La nueva presidenta del Parlament de Cataluña, Laura Borràs, ha prometido este viernes oponerse a aquellas "injerencias" políticas y judiciales en los debates de la Cámara catalana que traten de poner "límites a la democracia" y ha advertido que será "implacable con el machismo y la xenofobia".
Borràs, la candidata de JxCat, ha sido elegida nueva presidenta del Parlament, al recabar en la segunda votación de la sesión constitutiva de la Cámara catalana un total de 64 votos, frente a los 50 que ha obtenido la candidata socialista, Eva Granados, -los 33 del PSC, más 6 de Ciudadanos, 3 del PPC y 8 de los comunes-, mientras que los diputados de Vox y la CUP han votado en blanco.
Borràs ha obtenido los votos de los diputados de JxCat y ERC -salvo uno, no identificado-, además de uno de la CUP, que lo ha cedido para compensar el hecho de que al diputado de Junts Lluís Puig, huido en Bélgica, no le hayan permitido delegar su voto. La CUP ya expuso este jueves sus reparos a votar a favor de Borràs, dada la causa judicial que arrastra en el Tribunal Supremo por presuntas irregularidades durante su etapa al frente de la institución de las Letras Catalanas.
En la primera votación, Borràs ganó con 65 votos de JxCat y ERC, aunque no con mayoría absoluta, como era preciso, debido a la abstención de la CUP, por lo que ha necesitado una segunda para ser proclamada. En esa votación, la segunda candidata más votada ha sido la socialista Eva Granados, seguida de la aspirante de Vox, María García Fuster, y el diputado de los comunes Joan Carles Gallego.
Con su nombramiento de este viernes, Borràs toma el relevo del republicano Roger Torrent y se convierte en la tercera presidenta del Parlament, tras las experiencias de Núria de Gispert (2010-2015) y Carme Forcadell (2015-2017), que ha acudido a la Cámara catalana esta mañana como invitada.
Favorable a la independencia
La ahora nueva presidenta del Parlament se ha forjado un perfil favorable a la vía unilateral hacia la independencia y poco inclinado a un diálogo con el Estado en el que no confía para resolver el conflicto catalán.
En su primera intervención como presidenta del Parlament, Borràs ha invitado a los diputados a guardar un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de la COVID-19, y a continuación, ha desplegado un discurso que ha servido como declaración de intenciones.
En su discurso, ha tenido palabras de reconocimiento hacia la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, "condenada por permitir el debate en esta casa de la palabra", pero no ha hecho mención alguna del último presidente de la Cámara, el republicano Roger Torrent, que este viernes le ha cedido el testigo y le ha entregado, como es tradición, la carta que el último presidente en el exilio, Francesc Farreras, envió desde México en 1980 al primer presidente del Parlament restituido.
En este sentido, ha avanzado que seguirá el trabajo de Forcadell "donde lo dejó" y ha advertido de que "ningún tribunal" le hará "renunciar" a sus ideas y de que no permitirá "injerencias exteriores". Además, ha abogado por que esta legislatura que arranca este viernes marque "un punto de inflexión hacia la independencia", pues ha asegurado, es "lo que ha querido más de la mitad de los ciudadanos" de Cataluña.
Borrà ha destacado la "excepcionalidad" que vive Cataluña, no solo sanitaria sino también "democrática", y ha denunciado la "arbitraria inhabilitación" de Quim Torra como president, así como la situación de los líderes independentistas presos o en el "exilio".
En una sesión en la que se estrenaban los 11 diputados obtenidos por Vox en las elecciones del 14F, Borràs ha querido remarcar que en democracia "no tiene cabida la xenofobia, el racismo, el machismo ni cualquier tipo de opresión nacional o personal". "Como presidenta seré tolerante con la diversidad y la discrepancia, pero seré también implacable contra el machismo y la xenofobia", ha advertido Borràs.
