Este lunes, Elsa ha sido dada de alta del hospital Gregorio Marañón, donde ha permanecido ingresada por coronavirus durante 315 días -10 meses-, pasando la mitad de ellos en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Ha podido celebrar su 53 cumpleaños en casa, con su familia, tras una larga batalla contra el virus: "Me parece que es un milagro... Para tanto tiempo y que estuvo muy malita, pero bueno... Aquí estoy".
Hace un año, Elsa organizaba una excursión a los Arribes del Duero, pero entonces se contagió y todo su mundo quedó paralizado… Ingresó en el Gregorio Marañón el 7 de abril de 2020 diagnosticada de COVID-19 y su situación era tan compleja que se fue agravando progresivamente de tal forma que a los 15 días de llegar al hospital necesitó ingresar en la UCI, según ha señalado el hospital en una nota.
¿Qué se necesita para montar una UCI?
Allí permaneció hasta el mes de septiembre, la mayor parte del tiempo sedada, con ventilación mecánica y durante un mes en ECMO, un sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea que la permitió respirar. De lo que más ganas tenía era ver a su hija, comprobar "si ha crecido o no, porque es un año".
En su recuperación han participado más de 300 sanitarios
Además de las complicaciones derivadas por el coronavirus, Elsa ya padecía patologías previas, como un linfoma no Hodgkin, y durante el tiempo que ha estado ingresada en el hospital ha sufrido un infarto cerebral y distintas infecciones.
Su larga estancia en el hospital ha precisado que "más de 300 sanitarios hayan estado directamente implicados en sus cuidados", contando profesionales de enfermería, celadores, auxiliares de enfermería, fisioterapeutas y médicos de varios servicios de médicos del centro.
La enfermedad le deja secuelas y momentos duros a sus espaldas. Ha tenido que aprender a hablar y andar de nuevo y, lo más difícil según ella, hacer frente a la soledad: "Y tirar para adelante y que me voy a mi casa".
En su alta, Elsa ha sido despedida entre aplausos y cantos de cumpleaños feliz por una representación del personal del hospital, ya que se ha convertido en "la paciente que más tiempo ha estado ingresada en el Gregorio Marañón por COVID-19". "Estamos todos muy emocionados y esto es un homenaje a un ejemplo de alguien que sale y es una despedida. Una despedida buena", ha declarado María Eugenia García Leonis, médico de medicina interna.
El centro ha agradecido a la familia de Elsa "su comprensión y ayuda en una situación tan excepcional", ya que "siguen siendo un pilar fundamental para la recuperación de estos enfermos". Ahora por fin pueden decir que la pesadilla ha acabado.