El Pentágono de Estados Unidos ha cerrado este martes sus accesos a cal y canto durante aproximadamente una hora por un tiroteo en el que ha muerto un policía y que se ha producido delante de una de sus entradas, donde hay una parada de autobús y otra de metro utilizadas a diario por miles de sus trabajadores.
Desde el primer momento el Pentágono ha avisado del cierre del lugar y ha pedido a los ciudadanos que evitasen la zona. El Pentágono ha lamentado la pérdida de un oficial de policía, que ha muerto asesinado durante el incidente. "Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia del oficial. Próximamente se proporcionará información adicional sobre el oficial", han escrito en su cuenta de Twitter.
El jefe de la Agencia de la Fuerza de Protección del Pentágono, Woodrow Kusse, ha indicado en una conferencia de prensa que hubo varias víctimas, aunque sin dejar claro si fueron muertos o heridos. La agencia Associated Press, por otro lado, ha señalado que las autoridades confirman que el sospechoso murió tras ser abatido por disparos de la policía.
En el incidente varias personas han tenido que ser atendidas, según ha señalado el Departamento de Bomberos de Arlington -donde se ubica la sede de la Defensa estadounidense- tras acudir a la llamada de emergencia.
Tras la alarma inicial, desde el Departamento de Defensa de Estados Unidos han aclarado que la zona donde se ha producido el incidente ya está asegurada, pero que continúa siendo una "escena del crimen activa", por lo que han pedido a la población que eviten la entrada al suburbano o la zona de los autobuses.
La Agencia de la Fuerza de Protección del Pentágono, encargada de custodiar el lugar, ha informado a través de su cuenta de Twitter de la reapertura de los accesos al recinto, pero ha advertido de que la entrada al metro y uno de los pasillos que conectan el complejo con esa estación permanecen cerrados.
El diario The New York Times ha indicado, citando a un empleado de asuntos públicos de la Oficina del Secretario de Defensa, que hacia las 10.45 hora local (15.45 GMT) se leyó un mensaje por el sistema de altavoces del Pentágono que alertaba de "un tiroteo en el área de autobuses y del metro" y que pedía permanecer en el edificio "hasta nuevo aviso".
Este hecho ha recordado a dos incidentes ocurridos en 2010, uno de los cuales involucró en marzo de ese año a un hombre de 36 años, John Patrick Bedell, quien hirió a dos militares tras abrir fuego contra un puesto de seguridad del Pentágono y murió tras enfrentarse con los policías que respondieron al ataque.
Meses después, en octubre de 2010, el Pentágono fue blanco de disparos, que impactaron en dos ventanas de una parte del edificio que estaba siendo reconstruida y permanecía desocupada