Han pasado algo más de dos años y medio desde las últimas elecciones autonómicas y la mayoría de candidatos repite ahora en los comicios del 13 de febrero en Castilla y León. El presidente de la Junta, el ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco, se ve aupado en la mayoría de las encuestas y aspira a un gobierno en solitario.
El CIS, sin embargo, prevé como vencedor a Luis Tudanca (PSOE), aunque en un empate técnico con el PP por el que cualquiera de los dos podría ser investido presidente. Para ello se prevén necesarios los pactos, con Unidas Podemos a la izquierda y Vox a la derecha, mientras que el resto de partidos podrían resultar decisivos para lograr una mayoría absoluta de 41 procuradores para una investidura.
En el escenario electoral tan solo hay dos agentes políticos nuevos: Juan García-Gallardo Frings como nuevo candidato de Vox, a quien el CIS otorga hasta un máximo de ocho escaños (frente al único procurador que tiene en la actualidad) y la llamada España Vaciada, que concurre por primera vez a las elecciones autonómicas, aunque lo hace tan solo en cinco de las nueve provincias de la región.
Ante un escenario de tal incertidumbre, habrá que esperar a ver qué hacen los casi dos millones de castellanos y leoneses que están llamados a votar el 13 de febrero para hacer cálculos de posibles pactos.
Estos son los candidatos que concurren:
Tudanca, el aspirante al cambio que desestabilizó pero no tumbó al Gobierno
Mañueco convocó elecciones un 20 de diciembre y dos días después, el candidato del PSOE, Luis Tudanca (Burgos, 1978), ganó junto con varios amigos el Premio Gordo de la Lotería de la Navidad. Ahora espera que la suerte siga con él este 13 de febrero y, tras ocho años en la oposición, a la tercera convocatoria electoral vaya la vencida para hacer posible el cambio en una región en la que el PP lleva gobernando casi 35 años. Solo el CIS le ve como posible vencedor y, en cualquier caso, le otorga un resultado significativamente peor al de 2019, cuando resultó el candidato más votado pero no logró gobernar tras el ‘no’ de Ciudadanos.
Tudanca ya intentó en marzo el cambio por otras vías, en concreto, la de la moción de censura, siguiendo la estela de la que se había presentado días antes en Murcia. Pero al igual que en Murcia, no prosperó. Sí sirvió, sin embargo, para desestabilizar al Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos, que ha derivado en este adelanto electoral. Licenciado en Derecho, Tudanca lleva en el PSOE desde el año 2000. En 22 años, ha sido diputado en el Congreso y desde 2014 es el secretario general del PSOE de Castilla y León. Se presenta a estas elecciones como el candidato de “mirada limpia” y de “palabra” y se ha propuesto como rival a batir al PP y a su supuesta “corrupción” en la región. Mientras, el mundo rural y las políticas del Gobierno central serán parte de su bandera esta campaña.
Fernández Mañueco, tras los pasos de Ayuso para gobernar en solitario
Al candidato del PP y presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca, 1965), se le conoce como un hombre tranquilo y reacio a los cambios, pero convocó elecciones anticipadas en diciembre sin preaviso a sus socios de Ciudadanos y rompió con ellos para seguir en Castilla y León los pasos que ha dado en Madrid su presidenta, Isabel Díaz Ayuso. Al igual que a Ayuso, la mayoría de encuestas (salvo el CIS) le aupan a la primera posición y, algunas le llevan a rozar la mayoría absoluta. Tras quitarse a Ciudadanos de en medio, Mañueco aspira ahora a no tener que incorporar a Vox en un Gobierno y a no depender en exceso del partido de Santiago Abascal, con quien el PP se está esforzando en marcar distancias de cara a las urnas.
Un éxito de tal calado podría llevarle a minimizar definitivamente otro hito: el de ser el primer candidato del PP que perdía unas elecciones en Castilla y León, feudo ‘popular’ por excelencia. En estos dos años y medio, Mañueco ha tenido que hacer frente junto con Ciudadanos a la gestión de una pandemia que cogió a todas las administraciones por sorpresa y las puso en jaque. Con Cs superó también la moción de censura del PSOE, fruto de la onda expansiva del ‘tsunami’ político que comenzó con otra moción de censura en Murcia. Aquello, sin embargo, dejó a Cs sin una diputada y al Gobierno sin mayoría absoluta y desestabilizado, con necesidad de buscar apoyos externos y la desconfianza creciente en Mañueco respecto a sus socios. Desconfianza a la que Mañueco puso fin definitivamente el pasado 20 de diciembre.
