La primera reunión entre el presidente de Castilla y León en funciones y candidato del PP a la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el candidato de Vox, Juan García-Gallardo, ha terminado sin avances. El dirigente 'popular' insiste en que quiere un gobierno del PP en "solitario, fuerte y estable", mientras que el partido de Santiago Abascal insiste en que votará en contra de Mañueco si no entra en el gobierno autonómico.
En una rueda de prensa, el candidato del PP ha dicho que no ha entrado a hablar de programa con el candidato de Vox y que su intención es culminar la ronda de contactos con las formaciones antes de profundizar en cuestiones programáticas. Después de ese primer contacto, su intención es ver quién está dispuesto a negociar un acuerdo de legislatura. De conseguir acuerdos, espera presentarse después a una investidura, pero para un gobierno monocolor del PP con apoyos externos.
Mañueco, que se ha quedado a diez procuradores de la mayoría absoluta (tiene 31), ha reconocido que para cumplir con su propósito de gobernar en solitario solo tiene tres opciones. La primera, es un apoyo en su investidura del PSOE. La segunda, que Vox vote a favor de su investidura. Y la tercera, que logre apoyos entre formaciones minoritarias y que el PSOE o Vox se abstengan. Pero el PSOE le exige para apoyarle romper con Vox en todo el territorio nacional y Vox insiste en que su voto será 'no' si no entra en el gobierno.
Aún así, Mañueco ha asegurado que ve "oportunidades de avanzar" en la consumación de un programa de legislatura con Vox.
"No hemos marcado líneas rojas pero hemos hablado de principios básicos que no pueden ser obviados", ha afirmado, en referencia a un "autonomismo útil, crucial y básico, la apuesta por la cohesión y defensa de la integridad territorial y la defensa firme de la igualdad en todos sus ámbitos".
Gallardo: la distancia para alcanzar un acuerdo "es muy grande"
"Si Vox no entra en el Gobierno para cambiar el rumbo de la comunidad, Vox va a votar en contra", ha manifestado García-Gallardo en la rueda de presa posterior a su reunión con Mañueco, a quien ve como "único interlocutor" en el PP en un momento de crisis interna en el Partido Popular.
Vox ha dicho que tiene "ventaja" porque se mantiene "firme", e insiste en que tiene "el derecho de integrar el futuro Gobierno": "Cuanto antes se convenza el PP de ello, antes llegaremos a un acuerdo", ha indicado.
Pero ha reconocido que la distancia para alcanzar un acuerdo con el PP "aún es muy grande" y ha reprochado a los de Mañueco que pretenda dar a Vox un trato distinto al que dio en Ciudadanos en 2019 teniendo la misma representación en las Cortes. Todo, cuando el próximo 10 de marzo deben constituirse las nuevas Cortes autonómicas. En 2019, la presidencia de las mismas fue para Ciudadanos.
Dicho esto, ha mostrado su "esperanza" ante la posibilidad de que se llegue a un acuerdo de gobierno con el PP ya que, según ha insistido García-Gallardo, Vox no ha pedido "ni más ni menos" que otros partidos políticos en su misma situación.
García-Gallardo se ha referido también a algunas de las exigencias de su partido en materia de violencia de género o de memoria histórica. “Consideramos que el PP ha entendido que lo que pedimos es razonable”, ha asegurado, y ha abogado por tocar la ley autonómica para corregir posibles “desigualdades”. Sin embargo, ha lamentado que Mañueco insiste en que quiere gobernar en solitario.
Ronda de contactos para la investidura
La primera reunión de los equipos negociadores de PP y Vox ha comenzado a las 11.15 horas, quince minutos después de lo previsto, y se ha prolongado hasta las 12.45, frente en los cerca de quince minutos del encuentro del lunes con el PSOE de Luis Tudanca, que acusó a Fernández Mañueco de haberse levantado de la mesa cuando escuchó la palabra "corrupción", aspecto que negó el 'popular' en su posterior comparencencia ante la prensa.
Como en la reunión con el PSOE, Fernández Mañueco ha estado acompañado por el secretario autonómico del PP, Francisco Vázquez, y por los consejeros en funciones y miembros del partido Carlos Fernández Carriedo e Isabel Blanco Llamas, mientras que el candidato de Vox sólo ha estado acompañado por un compañero del partido.
Tras el PSOE y Vox, Mañueco seguirá con su ronda de contactos para tratar de buscar apoyos para una investidura.