Reservar en un hotel y tener la garantía de que el servicio de limpieza no ha sido explotado laboralmente. Esto puede llegar a ser posible gracias a una iniciativa colaborativa de Las Kellys, la asociación de camareras de piso que opera en España. Las trabajadoras pretenden crear un portal de reservas hoteleras que permita reservar en establecimientos que cumplan unos estándares de calidad y de trabajo justo y en los que cuenten con representación sindical.
Reservas justas, salarios justos
El trabajo de este sector es fundamental para el sector turístico, pero sus condiciones de trabajo están muy alejadas de estar en consonancia con su labor. Jornadas por dos euros la hora, jornadas interminables, convenios que apenas las protegen...todo esto busca una solución a través de una campaña de mecenazgo con la que pretenden recaudar lo suficiente como para poner en marcha la iniciativa.
Según la portavoz del sindicato Las Kellys en Barcelona, Vaina Arana, uno de los puntos claves del proyecto,es que sólo se podrá reservar alojamiento en hoteles que cuenten con el sello del Trabajo Justo y de Calidad, una iniciativa del sindicato que el parlamento Catalán aprobó en noviembre de 2018 pero que nunca se llegó a implementar.
Entre los requisitos que los hoteles deben cumplir para recibir este sello distintivo se incluyen: el cumplimiento del convenio colectivo de hostelería, la no externalización de trabajo y eliminar la subcontratación o el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. También buscarán garantizar la igual retribución entre hombres y mujeres, contratar a personas de colectivos vulnerables e incluir medidas de fomento de un empleo estable y de calidad, explica Arana. Trinidad, miembro de la plataforma de Kellys de Málaga afirma que si las comisiones que van a las plataformas de hoteles fueran a esta aplicación, "nos ayudaría a contratar más gente y no llevar una carga de trabajo tan grande”.
Si consiguen la financiación, a principios de 2022 la Central de Reservas Hotelera estará disponible en Barcelona, con la intención de extenderse por todo el territorio nacional.
Un sector desprotegido
Las trabajadoras domésticas son uno de los sectores más desprotegidos de la clase obrera. Según el informe de Intermón ‘Esenciales y sin derechos’ en el que se analiza su situación, el 32,5 % de las trabajadoras del hogar es pobre.La Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística lo deja claro: cualquier tipo de problema en situaciones de necesidad, este colectivo lo sufre de una manera más severa.
Más de la mitad del colectivo no puede afrontar un gasto imprevisto y sufren más cualquier tipo de pobreza si lo comparamos con los niveles de trabajadores asalariados.
Precarizadas y sobremedicadas
Según los datos de Comisiones Obreras, siete de cada diez camareras de piso de los hoteles consumen fármacosde manera habitual para paliar el dolor muscular. Una carga de trabajo excesiva, sumado a la ausencia de descansos y a jornadas interminables hacen que estas trabajadoras encuentren en la medicación la única vía para soportar la jornada laboral.
Durante la jornada informativa "La salud laboral de las camareras de piso", celebrada en año pasado en Alicante, se puso de manifiesto que entre los fármacos que más consumen las camareras de piso destacan los relajantes musculares, los analgésicos y los antiinflamatorios contra el dolor muscular. Los ansiolíticos son los favoritos para reducir el estrés y la ansiedad que sufren por las altas cargas de trabajo, y también toman protectores gástricos por los efectos secundarios de los anteriores.