Las duras restricciones impuestas al inicio de la pandemia en países como Australia y Nueva Zelanda mantuvieron a raya al nuevo coronavirus en Oceanía, pero la explosión de casos de COVID-19 en el primero de estos dos países ha llevado al continente a ser la región del mundo con mayor tasa de contagios diarios registrados por primera vez, al superar a Norteamérica a mediados de enero por la rápida expansión de ómicron.
A mediados de noviembre, Australia apenas había llegado a los 200.000 casos, pero dos meses después supera ya los 1,8 millones de contagios, el 86 % de ellos registrados en las últimas cuatro semanas. El pasado 12 de enero, se alcanzaron los 175.000 contagios en un único día, récord de toda la pandemia, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.
Con una tasa de más de 5.100 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días -la de España era este lunes de de 3.398-, Australia es el tercer país del mundo de más de cinco millones de habitantes con mayor tasa de contagio, solo por detrás de Dinamarca y Francia.
77 muertos, el día con más fallecidos de toda la pandemia
Una semana después de alcanzar el récord diario de casos, los contagios bajan ligeramente en Australia, pero las muertes baten una nueva marca. En lo que va de año, el país ha superado continuamente el número de muertes notificadas. Aunque el último dato no está aún consolidado, según informa Reuters Australia ha registrado 77 fallecimientos por COVID-19 este martes 18 de enero, su mayor número de fallecimientos de toda la pandemia. La cifra más alta hasta ahora eran los 58 que se contabilizaron el lunes 17.
La situación de la pandemia en el país fue uno de los motivos del Gobierno australiano para acabar expulsando del país al tenista serbio Novak Djokovic por motivos de “salud y de buen orden”.
Y es que Australia vive el peor momento de toda la pandemia con el mayor número de ingresos y de personas en las unidades de cuidados intensivos. El Estado de Victoria ha decretado el llamado “código marrón” que permite a los hospitales cancelar servicios de salud no urgentes y suspender las vacaciones del personal sanitario.
El Gobierno federal ha aprobado, además, un plan para que los hospitales privados provean de hasta 57.000 enfermeras y 100.000 médicos a los centros públicos para atender a los pacientes infectados por COVID.
Las autoridades han hecho un llamamiento a la población para que se pongan la tercera dosis de la vacuna. En Australia el 77,69 % del total de sus habitantes tiene la pauta completa, según el recuento de Our World in Data.
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