María Díaz, sanitaria e hija del jefe de Cirugía del Hospital La Paz, Joaquín Díaz, que falleció por la COVID tras 40 años de servicio, ha sido la encargada este jueves, en el segundo acto de Homenaje de Estado a las víctimas de la pandemia, de dar voz a quienes han combatido el virus en primera línea, los sanitarios. En un mensaje muy emotivo, Díaz ha agradecido el trabajo de la ciencia, por sacar adelante las vacunas que han permitido "ilusionarnos con un futuro mejor", al tiempo que ha pedido a los gobernantes que "no olviden" el dolor de los familiares de las víctimas.
El acto, que ha tenido lugar en la Plaza la Armería del Palacio Real, ha combinado el recuerdo a los más de un centenar de profesionales sanitarios fallecidos, a quien Díaz ha dado voz, con la esperanza por la vacunación, representada en la figura de Araceli Hidalgo, la primera persona vacunada en España. "Hoy estoy aquí porque mi padre ya no está, como tampoco están hijos, parejas, padres, hermanos de todas las familias que hoy asistimos a este homenaje, hago mías todas sus palabras, todo su dolor", ha señalado la sanitaria, que es cirujana pediátrica en el Hospital Universitario de Málaga.
Segura de que "saldremos adelante", aunque con el dolor de "ausencias que ocupan demasiado y silencios atronadores", Díaz ha recordado a su padre, fallecido a pocos meses de su jubilación por la COVID-19, al que se ha referido como "un hombre bueno y alegre, que vivía enamorado de su familia y de su oficio, la cirugía", al que no pudieron "dar el último abrazo" ni el "último adiós". El doctor Joaquín Díaz fue director médico y jefe del Servicio de Cirugía y aparato digestivo de hospital madrileño de la Paz, donde murió con 67 años en abril del año pasado. Su esposa también ejerció como enfermera durante 40 años en ese centro y allí dio a luz a sus tres hijas.
Visiblemente emocionada, su hija María ha recordado que su padre "no estuvo solo", pues "los médicos y sanitarios estuvieron cuidándole y acompañándole hasta que se marchó". "Ellos fueron nuestras manos y nuestros ojos, ellos hicieron un esfuerzo sobrehumano para lidiar con el sufrimiento, anteponiendo el bien a su propio bienestar", ha agradecido.
"La ciencia ha ganado de nuevo"
A pesar del dolor y la "pena incrustada", Díaz ha asegurado que "no hay sombra sin luz" y que en estos momentos "la esperanza se hace un hueco" con la llegada la vacuna, que ha permitido "ilusionarnos con un futuro mejor" y "recuperar el consuelo en los abrazos que el virus nos quitó". En este sentido, la cirujana ha tenido palabras de recuerdo para los hombres y mujeres de ciencia que "con sus manos y sus conocimientos han luchado contra este virus", a los que ha agradecido su esfuerzo. "La ciencia ha ganado de nuevo", ha recalcado.
La Orquesta Sinfónica RTVE y el Orfeón Pamplonés homenajean a las víctimas de la pandemia
Y ha mandado un mensaje a los gobernantes: "Les pido que no dejen de tener presentes a nuestros fallecidos, que no olviden nuestro dolor", ha reclamado. Precisamente a la ceremonia, que ha estado presidida por los reyes, han asistido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; los miembros del Ejecutivo; los representantes de los poderes del Estado y algunos de los presidentes de las Comunidades y Ciudades Autónomas, entre otras autoridades, además de representantes diplomáticos y de la sociedad civil.
La sanitaria también ha pedido a la sociedad "que cuide a los cuidadores" y "que les den tiempo para reponerse". "No olviden que el sanitario que les atiende lleva cargado a la espalda mucho sufrimiento", ha recordado. Además de los 102 fallecidos, cerca de 130.000 sanitarios se han contagiado en lo que llevamos de pandemia.
Los familiares de los fallecidos reciben la Gran Cruz del Mérito Civil
Los familiares de los fallecidos han recibido de manos de Felipe VI la Gran Cruz del Mérito Civil frente a una llama de luz y sonando el adagio del Concierto para oboe de Alessandro Marcelo. Públicamente han sido entregadas cuatro de las 102 medallas, mientras que el resto han sido impuestas posteriormente en un acto privado.
La primera en recibirla ha sido la familia del doctor Joaquín Díaz. Posteriormente, ha recogido la medalla la hija de doctor Jesús Algaba, otorrinolaringólogo de reconocimiento internacional fallecido a los 79 años en San Sebastián. También el padre y la madre del auxiliar de enfermería del Hospital asturiano de Jove Pablo Riesgo, que enfermó de COVID, se recuperó, pero después recayó y acabó perdiendo la vida el pasado mes de febrero, con 26 años. Su padre y su madre visiblemente afectados, han recibido palabras de consuelo de los reyes, como el resto de familiares.
Por último, la Gran Cruz del Mérito Civil ha sido entregada al esposo y el yerno de la ginecóloga Nedialka Veleva, nacida en Bulgaria, pero nacionalizada española, que murió en enero de este año, con 68 años, tras prestar servicio en un centro privado de Palma. Los reyes han dejado después una corona a los pies del pebetero y se ha guardado un minuto de silencio, con el intermezzo de la Ópera Cavalleira rusticana de Pietro Mascagni de fondo.
A continuación, en su discurso, el rey Felipe VI ha mostrado todo su “sentimiento, mayor respeto y abrazo más emocionado” a los familiares de las víctimas del coronavirus, en especial a las de los sanitarios fallecidos combatiendo al virus y ha instado a la ciudadanía a “no olvidar” y a “mantener viva la memoria” de todo lo ocurrido. “Entregaron lo más preciado que tiene el ser humano, que es la propia vida. Lo hicieron salvando vidas y tratando de salvar muchas otras”, ha proseguido, y les ha mostrado su “gratitud infinita”.
Mientras, a los familiares de los fallecidos les ha reconocido que “no existen palabras que de verdad consuelen la pérdida y ausencia de un ser querido”. “Contáis con todo nuestro sentimiento, mayor respeto y con nuestro abrazo más emocionado”, les ha dicho. “España jamás olvidará a los ciudadanos que se enfrentaron a esta dura enfermedad, a todos los que fallecieron en soledad", ha añadido, para después sentenciar: “Su sabiduría, sus enseñanzas y sus recuerdos nos han hecho ser lo que somos”.