El expresident catalán Carles Puigdemont ha sido detenido este jueves por la policía italiana en Cerdeña, un arresto que se produce a poco más de un mes de que se cumplan cuatro años desde que el 30 de octubre huyera a Bruselas y comenzara así un periplo judicial que, a la espera de saber qué ocurre en esta ocasión, hasta el momento no ha conseguido sentarle en el banquillo.
Puigdemont salió de España tres días después de la fallida declaración unilateral de independencia de Cataluña en 2017 y de su destitución en aplicación del artículo 155 de la Constitución. Desde entonces, ha sido detenido dos veces, siendo la primera en Alemania. Antes pasó por Bélgica, donde no llegó a ser detenido al adelantarse y presentarse voluntariamente ante la Justicia.
2017: la huida a Bruselas
Puigdemont y cuatro consellers de su Govern huyeron a Bruselas el 30 de octubre de 2017, el mismo día que comenzó la ofensiva judicial en la causa del procés. Seis días más tarde y con una euroorden emitida contra ellos, se entregaron a la Justicia belga, que los puso en libertad con medidas cautelares.
Pero aquel proceso de entrega duró muy poco porque el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena acabó retirando el 5 de diciembre aquella euroorden al considerar que podría condicionar la evolución de la investigación. Ante esto, la Justicia belga opta por cerra el proceso judicial.
El 21 de diciembre, Puigdemont encabezó la lista de JxCat en unas elecciones en las que su grupo obtiene 34 diputados, frente a los 36 logrados por Ciudadanos. No obstante, el bloque independentista logra la mayoría absoluta.
2018: detenido en Alemania
El 22 de enero, el presidente del Parlament, Roger Torrent, propuso a Puigdemont como candidato a presidente de la Generalitat. Sin embargo, unos días más tarde el Constitucional decide prohibir una investidura a distancia de Puigdemont.
Durante los primeros meses del año, Puigdemont viaja por varios países de Europa, participando en diversos eventos como el Festival de Cine de Ginebra o el Foro Internacional de Derechos Humanos. Sin embargo, la sorpresa llega cuando, tras su travesía en coche, Puigdemont es detenido en Schleswig-Holstein (Alemania) el 25 de marzo.
El juez Llarena, que ya había procesado por rebelión a 13 líderes soberanistas, reactivó la euroorden contra él, en virtud de la cual fue detenido por la Policía alemana tras cruzar la frontera desde Dinamarca. La Fiscalía alemana pidió a la Audiencia Territorial de Schleswig tramitar la extradición por rebelión y malversación de fondos públicos, pero éste acabó descartando el primer delito y le dejó en libertad bajo fianza mientras estudiaba la entrega por malversación.
Meses después, la Justicia alemana aceptó su extradición por el delito de malversación, pero el Tribunal Supremo retiró una vez más la euroorden: no aceptó la entrega únicamente por ese delito, al considerar que había indicios de rebelión. De nuevo, cerraba así el proceso de extradición.
En mayo, el Parlament aprobó la reforma de la Ley de la Presidencia para poder investir a distancia a Puigdemont. Pero de nuevo fue suspendida por el TC el 9 de mayo. Es por ello que Puigdemont termina por designar a Quim Torra como candidato a presidente de la Generalitat.
No es hasta el 5 de junio de ese año que Puigdemont y los exconsejeros huidos a Bélgica presentan una demanda civil contra el juez Llarena al estimar que no respetó su derecho a la presunción de inocencia. Poco más de un mes después, el magistrado termina la instrucción de la causa del procés, declara en rebeldía a los procesados huidos y suspende de cargo público a los diputados presos y a Puigdemont.
2019: elecciones europeas y entrega voluntaria
En febrero de 2019, el Constitucional rechaza por unanimidad el recurso de amparo del expresidente de la Generalitat y los exconsellers Clara Ponsatí y Lluis Puig contra su procesamiento en la causa del procés y mantiene su suspensión como diputado. Dos meses después, el juez Llarena archiva la causa contra Puigdemont y seis procesados declarados en rebeldía mientras sigan huidos.
Puigdemont decide en mayo presentarse a las elecciones europeas por la lista de JxCat y el partido logra ganar en Cataluña al sumar casi un millón de votos, que le otorgan dos escaños. A pesar de esto, Puigdemont no logra convertirse en europarlamentario al no viajar personalmente a Madrid para el acto de acatamiento de la Constitución.
No sería hasta final de año que el Parlamento Europeo le reconoce -junto a Toni Comín- como eurodiputado, un día después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea estableciera que esa condición se adquiere desde la proclamación de los resultados de los comicios europeos. Una decisión que volvió a complicar el largo proceso judicial.
Paralelamente, Estrasburgo rechaza la demanda de Puigdemont y otros 75 diputados catalanes contra la anulación del pleno de octubre de 2017 en el que se iba a declarar la independencia de Cataluña.
El 14 octubre, Llarena dicta por tercera vez una orden nacional, europea e internacional de detención y entrega contra Puigdemont por los delitos de sedición y malversación, horas después de que el Tribunal Supremo notificase la sentencia en la que condena a penas de entre 9 y 13 años de cárcel a nueve líderes del procés por sedición. Cuatro días más tarde, el propio Puigdemont comparece voluntariamente ante las autoridades belgas y queda en libertad sin fianza pero con condiciones.
2020: ocupa su escaño en el Parlamento Europeo
A principios de año, la justicia belga suspende el procedimiento por el que debía decidir sobre su entrega o no a España al constatar que goza de inmunidad como eurodiputados. Poco después, Puigdemont renuncia formalmente a su eventual reelección como presidente catalán al dejar su acta de diputado del Parlament y pasa a ocupar su escaño en el Parlamento Europeo.
Unos días más tarde, el PE anuncia el comienzo del suplicatorio contra Puigdemont y Comín, el proceso para retirarles la inmunidad y poder juzgarles en España.
En septiembre, el Tribunal Constitucional deniega la suspensión de las órdenes nacionales de busca y captura de Puigdemont y el exconseller Antoni Comín.
2021: detenido en Cerdeña
La nueva detención de Puigdemont se produce tras el largo y complejo recorrido judicial que comenzó nuevamente con la tercera y última euroorden del juez Llarena, esta vez por el delito de sedición que el tribunal consideró probado. Debido a la inmunidad de la que gozan los eurodiputados, la Justicia belga suspendió otra vez el procedimiento de entrega a España de Puigdemont, mientras el Supremo solicitaba un suplicatorio al PE para que le retirase dicha prerrogativa y así reactivar de nuevo el proceso.
Ya en marzo de 2021 el pleno del Parlamento Europeo retiró la inmunidad de Puigdemont, que siguió combatiendo judicialmente y acudió al Tribunal General de la Unión Europea (TGUE), órgano que, en principio, suspendió provisionalmente el levantamiento de su inmunidad.
Pero en julio la justicia europea le retiró esta garantía al no ver riesgo de detención.
Este último arresto se ha producido en virtud de la euroorden que, según interpretan desde el Tribunal Supremo, siempre estuvo vigente. Una tesis a la que se opone de plano el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, que sostiene que ésta debía estar suspendida y que así lo comunicó España al TGUE.
Ahora, Puigdemont quedará en libertad tras comparecer ante el juez, pero no podrá abandonar Italia, y el Ministerio de Justicia de Italia ha precisado que no tiene ningún poder de decisión tanto en el arresto como en la posible entrega del expresidente catalán a España, ya que se trata de una euroorden y por tanto es un procedimiento diferente al de una extradición.