Llegamos a Benidorm un día de intensa bruma. No se apreciaba toda la belleza de su skyline, los rascacielos estaban tapados por la niebla y tampoco se veía la isla, una de sus señas de identidad. Desde lejos, parecía otro lugar.
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En la primera semana de febrero, la hostelería estaba cerrada y los comercios echaban la persiana a las seis de la tarde, como una ciudad hibernada a la espera de tiempos mejores. Benidorm no cerraba en invierno desde hace cuatro décadas
En este invierno sin extranjeros y sin turistas nacionales, apenas quedaban abiertos tres o cuatro hoteles. Hay que remontarse a principios del siglo veinte para encontrar menos camas ofertadas.
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"Estamos olvidados"
“Los hoteles resisten -aclara la patronal- porque los empresarios son de Benidorm y se juegan el futuro. Una cadena internacional ya habría hecho las maletas, y adiós”.
La playa de Benidorm envuelta en Bruma Crónicas
Las consecuencias económicas de la pandemia alcanzan a toda la ciudad. Los taxis circulan vacíos, las empresas de distribución están paradas, las agencias de excusiones no van a ninguna parte, y hasta los músicos se arruinan sin locales donde actuar.
“Esto era un oasis, pudimos hacer una profesión estable, pero ahora no solo estamos parados, estamos olvidados”, nos dicen Marco May y Rob Wolf, dos músicos profesionales del circuito de Benidorm. Algunos de sus compañeros ya están recurriendo a las colas del hambre. Empresarios endeudados y trabajadores al límite de su resistencia.
30.000 trabajadores afectados por la crisis
A las diez de la mañana se reúnen en la Iglesia de la Almudena trabajadores sin ERTE, parados sin paro y hasta pequeños empresarios sin empresa para solicitar la ayuda de Cáritas. Esta clase media es un perfil nuevo en la parroquia. Se calcula que en la ciudad hay al menos 30.000 trabajadores afectados por la crisis
Crónicas
Los empresarios de la hostelería y el comercio también se han encontrado solos. Después de un año de pandemia, están endeudados y al límite de su resistencia. “Yo tenía un provenir -se lamentaba el gerente del grupo Aurrerá- y ahora tengo siete créditos de cientos de miles de euros”.
Benidorm pide a voces un plan de vacunación rápido y el paulatino levantamiento de las restricciones. Es el primer destino turístico inteligente certificado del mundo y saldrá adelante, porque sabe cómo resucitar.