El gigante inmobiliario chino Evergrande ha suspendido este lunes su cotización en la bolsa de Hong Kong sin dar ninguna explicación. La decisión llega días después de que algunos accionistas indicaran que la promotora había incumplido un segundo pago de intereses.
El grupo ha informado de esta suspensión, que afecta a también "todos los productos estructurados relacionados con la empresa", en un comunicado emitido a través del parqué hongkonés, que ha regresado este lunes a la actividad tras un parón de tres días.
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Estrangulado por una deuda de 260.000 millones de euros, el grupo de propiedad privada lleva varias semanas teniendo problemas para hacer frente a los pagos de intereses y a las entregas de las viviendas. El precio de las acciones de la empresa ha caído cerca de un 80 % desde principios de año, mientras que su unidad de servicios inmobiliarios se ha desplomado un 43 %.
Las acciones de su filial de vehículos eléctricos, que la semana pasada renunció a una propuesta de cotización en Shanghái, no han sido suspendidas, aunque han caído un 6 % en las primeras operaciones.
Evergrande hace temblar los mercados
La posible quiebra de la promotora inmobiliaria ha provocado una gran incertidumbre a nivel internacional y ha arrastrado a mercados bursátiles en todo el mundo.
Si bien los temores iniciales se atenuaron un poco después de que el banco central de China se comprometiera a proteger los intereses de los compradores de viviendas, la prensa china señala que las autoridades han pedido a los gobiernos locales que se preparen para el posible colapso de Evergrande, lo que sugiere que es improbable que se produzca un gran rescate estatal.
Los expertos creen que su futuro podría pasar por una reestructuración con la que se pasarían proyectos a otras promotoras para garantizar su finalización antes de que una compañía estatal actuase como "inversor estratégico" para resolver los problemas de financiación del grupo.
Aunque lo que ocurra en el futuro con Evergrande todavía se mantiene en el terreno de la especulación, Fitch rebajó la semana pasada la calificación del riesgo emisor a largo plazo del endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande de 'CC' a 'C', el tercer nivel más bajo de su escalafón.
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Evergrande ya ha comenzado a desprenderse de algunos activos. La semana pasada, el grupo anunció que vendería una participación de 1.500 millones de dólares (1.300 millones de euros) en un banco regional para obtener el capital que tanto necesita.
También comunicó el 30 de septiembre que había realizado un reembolso del 10 % de los productos de gestión de patrimonios, que en su mayor parte son propiedad de inversores minoristas en territorio nacional.
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A finales de junio, según los datos ofrecidos por el grupo, su pasivo total superaba los 300.000 millones de dólares, de los que tiene que devolver 37.000 millones en préstamos antes de que termine el primer semestre de 2022.
Cientos de personas han protestado frente a las oficinas de Evergrande en varias partes del país en las últimas semanas para exigir la finalización de las obras o la devolución del dinero ya pagado. El grupo ha admitido que se enfrenta a "retos sin precedentes" y ha advertido que podría no ser capaz de cumplir sus compromisos.