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'A todo tren. Destino Asturias', la apuesta familiar de Santiago Segura para volver a llenar los cines

  • Hablamos con el director y los protagonistas: Leo Harlem, Florentino Fernández y 'El Cejas'

  • Una comedia familiar que se estrena este jueves, 8 de julio

JESÚS JIMÉNEZ
14 min.

En julio de 2020, en plena pandemia de coronavirus, Santiago Segura decidió adelantar el estreno de Padre no hay más que uno 2, para echar un cable a las salas de cine, privadas de grandes estrenos. Una arriesgada apuesta que se saldó con éxito, ya que se convirtió en la película más taquillera del año (12,9 millones de euros). Un año después, el director regresa con otra comedia familiar protagonizada por niños y un puñado de cómicos: A todo tren. Destino Asturias, que se estrena este jueves, 8 de julio.

Santiago nos comenta por qué insiste en el cine familiar: “Siempre he querido hacer cine que guste a los espectadores. Y cuando he encontrado algo con lo que disfrutaban no he querido dejarlo. Me pasó con Torrente 5, que tuvo buenas críticas e hizo un millón ochocientos mil espectadores, pero ninguna de las anteriores había bajado de los dos millones y pico; y por eso pensé: antes de que me echen prefiero irme yo, prefiero intentar otra cosa nueva”.

“Y ahora mismo –añade el director-, en la comedia familiar estoy encontrando grandes satisfacciones, no solo porque triunfe en taquilla, sino porque la gente sale contenta del cine e incluso agradecida, porque pueden disfrutar de las películas en familia, con sus padres, sus hijos… Esa especie de agradecimiento me llena de orgullo y satisfacción”.

“Quiero crear una cita veraniega con los espectadores”

La película nos cuenta la historia de Ricardo (Santiago Segura), un padre responsable que decide llevar a su hijo a un campamento en Asturias en tren nocturno, para pasar tiempo con él. Pero otros progenitores aprovechan para colocarle a varios de sus niños. A Ricardo le acompaña Felipe, abuelo de dos de los chavales, un tipo extravagante e irresponsable. Cuando el tren arranca sin Ricardo ni Felipe, pero con los niños solos dentro, comenzará una disparatada persecución por parte del padre y del abuelo para alcanzar al tren, y un alocado viaje por parte de los niños donde harán todas las travesuras que no se atrevían a hacer delante de los mayores.

Santiago Segura confiesa que hacer una película que guste a padres e hijos no es fácil: “Es dificilísimo. Mi primera película familiar fue como un reto y me lancé a ver si lo conseguía superar. Por ejemplo, cuando escribía con Marta González de Vega (cogionista) sobre el Ratoncito Pérez, sabiendo que era un tema delicado… Queríamos que padres e hijos se riesen juntos, sin que los adultos se sintieran incómodos porque pase mucho tiempo sin que el niño de entere de algo… Es muy complicado y cuando ves que funciona es una gran satisfacción. Es como si corres los mil metros lisos y llegas el primero. Pues dices: ¡madre mía, esto es lo mío!”.

El director disfruta tanto con estas películas que las quiere convertir en una tradición anual: “Me gusta la idea de crear una cita en el verano, que la gente diga: “Que bien lo pasamos el año pasado con la comedia de Segura” “Pues ha estrenado otra” “Pues vamos a verla”. Pero siempre sin defraudar al público, que sabe muy bien lo que quiere: divertirse, reírse… hay gente que puede pensar que yo soy un ‘viva la Virgen’, pero soy muy concienzudo y si veo que algo no funciona lo corto en montaje”.

“Es igual que la estupenda música que nos ha compuesto Roque Baños, una banda sonora brutal que para mí es un personaje más de la película. Muchas veces la gente no se da cuenta de la música, pero eso es buenísimo, porque acompaña y da fuerza a las escenas sin que se note”.

O el director de fotografía, Ángel Iguácel. Es la tercera película que hago con él y no lo quiero soltar porque me encanta como lo hace. Te vas rodeando de grandes colaboradores y consigues un producto hecho con carió y si encima le gusta a la gente es la perfección” –añade Segura-.