Francisco Igea, el ‘ex’ de Mañueco que resiste la tormenta
Francisco Igea (Valladolid, 1964) ha sido una de las voces más críticas con la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, con quien incluso llegó a rivalizar en las primarias. Y sin embargo ahora, buena parte de la supervivencia de Cs (en caída constante desde 2019) depende del resultado que obtenga en estas elecciones autonómicas. Igea nunca se fió del todo del PP y fue uno de los pocos que abogaba por poder pactar con el PSOE cuando, en 2019, Albert Rivera viró al ‘no es no’ a Pedro Sánchez y a su partido. Aún así, acabó pactando con Mañueco un gobierno de coalición que él mismo describió como “matrimonio de conveniencia”.
Pero nunca hubo sintonía entre ambos, obligados a entenderse para la gestión de la pandemia pero alejados en lo político y lo personal. La moción del PSOE dejó sin mayoría absoluta a la coalición e Igea, que nunca ha visto con buenos ojos a Vox, empezó a buscar el apoyo de otras formaciones como Por Ávila a cuestiones como los Presupuestos, algo que no gustó a Mañueco, que le acusó de pactar “a sus espaldas”. El 20 de diciembre, Igea se enteró en pleno directo durante una entrevista radiofónica de su destitución y la del resto de concejales de Cs y del adelanto electoral y, en caliente, dijo de él que “no es un hombre de bien”. Al poco de esto, Igea volvió al Hospital Río Carrión a trabajar como médico especializado en el aparato digestivo. Pero está dispuesto a volver y el CIS prevé que podría lograr entre dos y cinco escaños.
Pablo Fernández y la fidelidad al Podemos más primigenio
Pablo Fernández (León, 1976) repite por tercera vez como candidato a las elecciones autonómicas, esta vez liderando la coalición de Unidas Podemos con Izquierda Unida y Alianza Verde. En 2019 él fue uno de los dos procuradores que sacó el partido morado en la autonomía en lo que fue una debacle electoral con la pérdida de ocho escaños respecto a 2015. Ahora, sin embargo, el CIS prevé que Fernández podría mejorar su posición y lograr entre tres y cinco escaños.
Y es que la situación ha cambiado respecto a 2019. Unidas Podemos es ya un partido de gobierno en el ámbito nacional, desde donde también ha gestionado la pandemia. Y Fernández ha ganado visibilidad en el partido desde que fue designado miembro del Consejo Ciudadano Estatal y coportavoz nacional de la formación, junto con Isa Serra, tras la proclamación de Ione Belarra como nueva líder el pasado mes de junio. Sin embargo, Fernández es un militante de base que siempre se ha mantenido fiel al Podemos más primigenio. Siendo quiosquero de León, solo se planteó entrar en política cuando vio “en la tele a un chico (Pablo Iglesias) que tenía coleta y decía verdades”. Fundó entonces el círculo de Podemos en León y se ha mantenido fiel a Iglesias hasta su marcha hace casi un año, como lo es ahora a Belarra.
Juan García-Gallardo, la cara nueva que podría impulsar con fuerza a Vox
Juan García-Gallardo Frings (Burgos, 1991) es el más joven de todos los candidatos y, para ser la primera vez que se presenta a unas elecciones (y siendo también nuevo en Vox), el CIS otorga hasta un máximo de ocho escaños a esta formación, lo que podría darle alas para, en caso de ser necesario, exigir a Mañueco entrar en un gobierno de coalición. Y eso sería un todo hito para la formación de Santiago Abascal, que se convertiría por primera vez en un partido de gobierno.
Abogado de profesión, García-Gallardo ha dicho que lo que le impulsó a entrar en política (concretamente en Vox) fueron las cuestiones relacionadas con la ideología de género (que Vox pretende combatir) y el cambio climático (que el partido minimiza). Y si hasta hace poco este candidato era desconocido, en las últimas semanas ha estado en boca de todos los partidos a raíz de la publicación en los medios de unos polémicos tuits homófobos y machistas que escribió hace más de diez años y que ha terminado borrando. En lo personal, este candidato se define como un apasionado de la hípica y un aficionado al pádel y a los toros.
