El extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, ha relatado ante el juez que investiga la Operación Kitchen, Manuel García Castellón, varios episodios que vivió durante su etapa en prisión preventiva en 2013 en la que sufrió, asegura, una persecución orquestada por el Ministerio del Interior.
En su declaración, que estaba bajo secreto de sumario y a la que ha tenido acceso TVE, el extesorero cuenta que intentaron envenenarle cuando estaba en la cárcel, donde sufrió una alergia de causa desconocida.
"Hasta el punto de que por la noche me tienen que ingresar en el hospital de aquí. No aguanto, yo creo que el médico se asusta, llaman una ambulancia y me trasladan al Gregorio Marañón", explica a García Castellón.
Se sentía espiado en Soto del Real
Este no es el único episodio que el extesorero considera sospechoso. ¿El motivo? Dice que se lo confesó un funcionario de prisiones: "Había instrucciones de hacerme la vida imposible".
Bárcenas asegura que se sentía espiado en Soto del Real. Y pone como ejemplo que le obligaban a hablar con su abogado siempre en el mismo locutorio.
“Estoy convencido de que que el CNI tuvo participación“
"Teniendo en cuenta que esta era la operacion "proteger al camarada Rajoy", se movilizó todo el mundo. Yo estoy convencido de que Soraya Saenz de Santamaría puso su parte en esto. Y estoy convencido de que que el CNI tuvo participación", afirma.
Asimismo Bárcenas le ha explicado al juez que más adelante hubo un acercamiento al que fue su partido. Y quiso destruir un audio de una conversación que, según dice, demostraría que Rajoy estaba al tanto de la caja B. Y para hacerlo, le dio sus claves a un compañero de la cárcel que iba a salir de permiso.
"Como gesto de buena voluntad, yo le doy una nota a este interno diciendo que destruya esa documentación". Dice que el interno no pudo cumplir con el encargo porque le detuvieron. Pero asegura que cuando él salió de la cárcel y comprobó los archivos esa grabación había desaparecido.