En el año 2020 la movilidad se redujo un 25%, por lo que era de esperar que las muertes en carretera también lo hicieran. Pero no fue así. En Castilla-La Mancha fallecieron 81 personas en carreteras interurbanas, 16 más que en 2019. El estudio “Covid y Seguridad Vial” de la Fundación Línea Directa apunta entre las causas la relajación en los hábitos de conducción.
“El 36% de los fallecidos por accidente de tráfico no llevaba puesto el cinturón de seguridad“
Exceso de velocidad, uso del teléfono móvil al volante… Según el estudio, el 18% de los conductores castellano-manchegos cree que su habilidad para conducir es peor que antes de la crisis sanitaria. Una cifra que supera en dos puntos porcentuales a la media nacional. “En los meses de confinamiento, entre marzo y junio, el 36% de los fallecidos por accidente de tráfico no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Además, se ha detectado un incremento de un 39% en el exceso de velocidad”, explica Mar Garre, portavoz de la fundación.
Comportamiento al volante
Según el estudio, el 20% de los automovilistas españoles también reconoce consumir más alcohol, drogas y medicación que antes de la pandemia. Además, los conductores castellanomachegos son, a nivel nacional, los que más se han saltado los cierres perimetrales y las restricciones de movilidad: un 37% de la población reconoce haber infringido las normas.
Con todo ello, la Fundación Línea Directa alerta: “la tendencia a incumplir más las normas, el aumento de la movilidad y la euforia por el fin de las restricciones puede provocar que vuelvan a alcanzarse los 1.100 muertos en carretera, la misma cifra que en 2019 a pesar de haberse reducido bastante la movilidad”.