por la mañana. EFE/Javier Cebollada
En la capital, el miedo al salir de noche, el acoso callejero o sexual, la discriminación hacia las personas trans o la brecha de género laboral han sido algunos de los motivos por los que cientos de estudiantes se han manifestado en el centro.
Además de visibilizar estos problemas que sufren las mujeres, el sindicato de Estudiantes ha reclamado que, de manera "urgente", se ponga en marcha una asignatura de educación sexual en todo el sistema educativo que sea "obligatoria y evaluable" para poder "educar en igualdad, en el respeto y en la diversidad" y "enseñar que solo sí es sí". Esta materia también permitiría, aseguran, combatir la "cultura de la violación".