"Hay un silencio que duele y entristece" reconoce Héctor López. "Hoy tenemos más de 500 locales cerrados solo en la Calle Florida", afirma para RTVE a las puertas de su comercio, una casa tradicional de ropa masculina fundada por su padre hace 74 años. Maneja bien los datos porque está al frente de la Asociación de Amigos de la Calle Florida. Héctor resiste porque no tiene que pagar alquiler del local, pero "hoy estamos remándola, las ventas han bajado un 80%".
La pandemia del coronavirus ha cambiado el rostro al llamado Microcentro de Buenos Aires, Argentina. Persianas bajadas, candados y carteles de venta y alquiler se suceden a cada paso. Atrás queda el bullicio y el ajetreo diario. La imagen casi desértica choca con la vitalidad de lo que era esta zona turística, de miles de empleados públicos y trabajadores de oficinas. El teletrabajo se impuso. Y no hay turistas. Argentina mantiene sus fronteras cerradas desde marzo de 2020. El escenario es similar en otras arterias comerciales de Buenos Aires. Han cerrado un 65% de los negocios y perdidos 130.000 puestos de trabajo, según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios.
José Javier Fernández no recuerda momentos tan duros. Ni siquiera en la crisis de 2001, una de las más graves. A duras penas mantiene abierto su restaurante "Florida Garden". Argentina tuvo el año pasado una de las cuarentenas más largas del planeta. Ahora sufre una ola de la pandemia más grave. Acaba de salir de otro confinamiento estricto y de nuevo restricciones.
Toque de queda desde las ocho de la tarde y los locales gastronómicos solo pueden servir al aire libre. "Hay demasiada incertidumbre, mucha gente se está quedando en el camino porque los ahorros se acaban y los precios no paran de subir", asegura Fernández, "es el peor escenario posible, un contexto de alta inflación mensual y un contexto de pandemia".
Los locales gastronómicos solo pueden servir al aire libre MATÍAS CASTRO
La pandemia agrava la pobreza
El virus entró hace más de 14 meses en una Argentina que ya vivía en crisis económica. Van tres años de recesión y una inflación anual disparada, superior al 46%. La escalada de precios es un auténtico y viejo dolor de cabeza para los argentinos. Los salarios, ni de lejos, van a ese ritmo.
La pandemia ha venido a profundizar una situación que ya era trágica. La pobreza creció. Afecta a más de 19 millones de argentinos, un 42% de la población, según los datos del segundo semestre de 2020 del INDEC (Instituto Nacional de Estadística). Aumentó un 6,5% en un año atravesado por el coronavirus. Y los menores son los más golpeados. Seis de cada 10 viven en hogares pobres. Las cifras serían aún mayores sin las ayudas sociales de emergencia que ha implantado el gobierno del peronista Alberto Fernández.
Pandemia y recesión: la doble condena que consume a Argentina
Hay una urgencia sanitaria por la pandemia pero no hay una agenda post pandemia, sostiene Matías Bolis Wilson, economista de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios. "La pandemia pasará. Pero la pobreza, el desempleo, los trabajos informales, la inflación, son problemas estructurales que Argentina arrastra desde hace tiempo. Van a aflorar más graves y necesitamos un plan de desarrollo y crecimiento económico a mediano plazo".
Un 42% de la población argentina está en situación de pobreza MATÍAS CASTRO
Escenario muy complejo si añadimos que Argentina enfrenta un ajuste de cuentas con el Club de París y con el Fondo Monetario Internacional. El 31 de mayo venció una deuda de 2.400 millones de dólares con el Club de París. Hay un periodo de gracia de 60 días. Tiempo para renegociar y evitar una suspensión de pagos. Volumen más gigante de deudas enfrenta con el FMI: 45.000 millones de dólares. Forman parte del rescate financiero de 2018, el más grande en la historia del organismo. El gobierno está haciendo malabares para llegar a un acuerdo con el fondo.
Las esperadas vacunas
A las puertas del invierno, Argentina afronta el peor momento de la pandemia y con el sistema hospitalario al límite. Los contagios están disparados. En la última semana supera los 30.000 casos al día y registra más de 500 muertos diarios. Acaba de superar los 80.000 fallecidos por coranavirus.
Las ansiadas vacunas han llegado a cuentagotas y de forma irregular. Aunque las entregas han empezado a tomar cierto ritmo desde mayo. Hay polémica política. Por el retraso en recibir los lotes acordados, solo han aterrizado un 31% de las dosis contratadas por el gobierno, y porque Argentina no llegó a firmar un contrato con Pfizer, apostando por la rusa Sputnik y AstraZeneca.
Argentinos se vacunan en EE.UU.
Ahora negocia la compra de las posibles vacunas cubanas. Y en Argentina se empezará a producir la Sputnik. Con una población similar a España, el 22% de los argentinos ha recibido una dosis de la vacuna y poco más del 6% tiene la pauta completa.
De momento, y solo este fin de semana, vuelve la cuarentena estricta. Cumplirla es otro capítulo. El hartazgo y cansancio entre los argentinos es palpable. Fundidos económica y mentalmente, complicado hacer frente a más restricciones.