El Gobierno de Reino Unido ha admitido que el desabastecimiento en las gasolinerasque registra el país desde hace días "podría durar otra semana". La escasez de transportistas y el miedo a quedarse sin gasolina han creado largas colas en las estaciones de servicio y, aunque el país ha insistido en que la situación "se está estabilizando", los precios han registrado una subida que no se recordaba en ocho años.
“Aún hay una fuerte demanda de combustible en algunas partes del país“
En declaraciones a la BBC, el secretario de Estado Kit Malthouse ha reconocido que "aún hay una fuerte demanda de combustible en algunas partes del país", pero ha hecho hincapié en que el motivo de la crisis es un problema de distribución y no de suministro. Por su parte, el Ejecutivo del primer ministro, Boris Johnson, espera que la situación se estabilice "a medida que se equilibran la oferta y la demanda". "Si las cosas se deteriorasen más, el primer ministro y el ministro de Energía tendrán que revisar la situación", ha añadido Malthouse.
Un país sin conductores
La falta de transportistas es común en toda Europa, pero la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) ha agravado la situación de los británicos: en total, se estima que se han marchado 14.000 conductores. No obstante, el Gobierno ha señalado a los problemas derivados de la pandemia como origen de esta falta de personal.
Ahora existe un nuevo sistema migratorio y para obtener una visa de trabajo se requieren unos ingresos que, normalmente, esos perfiles profesionales no pueden alcanzar. Esta escasez de transportistas hizo que la petrolera BP anunciase la clausura de algunas de sus estaciones al no poder llevar el combustible hasta los surtidores. Según la patronal del sector se necesitan para operar de forma fluida 100.000 trabajadores.
Las medidas incluyen 5.000 visados temporales
Entre las medidas, el Gobierno ha dicho que 150 conductores del Ejército ayudarán en las labores de distribución, al tiempo que también se han movilizado camiones cisterna propiedad del Estado. Asimismo, se emitirán 5.000 visados temporales para trabajadores extranjeros, frente a un déficit de 100.000 profesionales.
En una medida criticada por los sindicatos, el Gobierno ha prorrogado hasta el 31 de octubre la norma introducida en julio que permite a los camioneros alargar sus horas de conducción y modificar sus pautas de descanso, siempre que se cumplan varios requisitos de seguridad. Asimismo y según contaba la corresponsal de RNE en Reino Unido, Sara Alonso, el Ejecutivo ha tratado de persuadir a extransportistas británicos para que vuelvan a ponerse al volante y así evitar tener que reclutar a trabajadores inmigrantes.
La escasez de transportistas, y en general de trabajadores cualificados, afecta también a otros sectores de la economía, que temen que no recibirán suministros necesarios de cara a la Navidad o, en el caso de la hostelería, que no contarán con personal suficiente para mantener abiertos los negocios.