Los síntomas del COVID-19 en la sexta ola de la pandemia, con predominio de la variante ómicron, suelen ser leves, pero en ocasiones persisten semanas después de haber pasado la infección y dar negativo en los test.
"Notaba que la tos se prolongaba y que, además, era cada vez más seca y salía más del pecho", cuenta a un equipo de TVE María José, quien acudió al médico preocupada. "Me hicieron placas, me han mandado corticoides y me lo han diagnosticado como síntoma post COVID".
Es pronto para hablar de COVID persistente
Secuelas como las suyas pueden durar hasta ocho semanas y pueden ocurrir de la misma manera con otras infecciones respiratorias. En el último mes, las consultas de atención primaria están detectando más casos de bronquitis y tos persistente que en las olas anteriores, algo proporcional al elevado número de contagios registrados.
No obstante, todavía no podemos hablar de casos de COVID persistente asociados a ómicron, porque para dicha enfermedad los síntomas deben persistir al menos 12 semanas, según la definición de enfermedad por la Organización Mundial de la Salud.
"Parece que la variante ómicron tiene mayor afinidad por las células de la vía respiratoria alta y producen más sintomatología ahí", apunta José María Molero, de la Sociedad Española de Medina Familiar y Comunitaria, en línea con un estudio de la Universidad de Hong Kong que reveló que la nueva versión del virus se replica 70 veces más rápido en los bronquios y diez veces menos eficazmente en los pulmones si lo comparamos con la precedente, delta.
En cuanto a la persistencia de los síntomas, Molero aclara: "no significa que estas personas estén en riesgo de empeorar ni que puedan contagiar a los demás". De hecho, los casos derivados a hospitales y los reingresos de personas que ya tenían el alta son "infrecuentes, según los expertos. "Ingresan algunas personas puntuales, pero sobre todo aquellas que tienen problemas de base", explica Francisco Sanz, coordinador de la unidad COVID del Hospital General de Valencia.
Según los médicos, factores como tener asma, alergias o fumar pueden favorecer que los síntomas se mantengan algunos días después de haber superado la infección. En todo caso, para saber el impacto de la variante ómicron y la vacunación en la COVID persistente todavía habrá que esperar unas semanas.