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Crisis en el PP

El 'nuevo PP' marca distancias con Vox aunque no descarta pactos: "No somos lo mismo"

  • Alberto Núñez Feijóo llama a "combatir" a Vox pero no descarta pactos con esta formación

  • El presidente andaluz, Juanma Moreno, pide autonomía para que los barones regionales puedan pactar

ROCÍO GIL GRANDE
8 min.

Es tiempo de cambios en el PP y no solo de liderazgos, sino también de estrategias. Aunque todavía no ha tomado oficialmente las riendas del Partido Popular, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ya está marcando una línea respecto a Vox, a quien ha llamado a “combatir”: “PP y Vox no son lo mismo. En ningún caso”.

Una postura que está ya teniendo eco en el partido, tal y como ha emulado la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, con declaraciones en el mismo sentido. Sin embargo, cuando a los dirigentes ‘populares’ se les pregunta por posibles pactos con la formación de Santiago Abascal, no hay respuesta afirmativa ni negativa. Y es que el PP afronta por delante unas semanas clave para formar gobierno en Castilla y León, donde todo apunta a que necesitará los votos de Vox, que se niega a dárselos si no entra en el Gobierno.

Respecto a Castilla y León, Feijóo ha dicho en una rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno de la Xunta de Galicia que delega la decisión de los pactos en el candidato del PP y presidente en funciones de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. "Es la persona elegida por los castellanos y leoneses y asume la responsabilidad en el ámbito de sus competencias", ha determinado: "Tendrá que tomar una decisión, espero y deseo que sea la acertada" porque "o hay un gobierno o hay nuevas elecciones". También ha asegurado que "tendrá que ver si hay partidos los suficientemente responsables para garantizar la estabilidad parlamentaria".

Aún así, Feijóo ha marcado distancias con Vox este jueves en una entrevista en la cadena COPE. No se ha atrevido a calificar al partido de “extrema derecha”, como sí que hizo el miércoles el eurodiputado y coordinador del Congreso Nacional, Esteban González Pons, quien dijo que en España hay “una oferta de extrema derecha, como en toda Europa, una socialista y una de centro-derecha (en referencia al PP)". Precisamente, está por ver si González Pons tiene un papel relevante en la nueva dirección del PP.

Pero Feijóo sí que ha señalado que el PP no es "anti autonomista, euroescéptico ni populista, ni cuestiona las instituciones del país y de la UE", en referencia al partido de Santiago Abascal. "Mi partido es el PP y Vox no es el PP ni de ahora, ni de antes, ni nunca. Cuantos más votos tenga Vox, más posibilidades tendremos de que el PSOE se mantenga en el Gobierno", ha asegurado.

Feijóo llama a "combatir" a Vox y lograr "grandes mayorías"

El dirigente gallego, que espera ser designado presidente del partido en el Congreso Nacional de abril, se ha emplazado a “combatir” a Vox explicando el proyecto del PP al electorado y conectando “con una base común” del mismo, siendo consciente de su heterogeneidad, y “convenciendo a la gente de que es necesario unirse y tener grandes mayorías”.

Y si bien ha dicho tener un "profundo respeto a la mayoría de votantes de Vox", ya que muchos votaban antes al PP, ha reconocido: "Tenemos un problema, esa gente se nos ha ido". Por ello, ha llamado a “captar” de nuevo a esos votantes. Y aunque no ha aclarado si piensa romper los pactos con Vox en distintos territorios, se ha limitado a reprochar a la izquierda que critique estas posibles alianzas porque “no está legitimada” cuando el PSOE “depende” de ERC y EH-Bildu.

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha coincidido con él en sus críticas a la izquierda y ha evitado tildar a Vox como "extrema derecha", porque "no hay nada más extremo que acostarse con nacionalistas, el entorno de ETA y gente que ha arruinado a países enteros a manos del comunismo, algunos de ellos, por cierto, que apoyan a Putin en la Asamblea de Madrid", ha dicho.

Ayuso rechaza hablar de "extrema derecha": lo que sé es que hubo gente "extremadamente harta de nosotros" que se fue a Vox

Ayuso, que ha llamado a los barones regionales a "unirse" en torno al proyecto de Feijóo, ha coincidido con él en el diagnóstico sobre la pérdida de votantes hacia Vox: “Lo que sé es que muchísimos votantes del PP se fueron a Vox. Lo que hubo fue mucha gente extremadamente harta de nosotros por distintos errores y lo que tenemos que hacer es que vuelvan a su casa y volver a unirnos”.