Luis Mariano Santos, un ‘leonesista’ que quiere dividir la autonomía
Luis Mariano Santos (Cistierna, 1968) repite por tercera vez como candidato de la Unión del Pueblo Leonés, donde ha sido el único procurador regional en las dos pasadas legislaturas. Santos es un firme defensor de la llamada Región Leonesa y aboga por separar León, Zamora y Salamanca de la parte castellana de la comunidad para hacer la autonomía número 18 del país. Considera que Castilla y León es “una comunidad impuesta y sin ningún tipo de consenso social”, pero su discurso, si bien ha tenido algo de éxito en la provincia de León, no termina de calar en Zamora y en Salamanca y, de hecho, no ha conseguido ni se espera (según el CIS) UPL obtenga ningún procurador en ambas provincias.
Pero Santos también se ha mostrado preocupado por otras problemáticas, como la despoblación, el equilibrio territorial o los servicios públicos, “deteriorados” a su juicio por el PP, de quien dice estar muy “alejado” ideológicamente. Como también del PSOE y advierte de que UPL no está para “cambiar un presidente por otro”. Sin embargo, opina que “lo más higiénico” en una comunidad gobernada tanto tiempo por el PP “es el cambio”. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, Santos cuenta con una amplia trayectoria política, habiendo sido previamente presidente de la Mancomunidad Alto Esla-Cea y durante doce años concejal en su localidad natal, Cistierna.
Pedro Pascual: sin “cordones sanitarios” para que Ávila prospere
Pedro Pascual (Ávila, 1964) también repite por segunda vez como candidato de Por Ávila a estas autonómicas, que compaginará como ha hecho durante toda la pandemia con su trabajo como sanitario. Y es que Pascual es un firme defensor de la Sanidad Pública, en particular en la provincia de Ávila. El CIS prevé para su formación un resultado similar al de 2019, con Pascual como único procurador.
Pese a ser una escisión del PP y haber apoyado la investidura de Mañueco, Por Ávila se postula en realidad como un partido “bisagra”, dispuesto a pactar “sin cordones sanitarios” con el fin de lograr medidas positivas para la provincia, siendo precisamente la mayor parte de sus propuestas dirigidas al ámbito sanitario. En el tramo final de la pasada legislatura, Pascual se convirtió en un imprescindible para la coalición de PP y Ciudadanos después de que una procuradora ‘naranja’ abandonase Cs y pasase al Grupo Mixto tras la moción de censura en Murcia. En lo personal, Pascual es un apasionado del fútbol y de la enseñanza.
Los candidatos de la España Vaciada: activistas y algún político
La España Vaciada concurre en cinco de las nueve provincias. Sus candidatos, Ángel Ceña (Soria ¡Ya!), Verónica Santos (Salamanca), Joserra González (Burgos), Cristina Blanco (Valladolid) y Nieves Trigueros (Palencia) suman décadas como activistas contra la despoblación y a favor de los servicios básicos y, por primera vez, han decidido dar el salto a unas elecciones para llevar, dicen, la voz de los pueblos a las instituciones. Santos y Blanco sí tienen experiencia en partidos políticos, puesto que la primera viene de un paso breve por Unidas Podemos y, la segunda, ha sido concejala de Ciudadanos en Medina del Campo. Precisamente, la candidatura de Valladolid está conformada en su mayoría por ex miembros del partido naranja.
La candidatura de Soria ¡Ya! es la única que concurre como agrupación de electores y no como partido, aunque pertenece a la Plataforma España Vaciada, como el resto. Pero es también la que tiene más popularidad en la provincia a la que quiere representar y para el CIS es, a su vez, la única con posibilidades de obtener representación con entre tres y cuatro procuradores. Y es que, según el CIS, la de Ceña sería la lista más votada en Soria. Pese a llevar 20 años trabajando con esta plataforma, Ceña no era de los más populares ni uno de los portavoces, pero este funcionario (inspector de Transportes) decidió dar el paso y, con el espíritu ‘colchonero’ como buen aficionado al Atleti que es, espera ir ganando ‘partido a partido’ hasta obtener el mejor resultado posible el 13F.