Canadá pondrá fin "en las próximas horas" a las medidas especiales invocadas hace nueve días para hacer frente a las protestas contra la vacuna de la COVID-19 que paralizaron Ottawa desde finales de enero. Según ha informado el primer ministro, Justin Trudeau, la decisión se ha tomado al entender que "la situación ya no es una emergencia".
"Confiamos en que las leyes y reglamentos existentes son ahora suficientes para mantener a la gente a salvo", ha añadido en una rueda de prensa.
La Ley de Emergencias fue aprobada en la Cámara de los Comunes este lunes tras ser anunciada por Trudeau la semana pasada, pero no sin oposición. El principal partido conservador y algunos líderes provinciales dijeron que era una extralimitación innecesaria del Gobierno canadiense.
La última vez que un Gobierno canadiense invocó el empleo de poderes de emergencia fue en 1970, cuando el entonces primer ministro, Pierre Trudeau, padre del actual gobernante, hizo uso de dicha ley para combatir al Frente de Liberación de Quebec (FLQ), un grupo terrorista que secuestró al viceprimer ministro de Quebec y a un diplomático británico.
Fin al estado de emergencia
La provincia de Ontario también ha informado por separado que pone fin al estado de emergencia declarado a principios de este mes, tras cinco días de bloqueo en el puente Ambassador, principal cruce terrestre de mercancías entre Canadá y Estados Unidos, y con motivo de las protestas del autodenominado 'Convoy de la libertad'.
Los conductores exigieron inicialmente el fin de los mandatos de la vacuna contra el coronavirus, pero la manifestación se fue convirtiendo en una protesta antigubernamental y anti-Trudeau.
El tráfico en Ambassador se reanudó el 15 de enero, pero las manifestaciones en Ottawa finalizaron el pasado fin de semana, cuando se inició una operación para desbloquear el centro de la capital canadiense con decenas de agentes equipados con porras y material antidisturbios.
Las cuentas de los manifestantes serán desbloqueadas
Los poderes incluían la capacidad de congelar las cuentas de los sospechosos de apoyar los bloqueos sin obtener una orden judicial. Junto a Trudeau, la ministra de Economía, Chrystia Freeland, ha anunciado que la mayoría de esas cuentas estaban en proceso de ser liberadas.
Asimismo, permitía a las autoridades incautar los camiones de la protesta y procesar a quienes viajen a la capital para sumarse al bloqueo, así como imponer multas y quitar las licencias de conducir a los antivacunas.
Por su parte, Trudeau insistió en que las medidas era necesarian porque los bloqueos estaban perjudicando a la economía y pusieron en peligro la seguridad pública.