Mayoría independentista en la Mesa
Además de la votación para elegir la Presidencia del Parlament, se ha realizado otra para elegir a las dos Vicepresidencias y otra para escoger a los cuatro miembros de las Secretarías de la Mesa.
Así, han resultado elegidas, Ana Caulas i Paretas, (ERC), como vicepresidenta primera, y Eva Granados (PSC), como segunda vicepresidenta. En la última votación, han sido elegidos Ferran Pedret (PSC) como secretario primero, Jaume Alonso Cuevillas (JxCat) como secretario segundo, Pau Juvillà (CUP) como secretario tercero y Ruben Wagensberg (ERC) como secretario cuarto.
Después de las votaciones, los grupos independentistas -ERC, JxCat y la CUP- han conseguido tener cinco de los siete puestos que integran la Mesa del Parlament de la decimotercera legislatura.
La principal novedad surgida de la votación para elegir a las secretarías es que la CUP ha entrado por primera vez en la Mesa del Parlament, y que en ella estarán representadas las tres formaciones independentistas, las cuales gozarán de una amplia mayoría.
al y como ocurrió en la anterior legislatura, el grupo de En Comú Podem no estará representado en la Mesa puesto que previamente no alcanzó un acuerdo con los grupos independentistas, y tampoco con el PSC, para que le cedieran una secretaría.
Juvillà y Wagensberg han empatado en la votación pero ERC ha evitado que se tuviera que repetir porque, fruto del pacto entre las fuerzas independentistas, los republicanos han renunciado a ocupar la secretaría tercera y se han conformado con la cuarta.
Se ha dado la circunstancia de que el secretario tercero, Pau Juvillà, no ha podido hoy tomar posesión de su puesto en la Mesa ya que se encuentra en cuarentena por haber estado en contacto con una persona que ha dado positivo en las pruebas de la COVID-19.
Una sesión inusual
El Parlament ha celebrado su sesión constitutiva tras las elecciones autonómicas del 14F, no en el hemiciclo, como es lo habitual, sino en el Auditorio de la planta baja, más espacioso y ventilado, para cumplir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias, con el fin de poder reunir por primera vez desde el inicio de la pandemia de COVID-19 a los 135 diputados.
En este emplazamiento excepcional, el secretario general del Parlament, Xavier Muro, ha iniciado la sesión leyendo el decreto de convocatoria y ha dado paso a la formación de la Mesa de Edad para dirigir las votaciones, compuesta por el diputado más veterano, Ernest Maragall (ERC), de 78 años, y los dos más jóvenes: Alberto Tarradas (Vox), de 24 años, y David González (PSC), de 26.
Esta Mesa de Edad ha sido quien ha dirigido las votaciones que se han celebrado para elegir a los miembros de la Mesa. Los diputados han sido llamados uno a uno a depositar en una urna su papeleta con el nombre de su candidato o candidata.
Al Auditorio, con 135 sillas separadas entre sí y una tarima para los miembros de la Mesa, solo han podido acceder los diputados, con mascarilla. Es la primera vez en un año que se encuentran los 135 diputados, ahora con la composición salida de las urnas el 14F: 33 escaños del PSC, 33 de ERC, 32 de JxCat, 11 de Vox, 9 de la CUP, 8 de En Comú Podem, 6 de Ciudadanos y 3 del PPC.
Entre los diputados presentes, ha estado la exconsellera de ERC Meritxell Serret -también en primera fila junto a Aragonès y Roger Torrent-, que este jueves regresó por sorpresa de Bélgica tras tres años huida y se personó ante el Tribunal Supremo para regularizar su situación penal.
Una de las primeras decisiones que ha tenido que tomar la Mesa de Edad del Parlament ha sido sobre el voto delegado del exconseller y diputado electo de JxCat Lluís Puig, que se encuentra en Bruselas desde octubre de 2017, que ha sido rechazado por los dos secretarios, a pesar del voto a favor del presidente.