El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez que tome "una decisión" respecto a la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Moreno ha lamentado que en su comunidad haya más de 150.000 vacunas del laboratorio anglo-sueco que están “metidas en un frigorífico sin utilizar”, por lo que ha advertido que, de no tomarse una decisión a nivel estatal, será el Ejecutivo autonómico quien decida sobre la administración de la segunda dosis.
El fármaco se inoculó en un primer momento a trabajadores esenciales, como profesores, policías o sanitarios. Pero un cambio de criterio de Sanidad, tras su vinculación con casos raros de trombos en población joven, ha dejado a millones de personas a la espera de saber si recibirán o no el segundo pinchazo necesario para completar la inmunización. Ahora, esta vacuna se inocula a personas entre 60 y 69 años, una franja de edad para la que se considera más segura.
Aboga por la vacunación voluntaria
La Junta “no va a permitir que haya decenas de miles de vacunas estancadas mientras hay ciudadanos que enferman”, ha afirmado Moreno este viernes tras una visita a las obras de ampliación del Hospital Costa del Sol en Marbella. Por ello, ha pedido al Ministerio de Sanidad que envíe más vacunas o que permita a las comunidades autónomas poner la segunda dosis de AstraZeneca a quien lo desee, de manera voluntaria.
Moreno se ha quejado de que el Ministerio de Sanidad continúe enviando vacunas de AstraZeneca cuando “no se pueden poner”, mientras se necesitarían más dosis de Pfizer y Moderna, que son las que en Andalucía se podrían inocular "de manera más general".
En ese sentido, el presidente andaluz ha pedido al Gobierno que haga llegar más vacunas o que dé la posibilidad a la Junta de usar las de AstraZeneca de las que dispone para inocular la segunda dosis a aquellos ciudadanos que ya se vacunaron en su momento y que quieran continuar su proceso de inmunización con ella.
Asimismo, Juanma Moreno ha explicado que existe un compromiso por parte del Gobierno central para enviar a Andalucía medio millón de vacunas a la semana, unas dosis que “tal y como están llegando, se están poniendo”, ha asegurado.
Las comunidades piden hacer caso a la EMA
Las comunidades autónomas han abogado, en general, por seguir las directrices de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) que recomendó inocular igualmente la segunda dosis, al considerar que la vacuna es segura y sus beneficios exceden a sus riesgos.
El secretario de Salud Pública de la Generalitat catalana, Josep Maria Argimon, ha dejado claro que esa es la posición de Cataluña "porque es una vacuna segura y no es recomendable mezclar". No obstante, ha asegurado que los ciudadanos menores de 60 años con una dosis de AstraZeneca "no tienen que preocuparse" porque la decisión del Ministerio de Sanidad se haya dilatado unas semanas, a la espera de que conocer los resultados del estudio CombiVacs, sobre la seguridad y eficacia de inocularles una segunda dosis de Pfizer.
También la Región de Murcia expresó "disconformidad" con el retraso de la administración de la segunda dosis de AstraZeneca a menores de 60 años, e instó a Sanidad a que "se replantee esta postura, que siga las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento y de las sociedades científicas". Estas últimas pidieron al Gobierno en un comunicado que ofreciera las dosis de forma voluntaria.
Por su parte, la Comunidad de Madrid ha abogado por que se puedan seguir utilizando las vacunas de AstraZeneca y Janssen sin límite de edad, como indica la ficha técnica como la EMA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas publicaciones científicas internacionales.
Finalmente, el Gobierno de Balears se ha mostrado a la espera de la decisión que tome Sanidad sobre la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca. "El Ejecutivo está apurando el plazo de las 16 semanas, pero se confía en que pronto se tenga una respuesta definitiva sobre qué hacer con las segundas dosis de esta vacuna", ha manifestado la directora asistencial del Servicio de Salud de Baleares, Eugenia Carandell.