La pandemia de COVID-19 ha agravado las cifras de prevalencia de la obesidad infantil en España, que ya eran preocupantes antes de la situación excepcional creada por el virus. Los confinamientos y las restricciones de movilidad han provocado un importante aumento de peso en la población española, incluida la infantil, y este problema tendrá importantes repercusiones en el futuro si no se pone remedio, según ha alertado la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), que pide un plan nacional para atajarlo, con la implicación de diferentes ministerios.
El estudio Aladino, previo a la irrupción del coronavirus, mostraba ya que en 2019 la prevalencia de sobrepeso en la población infantil española de 6 a 9 años era del 23,3% y la de obesidad del 17,3%. Además, dentro de este último grupo, un 4,2% de los escolares estudiados tenían obesidad grave, unos datos que eran malos, pero que reflejaban una cierta estabilización. Sin embargo, los especialistas han detectado un repunte significativo en las tasas de obesidad infantil y adolescente después de las restricciones impuestas por el coronavirus.
“De los adolescentes obesos, un 80% se convierten en adultos obesos. “
La SEEDO se ha referido en un comunicado a un estudio reciente de la plataforma de seguridad y bienestar digital para familia Qustodio, que confirma las causas de este incremento. Entre otros, son factores como el mayor tiempo de uso de las pantallas, cambios en los hábitos alimenticios, así como un menor tiempo de actividad física. Según detalla el informe, el 30% de los niños pasan menos de una hora diaria al aire libre, y aproximadamente un 72% realiza menos actividad física que antes de la pandemia.
"El último estudio que tenemos prepandemia sobre la obesidad infantil situaba a los niños de entre 6 y 9 años con tasas de peso no adecuado en el 40%, es decir, eran unas cifras tremendamente preocupantes. Sobre todo, teniendo en cuenta que de los adolescentes obesos, un 80% se convierten en adultos obesos", explica a RTVE.es el doctor Francisco Tinahones, presidente de la Sociedad Española de Obesidad, quien deja claro que "hay numerosos estudios que han demostrado que la pandemia de COVID-19 ha producido un incremento de peso prácticamente en todas las familias, tanto en adultos como en niños".
“F. Tinahones (SEEDO): España reconoce a la obesidad como una enfermedad, pero no la trata como tal. “
Lejos de considerarlo únicamente como un problema estético, la SEEDO ha pedido una vez más que la obesidad sea identificada como una enfermedad "crónica", ya que es un problema de salud que afecta al 23% de los españoles, y casi a la mitad de su población infantil y adolescente. "Nuestro país reconoce a la obesidad como una enfermedad, pero no la trata como tal. Por ejemplo, están saliendo nuevos fármacos que son eficaces contra la obesidad, pero no los paga el sistema público, mientras que sí que lo hace para otras patologías como la diabetes o la hipertensión", compara Tinahones.
Origen de múltiples patologías
La obesidad es una patología que deteriora significativamente la calidad de vida de quien la padece y se convierte a su vez en origen de múltiples enfermedades, como la diabetes tipo 2, que está asociada casi exclusivamente al sobrepeso. Además, estas dolencias afectan cada vez más a personas jóvenes.
"No estábamos acostumbrados a ver estas situaciones de forma tan precoz. La obesidad hace daño a medida que se va incrementando la carga de enfermedad, esto es, los años que transcurren siendo obesos. Si empiezan con obesidad desde tan jóvenes y luego de adultos se mantienen obesos, probablemente enfermedades asociadas a la obesidad las veremos aparecer de forma muy temprana. De hecho, ya estamos empezando a ver la diabetes tipo 2 en adultos muy jóvenes e incluso en adolescentes, algo que era absolutamente inusual hace 20 años", describe el presidente de la SEEDO.
Para frenar este problema creciente, los especialistas han reclamado un plan nacional que aborde esta patología "crónica" de forma transversal, como se ha hecho con éxito en otros países europeos, y que implique a ministerios que tengan competencias en cuestiones como la educación, la publicidad, la fiscalidad, la financiación de fármacos, el etiquetado de alimentos e incluso el urbanismo, "para diseñar ciudades saludables y que inciten a la actividad física".
"Las medidas puntuales, como por ejemplo limitar determinada publicidad, si no van en el contexto de un plan nacional, son como una gota de agua en un océano, y no van a tener un impacto importante en el problema que supone tanto la obesidad infantil como la de adultos. Hace falta involucrar a más ámbitos", declara al respecto Francisco Tinahones.
Un 72% de los niños españoles realiza ahora menos actividad física que antes de la pandemia. GETTY IMAGES
¿Por qué aumenta la obesidad?
Preguntado por las razones de este incremento de peso durante las últimas décadas de la población, tanto adulta como infantil, este endocrinólogo cree que se ha producido "un cambio muy importante en el estilo de vida de los españoles", ya que "hemos aumentado la ingesta calórica, con alimentos que cada vez tienen un contenido calórico más alto, que son los que están globalizándose, porque son más baratos, más fáciles de preparar y de conseguir; y están arrinconando a la cocina tradicional mediterránea, que se hace con productos de cercanía y más sanos".
“F. Tinahones (SEEDO): Se está arrinconando a la cocina tradicional mediterránea. “
Tinahones indica además que la actividad física ha disminuido "de una forma importantísima", un descenso que en el caso de los niños se ha producido "de una forma exponencial". Asimismo, apunta a la irrupción de otros factores, asociados al estilo de vida contemporáneo, más relacionados con enfermedades de naturaleza psíquica, que "ahora son más prevalentes", como el estrés, la depresión, la ansiedad, la angustia…
"La enfermedad mental está globalizándose a todas las etapas de la vida, y niños con problemas depresivos, o de estrés, tienen también muchas más probabilidades de ser obesos", asegura, sin olvidarse de la importancia de un descanso adecuado, ya que "los niños con menos horas de sueño también tienen más probabilidades de ser obesos".