Leo Harlem, Santiago Segura, David Guapo y Diego García-Arroba posan con los niños

Vuelve a trabajar con nilos y con su hija Sirena

Después de trabajar con sus hijas Calma y Sirena en las dos entregas de Padre no hay más que uno en esta ocasión no veremos a la mayor: “Calma no sale en la película porque me dijo que no quería perder el colegio. Sin embargo, la pequeña (Sirena) estaba encantada y le daba igual perder días de colegio. Cuando le dije que íbamos a rodar en la Semana Blanca, para que no perdiera muchos días, se quedó un poquito así, pero me dijo… ¡Vale!”.

A Sirena me la han pedido ya para una serie, para dos largometrajes… o sea, que gusta –añade Santiago-. Pero lo primero es el colegio y estas películas nos encantará verlas juntos dentro de 30 años. Serán un bonito recuerdo. Y son una experiencia que les enseña disciplina y a trabajar en equipo… Pero su actividad es ir al colegio y aprender como una niña normal y como el resto de los niños de la película. Hay un tutor en el rodaje que cuida de ellos”.

“En cuanto a trabajar con niños, si son estos yo firmo porque son muy disciplinados y tienen más retentiva para los textos que los adultos -añade Santiago-. No voy a señalar a nadie, pero en esta película los adultos hemos tenido muchos problemas para aprendernos los textos, no sé si será por la vacuna (ríe). Incluido yo, el señor director, que en algunas escenas llevaba la chuleta en la mano. Los niños me preguntaban que qué era y yo les decía que reglas nemotécnicas, pero era una chuleta”.

Hay muchas películas sobre cómicos que se pelean (incluso Santiago Segura protagonizó Muertos de risa, junto al Gran Wyoming), pero eso no le ha pasado nunca a Santiago a pesar de rodearse de cómicos.: “Trabajo con cómicos porque pienso que son gente tocada por una especie de cosa mágica a los que me encanta reunir. Por ejemplo Flo, que me encanta, David Guapo o Leo, que es un fuera de serie de la comedia. El problema que teníamos en el rodaje es que Leo no paraba quieto y en cuanto te dabas la vuelta estaba con un corrillo de eléctricos haciéndolos reír con sus chascarrillos. Y yo le tenía que decir: “Leo, descansa un poco·”, pero es que eso es lo que le gusta a él”.

La película se rodó a primeros de este 2020 en plena pandemia. “Ha sido un horror, te lo dificulta todo -confiesa Santiago-. Imagínate la estrechez de un vagón de tren con seis niños dentro, con todos los protocolos Covid, maquilladores, peluqueros… todos los días pensaba “vamos a morir”. Ha sido muy agobiante. Todos los días nos hacíamos test de antígenos y cuando llegaban los figurantes les hacíamos pruebas, y hasta nueve llegaron a dar positivo un solo día. Notamos perfectamente la segunda ola y como volvía a subir la curva. Y tenía la angustia constante de que, si me contagiaba yo, que era director y protagonista, había que parar el rodaje durante dos semanas, con todo lo que eso conllevaba, y si lo pillabas mal se podía acabar la película porque ningún seguro cinematográfico lo cubría. Ha sido realmente agobiante, pero, por supuesto, nada de esto está en la película”.

Santiago Segura en una escena con los niños

Leo Harlem es un abuelo “chulito”

Leo Harlem interpreta a Felipe, abuelo de dos de los niños y experto en meterse en líos: “Felipe es un abuelo echao palante, un poco chulito, un poco tonto, ‘un soluciones’… Va de sobradete -nos cuenta-. Y como va de sobrado y cree que lo tiene todo controlado prepara una cagadita y arrastra a este pobre Santiago, que es un hombre muy aprensivo y nervioso. Y ahí vamos encontrando elementos de la tabla periódica como a Diego (“El Cejas”), a David Guapo… y por cada problema que solucionamos generamos otros dos aún peores”.

En cuanto a su relación con los niños… “Ahora son otra cosa, otra especie –asegura Leo-. audiovisualmente se manejan con mucha naturalidad porque se están todo el día grabando, Diego se ha hecho un montón de Tik Toks con los niños… para ellos es muy natural ponerse delante de las cámaras y lo hacen muy bien. ¡Son unos fenómenos!”.

