Unas 30 mujeres, de momento, han llevado a cabo una denuncia colectiva por el trato “denigrante”, dicen, que han sufrido a la hora de abortar en la Región de Murcia. En Televisión Española hemos hablado con una de ellas, quien en todo momento ha ocultado su identidad.
En 2015 se quedó embarazada por primera vez, el feto presentó malformaciones en los riñones, entonces decidió interrumpir su embarazo por recomendaciones médicas. En el Servicio Murciano de Salud prepararon todo el proceso para que abortase en la clínica El Bosque, de Madrid, porque en la comunidad autónoma no se realizan interrupciones a partir de la semana 22 de embarazo.
“Tuve que parar en dos o tres gasolineras para limpiarme“
No recibió el mejor de los tratos. “Me duché allí, como pude, porque no me podía poner ni recta… No terminaba nunca de limpiarme de todo lo que estaba manchando”, nos cuenta.
Cuatro horas después de la intervención, le piden que regrese a Murcia porque necesitaban la cama libre para otros ingresos. “Tuve que parar en dos o tres gasolineras para limpiarme” y asegura que jamás ha recibido ayuda psicológica ni seguimiento tras el aborto por parte del Servicio Murciano de Salud.
El Gobierno murciano asegura tener un plan
El PSOE regional lleva meses denunciando esta situación y sin embargo el consejero de Salud, Juan José Pedreño, asevera que el Ejecutivo regional trabaja para llevar adelante las estrategias que ayuden a las mujeres a mejorar en este proceso. Por su parte, la vicepresidenta y consejera de Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, Isabel Franco, asegura que está abierta a mejorar el programa de interrupción del embarazo de la Región de Murcia.
Además, ginecólogos del hospital La Arrixaca se han pronunciado sobre este asunto. Algunos de ellos se ofrecen a practicar abortos en la sanidad pública porque aseguran que no es cierto que no se llevaran a cabo por ser todos objetor de conciencia.