Tras los disturbios ocurridos en un mitin de Vox celebrado en el barrio de Vallecas el pasado 7 de abril, este miércoles Santiago Abascal ha vuelto a vivir en primera persona un nuevo incidente en un acto que tenía lugar en Navalcarnero. Según ha explicado el líder del partido de extrema derecha en su cuenta de Twitter, sus simpatizantes han sido apedreados, llegando a alcanzar a una niña de 10 años.
"Esta noche voy a valorar si, en lo que queda de campaña, animamos a nuestros simpatizantes a defendernos de las agresiones si no interviene la policía para proteger a nuestra gente y detener a los agresores", ha asegurado Abascal en la red social, donde han publicado imágenes de las piedras que les habrían lanzado.
El líder de Vox ha destacado que este miércoles "esperaban muchísimos vecinos para escucharles", porque en esa localidad su partido "fue el más votado".
Quejas al ministro del Interior
Abascal ha vuelto a poner el foco de sus quejas en el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien según él "ha permitido que una pandilla de energúmenos, agitados por la prensa y los demás partidos, lanzaran piedras, objetos y huevos contra los asistentes".
También ha querido censurar que "entre otras personas, han alcanzado a una niña de 10 años, Irene, con un huevo en la cabeza". "Pero como es una niña española no tendrá la compasión de tanto canalla mediático y político que ahora sonríe porque han logrado hacer llorar a una niña", ha añadido.
Abascal ha asegurado que no va a ver llorar a otra niña "sin agarrar por el pescuezo y poner a disposición de la policía al terrorista callejero que le haya hecho daño".
En última estancia, ha asegurado que no van a "permitir la batasunización de las calles y pueblos de Madrid". "Ni nos van a arrebatar la libertad ni nos vamos a dejar lapidar", ha zanjado.