“Leo ha trabajado en varias ocasiones con Santiago y asegura que no hay rivalidad entre cómicos: “Yo no tengo rivalidades con nadie, no me gusta. Hemos trabajado muy a gusto y Santiago nos permite hacer algunos cambios en los diálogos, cortar frases... Nos deja probar cosas y no hay ninguna competición. Al final esto es una película y es un paquete colaborativo. En teatro si solo hay dos actores si puede darse una rivalidad, pero esto es una maravilla, me lo paso pipa y aprendo muchísimo, Yo considero las películas un aprendizaje constante. Y me lo paso genial”.

En cuanto a si le gustaría tener su propio canal de Youtube de humor, Leo nos comenta: “Nuestra generación somos ‘los anfibios’; nacimos en la tierra y cuando se empezó a crear un charco digital podemos entrar un poquito, pero enseguida volvemos a la tierra, porque es nuestra cultura. Hay gente como Diego que ya han nacido en este mundo digital, pero a mí me cansa mucho. Reconozco que es muy práctico, pero es agotador estar todo el día pendiente y montando cosas. Hacer un contenido puntual para redes me parece sensacional, pero yo no puedo estar todo el día pendiente porque me canso mucho”.

Sobre el rodaje Leo nos comenta que: “En el cine se espera mucho entre tomas. Yo siempre digo que te pagan por esperar, pero esas pausas han sido muy divertidas porque como cada uno somos tan diferentes, hemos estado muy entretenidos, aunque al final son un montón de horas de espera. Además, nos pilló la segunda ola de la pandemia, la Filomena… ha sido un rodaje intenso, pero lo pasamos muy bien”.

Leo Harlem y Santiago Segura

Florentino Fernández es un malvado revisor

Aunque prestó su voz al personaje animado de Groo, esta es la primera vez que Florentino interpreta a un villano de carne y hueso. “Santiago me dio dos posibilidades, hacer un papel a mí medida o arriesgarme más con el papel de un malvado que me iba a suponer un reto como actor. Y me ha encantado. Ha sido un reto muy bonito que, aunque ha generado algún riesgo, estamos orgullosos de cómo ha quedado”.

“Lucas –nos explica el actor- es un revisor de tren muy celoso de su trabajo y considera que el tren no es un tren cualquiera sino “su tren”, por lo que le sale ese sentimiento constantemente de esta es mi profesión, este es mi tren, esta es mi casa… Y, de repente, ver a seis niños que corretean por el vagón, le hace pensar: “no sé lo que va a pasar, pero no es nada bueno”. Y a partir de ahí, ese estrés que le va generando la situación deriva en toda una serie de aventuras y desventuras muy divertidas”.

Unpersonaje que destaca por su bigotillo: “Le dije a Santiago que quería cambiar de imagen para este personaje. Fui haciendo pruebas y mandándole fotos. Al principio con un bigote que no le convenció. Pero lo fuimos recortando hasta que se quedó esa cosa de alguien al que lo que menos le importa es la estética, pero quiere hacer algo en su cara y le sale esto. Me gustaba porque a la gente le generaba dos opiniones distintas y me decía, o que estaba rollo Hitler o que era un poco Charles Chaplin pero en gordo, ¿no? Y a nivel psicológico me gustaba como cada uno me catalogaba en esos dos extremos. Al final, el pelo rapado y ese bigotillo convencieron a Santiago. Pero cuando empecé a rodar pensé: “Soy gilipollas, ahora tengo que estar dos meses, que dura el rodaje, con esta pinta”.

Florentino Fernández en una escena de la película

Florentino se pasa toda la película corriendo detrás de los niños por el tren. “Trabajar con niños parece que asusta, descoloca, te genera estrés… pero nada más lejos de la realidad. Ha sido muy divertido y una experiencia que no podía haberme imaginado. Pensaba que iba a ser una locura y que todos iban a estar alborotados. Pero no, son muy disciplinados y yo me he unido a ellos; era uno más del grupo hasta que decían acción y me ponía en plan villano para asustarlos. Ha sido un rodaje muy divertido porque ellos están pensando siempre en jugar, que es como se traduce en otros idiomas el oficio de la actuación. En la película estamos jugando y creo que el resultado ha sido muy divertido”.

