El precio medio de la luz en el mercado mayorista continúa imparable y anota un nuevo máximo histórico por segundo día consecutivo: alcanza los 152,32 euros por megavatio hora (MWh) en esta jornada, una cifra casi 11 euros superior a la registrada este jueves -141,71 euros/MWh-, que era la más cara desde que hay registros.
La electricidad supera, por primera vez, la barrera de los 150 euros/MWh y continúa la tendencia al alza con la que finalizó agosto, cuando se superaron todos los récords. Entonces, la factura media se situó por encima de los 100 euros/MWh, tras anotar ocho máximos históricos.
Así, el coste medio de la luz sube más de 11 euros respecto a los 141,71 euros del jueves y cerca de 15 euros si atendemos a la cifra que registraba hace tan solo una semana -137,7 euros/MWh-. Echando la vista atrás, hace un año, el precio medio en el mercado mayorista -que en España se usa para calcular la tarifa regulada- se situaba en 46,96 euros, por lo que se triplica.
Por franjas horarias, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE), el precio más barato se ha registrado entre las 5 y las 6 de la madrugada, 146,29 euros, mientras que el coste más caro se soportará de 21:00 a 22:00, cuando el MWh se pagará a 159,31 euros, cerca de la barrera de los 160 euros.
Septiembre continúa el ascenso imparable del coste de la luz, tras un mes de agosto que marcó la factura más cara de la historia. Entonces, el recibo medio se situó por encima de los 100 euros/MWh, tras anotar ocho máximos históricos. De seguir así, las organizaciones de consumidores ya alertan de que el recibo eléctrico de septiembre superará al del octavo mes del año. Además muchos consumidores se quejan de que las facturas llegan con retraso por lo que acumulan impagos involuntarios.
Nuevas medidas
Para combatir esta escalada, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que aprobará "pronto" nuevas medidas para que el coste de la electricidad "no impacte de lleno en la economía de los hogares y menos aún en la economía de los hogares más vulnerables".
Ante el grupo parlamentario socialista mencionó medidas de protección a los consumidores vulnerables, como un consumo mínimo vital que complementará al ingreso mínimo vital, y otras ya en curso, como la aprobación de un bono social térmico.
También baraja medidas fiscales específicas que permitan amortiguar el impacto de la evolución del precio mayorista en el recibo y otras para que parte de los beneficios de las eléctricas no vayan a sus cuentas de resultados, sino que reduzcan el precio de la luz. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha admitido que una posibilidad pasa por "retocar, aunque sea de manera provisional" algunos elementos fiscales, aunque cree que "aún es pronto".
El Gobierno ya rebajó hasta finales de año el IVA que grava el recibo eléctrico del 21 al 10 % y suspendió durante el tercer trimestre el impuesto a la generación eléctrica (7 %) que pagan las productoras. El pasado fin de semana Sánchez se comprometió a que el recibo de la luz que paguen los ciudadanos a finales de 2021 sea "similar" al de 2018, descontando el Índice de Precios de Consumo (IPC).
Alarma social "totalmente justificada"
Desde CC.OO, Unai Sordo, cree que la alarma social con el precio de la luz está "totalmente justificada", pues los precios de la energía son "demasiado altos" y el sistema de fijación de precios es "injusto y obsoleto". En TVE, Sordo ha pedido al Gobierno "valentía" para explorar "todas las vías" para reducir el coste de la energía, sobre todo en las familias más vulnerables y adoptar una batería de medidas.
El alza del precio de la luz afecta principalmente a los más de 10 millones de consumidores acogidos a la tarifa regulada o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), aunque los clientes que contratan su suministro en el mercado libre (unos 17 millones) también podrán ver subir la factura si sigue la tendencia al alza.
Entre los factores que explican esta escalada constante de precios en el mercado mayorista, que también se nota en el resto de Europa, se encuentra el encarecimiento del gas, que emplean las centrales de ciclo combinado y que marcan el precio del pool en la mayoría de horas o la subida del precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2). También crece la demanda por la recuperación de las grandes economías tras lo peor de la pandemia o las altas temperaturas.