El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha confirmado este lunes que el próximo 12 de abril el país pasará a la segunda fase del plan de desescalada del Gobierno, que permite la reapertura de comercios no esenciales, después de cuatro meses de restricciones y tras la caída de los contagios de la COVID-19.
Al pasar a la segunda fase de la desescalada, a partir del próximo lunes se volverán a abrir las tiendas, peluquerías, salones de belleza, gimnasios, bibliotecas, zoológicos, museos, pubs, restaurantes y bares. El propio primer ministro ha afirmado que se llevará "una pinta a los labios" y ha detallado que las personas no deberán demostrar que han sido vacunadas para entrar en los comercios.
Johnson ha afirmado que los esfuerzos del país "han dado sus frutos" y que los cambios "están justificados por los datos", añadiendo que en su Gobierno no ven "nada que nos haga pensar que nos tengamos que desviar de esa hoja de ruta".
Viajes internacionales a partir de mayo
En la rueda de prensa, el primer ministro británico ha señalado que tiene la esperanza de que los viajes internacionales no esenciales se reinicien a partir del próximo 17 de mayo, pero ha recalcado que no quería subestimar la creciente cifra de casos de coronavirus registrados en otros países.
"Obviamente tenemos la esperanza de poder ponernos en marcha a partir del 17 de mayo, pero no quiero subestimar las dificultades que estamos viendo en algunos de los países a los que la gente podría querer ir", ha indicado Johnson, quien ha aseverado que se informaría más adelante esa semana de lo que podría ser un plan "razonable".
El "cauteloso desconfinamiento" presentado por Boris Johnson
El primer ministro también ha afirmado que ofrecerá a las compañías aéreas información con "la mayor antelación posible" para que puedan prepararse para la reanudación de los viajes al extranjero no esenciales.
Según han adelantado algunos medios, los viajes al extranjero estarían sujetos a un sistema de "semáforos", por el que cada país estaría catalogado en verde, amarillo o rojo, según el riesgo de contagios y el estado de las vacunaciones en dichas naciones. Las personas que viajen a territorios verdes no tendrán que hacer cuarentena cuando vuelvan a Reino Unido, mientras aquellos que viajen a países en amarillo deberán hacerlo en sus viviendas.
Por su parte, según este sistema, los ciudadanos británicos que hayan estado en un país rojo estarán obligados a cumplir un periodo de aislamiento de diez días en hoteles designados por el Gobierno.
Evaluación de las implicaciones éticas de los pasaportes de vacunas
En cuanto a los conocidos como "pasaportes COVID", Johnson ha señalado que su Gobierno está evaluando los problemas éticos que plantea antes de decidir cómo se pueden utilizar, aunque ha señalado que la idea de esta certificación era probable para viajes internacionales y que se probaría en algunos eventos a nivel nacional.
"Quiero destacar que hay cuestiones complicadas, éticas y prácticas planteadas por la idea de la certificación del estatus de la COVID utilizando únicamente la vacuna", ha indicado el primer ministro. "Hay que tener mucho cuidado a la hora de manejar esto y no poner en marcha un sistema discriminatorio", ha aseverado.
Dos tests gratuitos a la semana
El Gobierno británico también ha anunciado que ofrecerá a sus ciudadanos dos test rápidos de coronavirus gratuitos a la semana. Las pruebas podrán recibirse en casa o en la oficina y recogerse en farmacias o centros sanitarios.
En caso de que el resultado sea positivo, los ciudadanos deberán aislarse como ha ocurrido hasta ahora, según ha explicado el ministro de Sanidad británico, Edward Argar, quien ha subrayado que las pruebas masivas permitirán romper las cadenas de transmisión del coronavirus y detectar los casos asintomáticos.
Johnson ha llamado a los ciudadanos a vacunarse, así como a utilizar las pruebas gratuitas "incluso si no se sienten enfermos, porque una de cada tres personas con coronavirus no tiene síntomas".