Para el actor lo más curioso ha sido rodar en un tren completamente parado: “Era una sensación extraña, porque el tren no llegó a moverse. Pero teníamos un sistema tecnológico de pantallas que está a la vanguardia, y con el que se ha rodado The Mandalorian, que te permite tener una sensación absolutamente real de movimiento, porque no es un croma es un ciclorama gracias al que la cámara genera un fondo tras el actor, que parece absolutamente real, con lo que transmite la sensación de que el tren realmente se está moviendo”.

“Incluso en las secuencias en que el tren iba más rápido –añade-, los chicos que movían al vagón lo movían más rápido y si era de noche el fondo cambiaba. Tu mente sabía que el vagón estaba parado, pero mirabas a los lados y tenías la sensación de que el tren se movía. Y te podías acabar mareando porque tu cerebro no sabía interpretar la información que recibía. Aunque Santiago no quiere que diga esto, me flipa saber que vas al cine a ver una película rodada en un tren que no se ha movido en ningún momento. Eso me parece la magia del cine. Me encanta”.

Florentino Fernández y Joaquín Reyes en una escena de la película

'El Cejas', una estrella de las redes sociales que quiere ser actor

Con dos millones de seguidores en las redes sociales, Diego García-Arroba ‘El Cejas’, es una auténtica estrella mediática. Le preguntamos qué diferencias encuentra entre esas redes sociales y el cine: “El personaje de ‘El Cejas’ salió sin querer, entre unas risas de amigos. Yo hago el tonto todos los días, siempre lo he hecho gratis, y ese día se viralizó. La principal diferencia es que en una película tienes un guion que tienes que seguir y eres otro personaje, mientras que cuando soy el Cejas improviso y hago lo que quiero, porque el personaje es creación mía. Pero Unai se lo ha inventado Santiago y es como Santiago quiere que sea. También es muy diferente grabar con una cámara de cine, con todo el trabajo que conlleva. Porque en internet yo cojo mi móvil, me pongo delante, y hago lo que quiero. Es un concepto totalmente diferente”.

Esta es su segunda película porque que también apareció en Padre no hay más que uno 2. “Aunque me hizo mucha ilusión, allí no hablaba, solo ponía caretos y ya. Y aquí tengo mi papel, mis frases… estaba más a gusto que un arbusto, como en casa… Ahora sí” –nos comenta entre risas-

En cuanto a lo que ha aprendido trabajando con cómicos como Santiago o Leo, Diego asegura: “Son mis referentes, los que vienen antes de mí, de los que aprendo. Y yo tengo que intentar dar la talla y trabajar para llegar a su nivel. Tengo que currar mucho. Pero he aprendido mucho gracias a los consejos que me han dado entre toma y toma, las anécdotas, la de tonterías que nos hemos dicho… he aprendido de todos los que me he cruzado por el camino, de Santiago, de Leo, de Flo… Me lo he pasado como un enano, porque soy otro enano, un poco menos que los niños, pero un enano, al fin y al cabo. Me lo he pasado como un niño y he aprendido muchísimo”.

Diego García-Arroba `El Cejas¿, con David Guapo

Sobre si le gustaría ser actor, Diego nos confiesa que: “Sería mi sueño. Ahora es mi objetivo. Obviamente, yo he nacido en las redes y es un mundo nuevo que no voy a abandonar, pero me encantaría compaginarlo con trabajos como actor. En el mundo de la comedia española no hay ningún chaval de mi generación con mi perfil, porque para bien o para mal tengo una estética diferente (ríe). Por eso yo creo que sí podría hacer una carrera en el cine. Ya que hemos puesto el primer pie bien, a poner el segundo”.

Destacar a los niños protagonistas: Luna Fulgencio, Sirena Segura, Alan Miranda, Eneko Otero, Javier García y Verónica López. Y a grandes cómicos y actores como Joaquín Reyes, David Guapo, Alan Miranda, Eneko Otero, Paz Vega, Itziar Castro, Marta González de Vega

A todo tren. Destino Asturias, se estrena este jueves, 8 de julio.

Cartel de 'A todo tren. Destino Asturias'

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