El presidente de Israel, Reuvén Rivlin, ha anunciado este martes que ha encargado al primer ministro en funciones del país, Benjamín Netanyahu, la formación de un Gobierno, aunque ha señalado que "ningún candidato tiene una oportunidad real" de ensamblar un Ejecutivo.
Rivlin inició este lunes las consultas con los líderes de los partidos políticos sobre quién podría formar el próximo Gobierno, después de las elecciones del 23 de marzo --las cuartas en dos años--, en las que ni Netanyahu ni sus rivales obtuvieron una mayoría para gobernar.
La decisión del presidente israelí coincide con la segunda jornada de presentación de pruebas en el juicio por corrupción de Netanyahu, acusado de cohecho, fraude y abuso de confianza, y con la inauguración del Parlamento, también conocido como Knéset, tras los comicios.
Netanyahu, el candidato con más probabilidades
El presidente ha afirmado que su decisión está basada en el número de recomendaciones que ha recibido, "que indica que el diputado Benjamín Netanyahu tiene una probabilidad ligeramente mayor de formar Gobierno". "En consecuencia, he decidido encomendarle la tarea de hacerlo", ha aseverado Rivlin, recalcando que no cree que "ningún candidato tenga posibilidades reales" de formar un Ejecutivo.
Además, Rivlin ha indicado que la decisión de recomendar a Netanyahu "no fue fácil ética y moralmente" y ha hecho referencia a los cargos de corrupción a los que se enfrenta el primer ministro en funciones, aunque ha subrayado que no deben afectar a la decisión presidencial sobre el encargo de formar un Gobierno.
Netanyahu obtuvo recomendaciones de 52 parlamentarios, comparado con las 45 del centrista Yair Lapid, y ahora deberá intentar formar un Ejecutivo en un plazo de 28 días para sacar a Israel del bloqueo político en el que se encuentra desde hace dos años. Si no lo logra en ese plazo, podrá solicitar 14 días adicionales, antes de que Rivlin asigne el mandato a otro miembro del Knéset o permita que cualquier miembro de la Cámara intente formar Gobierno.
Una tarea complicada
En las elecciones celebradas el 23 de marzo, ni el bloque liderado por Netanyahu ni el de la oposición obtuvo mayorías claras, ambos por debajo de los 61 parlamentarios de los 120 que se necesitan para formar un Ejecutivo.
Las opciones de Netanyahu para formar Gobierno son limitadas y básicamente consisten en poder convencer a alguno de los partidos de la oposición de sumarse a su coalición. Una de las principales dificultades es la negativa de los partidos opositores a gobernar junto Netanyahu, mientras esté enjuiciado por corrupción.
Se reanuda el juicio contra Netanyahu por corrupción, mientras el presidente inicia consultas para formar una coalición
Este martes se celebra la segunda audiencia de la fase probatoria del juicio, que comenzó ayer y que está previsto que se realice tres veces por semana por un periodo indeterminado de tiempo.