La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha indicado este miércoles que es "sorprendente" que el PSOE muestre ahora sus "diferencias" en relación sobre el "alcance" de la reforma laboral, cuando ya está pactado su contenido desde el mes de diciembre y ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que "presida" la reforma laboral.
"Me gustaría que la derogación de la reforma laboral la presida Pedro Sánchez, que es el presidente del Gobierno de España. Ahí transmitiríamos a nuestro país que queremos, por fin, un nuevo modelo de relaciones laborales que coloque en el centro el trabajo decente". "Deroguemos la reforma laboral y que la encabece el presidente del Gobierno", ha zanjado, respecto a las discrepancias de los últimos días en materia de la reforma laboral.
A este respecto, Díaz rechaza que las diferencias en el seno de la coalición sean por la "metodología", como asegura la parte mayoritaria del Gobierno y dijo este martes la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, con la que mantiene una rivalidad en materia de la reforma laboral. Moncloa ha asumido que sea Díaz quien lidere las negociaciones en materia laboral, pero exige "coordinación" con los ministros socialistas, entre ellos la propia Calviño.
Se pregunta "qué ha pasado ahora" para que haya un conflicto en el Gobierno
La ministra asegurado que las conversaciones con los agentes sociales sobre la reforma laboral se prolongan desde el 17 de marzo y ha señalado que ella y Sánchez ya pactaron "una reforma laboral ambiciosa" que transmitieron a Bruselas.
Y ha añadido que la "metodología" es la misma que se ha aplicado durante toda la pandemia y ha permitido alcanzar 12 acuerdos sociales. "Esta metodología ha sido tildada por la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y el FMI (Fondo Monetario Internacional) por ser ejemplar", ha dicho, y ha asegurado que la "pregunta" es "qué ha pasado ahora para que haya un conflicto por la otra parte sobre el alcance de esta cuestión".
Sobre si había hablado con Pedro Sánchez o Calviño en las últimas horas, ha asegurado que "se ha hablado todo el día y todo la noche", lo que deja entrever siguen las negociaciones pero aún no se ha llegado a ningún acuerdo.
Ante el secretario general de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Maurizio Landini, la vicepresidenta segunda ha apuntado que Europa necesita de forma "urgente" de los mecanismos de protección social, salarios dignos y un refuerzo de los sindicatos para poner "en el centro a las personas" y dar un rostro "humano" a la UE.
Díaz ha criticado las medidas de austeridad adoptadas durante la crisis financiera, que se tardó más de 10 años en dejar atrás. En este punto, la ministra también ha manifestado su rechazo a la reforma laboral del PP, la de 2012, que solo sirvió para "causar una enorme precariedad en España y un enorme sufrimiento".
Sobre cómo se siente en estos momentos de divergencias, Díaz ha explicado que se encuentra "en el seno del Gobierno progresista, bien y cómoda" porque su "única convicción es cambiar la vida de la gente".
Rodríguez discrepa de Díaz: "Por supuesto que Sánchez lidera"
Tras las declaraciones de Díaz, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez (PSOE), ha dicho no compartir las palabras de la ministra de Trabajo.
"No se trata de contenido, está escrito el acuerdo, está en el acuerdo de coalición y por supuesto que es una cuestión que lidera el presidente del Gobierno, que parte de su discurso de investidura", ha dicho ante los medios.
El Gobierno, ha dicho, "tiene la absoluta certeza de que quiere hacer esta reforma laboral profunda". "Forma parte de los acuerdos del Gobierno y está ratificada en Europa", ha asegurado. Pero ha defendido que "precisa primero de coordinación" entre el propio Gobierno: "Es en lo que estamos trabajando".
Por último, ha apostado por "el mayor de los diálogos para lograr el mejor de los acuerdos": "Queremos poner fin a la reforma del PP que hizo sin consenso en la mesa de diálogo social y sin consenso parlamentario". Para ello, "hace falta un consenso amplio y un Gobierno coordinado", ha zanjado.