El argumento respecto a Vox se extiende al Grupo Parlamentario en el Congreso y Gamarra ha ido en la misma línea en una entrevista este jueves en La Hora de la 1. Así, ha dicho que Vox “está muy a la derecha” del PP: “No creen en las autonomías, no son europeístas”. Y los ‘populares’, ha añadido, defienden la lucha contra la violencia de género o contra el cambio climático, a diferencia del partido de Abascal. “Vox no es el PP y hay muchísimas diferencias entre nosotros, independientemente de que hay votantes de Vox que votaron al PP”.

Gamarra cree que Vox "no forma parte del proyecto del PP": "No son europeístas, no creen en las autonomías"

Gamarra también se ha pronunciado sobre la formación de un gobierno en Castilla y León para decir que el candidato ‘popular’ y presidente de la Junta en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, “tiene las manos libres para negociar”. Así, ha mostrado su “confianza en Mañueco porque va a hacer las cosas bien”.

Moreno pide autonomía para que los barones puedan pactar

Esta premisa es, precisamente, la que ha pedido el presidente andaluz, Juanma Moreno, cuando se acerca inevitablemente la fecha para las elecciones en Andalucía (como tarde, en diciembre). En una entrevista en Onda Cero este jueves, Moreno ha abogado por que la futura dirección del partido dé autonomía a los barones regionales para negociar "qué pacto es el más razonable y más sensato" en cada territorio tras unas elecciones.

Vox puede ser "útil" si hace planteamientos "sensatos"

Sí se ha pronunciado sobre Vox, sin ponerle “etiquetas” respecto a si es o no extrema derecha (sí que ha dicho que está “muy muy a la derecha” del PP). Y ha asegurado que con este partido se podrían cerrar acuerdos en algunas comunidades dependiendo “en gran medida” del candidato de ese partido y del posicionamiento de su dirección nacional. En este sentido, ha considerado que el partido de Abascal puede ser "útil" si hace planteamientos "sensatos" y será "completamente inútil" si se dedica a "boicotear los gobiernos" de los populares.

Moreno ha recalcado que los pactos dependerían de cada comunidad, ya que cada una tiene circunstancias diferentes. Y, aunque ha pedido esa autonomía para pactar, sí que ha defendido un “principio de coordinación” con la dirección nacional.

Rechazo a las "injerencias" en las estructuras territoriales

A este respecto, el dirigente andaluz ha achacado precisamente la crisis en el PP, que ha acabado con el liderazgo de Pablo Casado (al frente del partido hasta el congreso de abril) se debe al “malestar” dentro de las estructuras territoriales del Partido Popular por las “injerencias” de la dirección nacional en sus competencias.

En este punto, precisamente, Feijóo ha estado de acuerdo y ha recordado en una crítica velada a la dirección de Casado que el PP tiene una estructura autonómica y el partido debe "aceptarla y no menoscabarla". A su entender, estos años ha habido "decisiones", "interferencias" y "desconsideraciones hacia muchos líderes del PP" que, sumadas a las últimas con la Comunidad de Madrid, han producido "una tensión y una implosión" que ha llevado a "esta situación de desconfianza y falta de unidad".

Esa falta de unidad, con un PP que quedó abierto en canal tras la crisis que originó guerra entre Casado y Ayuso, es el primer reto de Feijóo cuando asuma previsiblemente la presidencia del partido. Pero la dependencia que la formación tiene actualmente de Vox en algunos lugares y la situación de interinidad del gobierno de Castilla y León son claves para definir su estrategia política. Una situación muy diferente a la que ha vivido Feijóo al frente del PP de Galicia, donde ha sumado cuatro mayorías absolutas consecutivas y no depende de ninguna formación.

Está por ver, por tanto, si mantiene los pactos con Vox en los distintos territorios, algo que podría condicionarle en su meta de concitar grandes mayorías en el futuro, ya no solo en las elecciones de Andalucía, sino en el ciclo electoral que comenzará después, con unas generales para las que va quedando cada vez menos.

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